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Presidente de Nicaragua centra discurso de fiestas patrias en crítica a EEUU

Presidente de Nicaragua centra discurso de fiestas patrias en crítica a EEUU

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, centró  su discurso del Día de la Independencia en la crítica al Gobierno estadounidense por su política "injerencista" y su intromisión en asuntos internos del país centroamericano, que vive una profunda crisis sociopolítica desde el pasado abril.

Ante varios centenares de personas que presenciaron el desfile patrio, el mandatario, que evitó hacer alusión a la actual situación del país, reiteró su habitual ataque a los sucesivos gobiernos de Estados Unidos, a los que culpa de intento de manipulación a Nicaragua y al resto de países de Centroamérica.

Ortega, quien también dedicó palabras de elogio a la "luchadora" juventud nicaragüense, reiteró su habitual exigencia al actual presidente estadounidense, Donald Trump, de que deje de influir en las decisiones del país.

El discurso del también líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) fue seguido de un colorido desfile estudiantil a cargo de los alumnos de las diferentes escuelas públicas de Nicaragua y de los jóvenes que estudian en la Academia de la Policía.

El desfile se esperaba más sobrio que los de años anteriores, debido a la crisis que comenzó con unas protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, por unas fallidas reformas al seguro social y que se convirtieron en un reclamo de renuncia del presidente y equipo de Gobierno.

Sin embargo, el evento del 197 aniversario se la independencia centroamericana contó con la habitual banda de música de la Policía Nacional y diferentes bailes realizados por los jóvenes estudiantes, como se acostumbra año tras año, sin verse afectado por la actual coyuntura.

Según diferentes organismos nacionales e internacionales, entre ellos el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), obligado a abandonar el país el pasado 1 de septiembre, durante la crisis nicaragüense fueron asesinadas entre 322 y 481 personas, mientras que el Gobierno tan solo reconoce 198 víctimas mortales.

El Acnudh también ha responsabilizado al Gobierno de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.

Ortega niega las acusaciones y sostiene que su Gobierno es víctima de un intento "golpe de Estado", del que según la Acnudh no hay evidencias.

El miércoles pasado, la Organización de Estados Americanos (OEA) redobló su presión sobre el presidente Ortega para que reanude el diálogo nacional, suspendido desde hace dos meses, y para que vuelva a cooperar con la misión de la ONU sobre derechos humanos, que tuvo que abandonar el país.

La OEA aprobó, durante una sesión de su Consejo Permanente, una nueva resolución sobre Nicaragua con el respaldo de 19 países, entre ellos EE.UU., 4 votos en contra, 9 abstenciones y 2 ausencias.

Ortega atraviesa el peor momento de su segunda etapa como gobernante de Nicaragua, que inició en 2007, debido a la crisis sociopolítica.