El coronel Felipe Anotad y el sargento Edgardo Osorio recibieron la misma condena en el tribunal de Bulacan, región al norte de Manila donde las estudiantes de la Universidad de Filipinas Karen Empeno y Sherlyn Cadapan desaparecieron hace doce años.

Durante la lectura de la sentencia, Palparan gritó al juez "cobarde" varias veces, según se puede ver en imágenes que circulan ya en las redes sociales.

Palparan, que fue durante años uno de los criminales más buscados de Filipinas, fue detenido en 2014 acusado de ejecuciones extrajudiciales cuando era general de las Fuerzas Armadas y de la desaparición de las dos estudiantes que eran activistas por los derechos humanos.

El exgeneral estaba huido desde diciembre de 2011, cuando el Gobierno filipino le acusó formalmente del secuestro y desaparición de las dos estudiantes.

Acusado también de ejecuciones extrajudiciales de miembros del grupo rebelde Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), Palparan era venerado por algunos círculos militares debido a su agresiva campaña contra esa guerrilla comunista durante el mandato de Gloria Macapagal Arroyo (2001-2010).

La organización Human Rights Watch (HRW) consideró el fallo "un gran avance contra la impunidad" en Filipinas, que llega después de "una larga y agónica lucha por la justicia" de los familiares y amigos de las dos estudiantes desaparecidas.

"Reaviva la esperanza entre las familias de muchas otras víctimas de violaciones de derechos humanos, ahora y en el pasado, y debería servir como un recordatorio a las fuerzas de seguridad de que la justicia y la ley les llegará tarde o temprano", afirmó HRW en un comunicado.

Ya en 2007, el relator especial de Naciones Unidas para las ejecuciones extrajudiciales, Philip Alston, acusó a Palparan de haber ordenado decenas de muertes y solicitó a las autoridades filipinas su detención. EFE