Rusia vota en elecciones regionales y protesta contra reforma de pensiones
Más de 63 millones de rusos están llamados a elegir a 22 gobernadores, diputados a órganos legislativos de 16 regiones y varios alcaldes, mientras una protesta nacional se opone a una impopular reforma de pensiones.
La campaña electoral, prácticamente inexistente, ha pasado desapercibida para la opinión pública internacional, ya que son muy pocas las veces en las que las elecciones regionales y locales en Rusia deparan alguna sorpresa.
La Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia reporta datos sobre la diversidad y cantidad de candidatos en los distintos comicios, tratando de argumentar que la política rusa está viva y es altamente competitiva, pero lo cierto es que salvo contadas excepciones, las elecciones las ganan siempre los candidatos oficialistas.
Resultados cantados
De los 22 cargos de gobernadores disputados este año, tan sólo siete (menos de un tercio) se disputan tras el agotamiento de los mandatos. Nada menos que 15 gobernadores han dimitido de sus cargos desde 2017 y, como señalan los analistas, casi siempre lo hicieron por "recomendación" del Kremlin.
De esta forma, dos tercios de todas las elecciones a gobernador que se celebran hoy son adelantadas, y los candidatos que se presentan por el oficialismo fueron nombrados como jefes regionales en funciones por el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Putin, que en 2004 liquidó las elecciones a gobernador, las devolvió en 2012, después de las protestas populares más multitudinarias que vivió Rusia desde la caída de la Unión Soviética, pero se reservó el derecho de destituir a los dirigentes regionales por pérdida de confianza.
En otras cuatro regiones del país, incluidas las repúblicas musulmanas de Daguestán e Ingushetia, en el conflictivo Cáucaso Norte, los gobernadores serán elegidos por las asambleas legislativas regionales.
La población da por decididos los resultados de los comicios y responde con niveles de participación muy bajos, por lo que los esfuerzos de las autoridades durante la campaña electoral estuvieron sobre todo dirigidos a llamar a los ciudadanos a las urnas.
Moscú, sin Navalni
También en Moscú, la ciudad más importante del país con más de 12,5 millones de habitantes, está todo determinado y nadie duda de la reelección del actual alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, que ni siquiera ha tenido que empapelar la ciudad con carteles electorales, toda vez que prácticamente nadie conoce el nombre de sus cuatro rivales.
Fue todo muy distinto hace cinco años, cuando Sobianin tuvo que enfrentarse en las urnas al líder opositor Alexéi Navalni, que sorprendió a todo el mundo tras obtener el 27 % de los votos en unos comicios que el actual regidor de la capital ganó con el 51 % de los sufragios.
Poco después Navalni fue inhabilitado para participar en los procesos electorales por sus antecedentes penales, tras ser condenado en una investigación penal calificada de persecución política por el opositor.
Contra la reforma de pensiones
Por estos días, Navalni está en la cárcel, donde cumple un arresto de 30 días desde el pasado 27 de agosto, por organizar, a principios de año, una manifestación no autorizada contra el Kremlin, en la que participaron decenas de miles de personas.