Internacionales

Jaque al independentismo hongkonés con la ilegalización del partido independentista

El Partido Nacional de Hong Kong, primero que abogaba abiertamente por independizar la excolonia británica del resto de China, fue oficialmente ilegalizado hoy, tras dos años de actividad.

La Gaceta de la Región Administrativa Especial (boletín oficial local) publicó hoy el edicto de prohibición, efectivo desde ese mismo momento, lo que implica que cualquier persona que se asocie a la formación, participe en sus reuniones o la financie podría afrontar penas de entre dos o tres años de prisión.

El secretario de Seguridad de Hong Kong, John Lee Ka-chiu, compareció en rueda de prensa para justificar la ilegalización del partido que lideraba desde su fundación en 2016 el activista Andy Chan, y recordó que había llamado públicamente a la "revolución armada" y al rechazo a la llegada de "colonos" chinos.

Según Lee, éstas y otras actitudes de Chan y sus partidarios no podían ser tomadas como meros "eslóganes políticos" y ponían en peligro la seguridad del territorio, retornado a la soberanía china en 1997 y en el que el descontento frente al régimen comunista va en ascenso desde la llamada "Revolución de los Paraguas" de 2014.

El secretario de Seguridad recordó que Chan "dijo públicamente que China es un colonizador de Hong Kong y que los chinos son enemigos del pueblo hongkonés, propugnando sentimientos negativos y hostilidad", aunque también admitió que, por ahora, la formación no se había implicado en actividades violentas.

La prohibición se produce 10 días después de que Chan decidiera no apelar en el proceso administrativo de ilegalización de su partido, con el que intentó sin éxito presentarse a las elecciones legislativas locales de 2016 (siendo rechazado precisamente por su cariz separatista).

Chan sin embargo ha conseguido cierta relevancia pública al lograr que el Club de Corresponsales Extranjeros de Hong Kong (una histórica institución de la prensa en Oriente) le permitiera dar un discurso el mes pasado donde pidió a EEUU y Reino Unido ayuda contra el "colonialismo chino".

En aquella intervención el activista aseguró que desde el retorno de Hong Kong a la soberanía china hace más de 20 años el territorio ha sido "cada vez menos libre", y también cargó contra la llegada desde entonces de "un millón de inmigrantes chinos que tratan de alterar nuestro 'país'".

También advirtió que el cantonés, idioma utilizado en el sur de China y Hong Kong, "está intentando ser cambiado por el mandarín (lengua oficial del país, aunque es propia de su mitad norte) y podría ser abandonado por la próxima generación".

El líder nacionalista, también crítico con las protestas prodemocracia de 2014 en Hong Kong por no ser lo suficientemente "radicales", señaló hoy que por ahora no valorará la ilegalización de su Partido Nacional, que pese a su prominencia mediática no había logrado más de medio centenar de miembros.

Quien sí ha reaccionado a la prohibición ha sido el Gobierno chino, que a través de su Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao expresó su total apoyo al Ejecutivo autónomo de la excolonia, en un comunicado del que se hizo eco la agencia oficial Xinhua.

"Celebramos que el Gobierno de Hong Kong castigue cualquier acto que ponga en riesgo la seguridad nacional de acuerdo con la ley", destacó el órgano estatal, que también expresó su "tolerancia cero a cualquier organización que predique la independencia de Hong Kong o se involucre en actividades separatistas".

Hong Kong disfruta de una amplia autonomía del régimen comunista chino merced al principio de "un país, dos sistemas", pero según amplios sectores de la política local Pekín ejerce cada vez mayor influencia sobre la excolonia y reprime crecientemente las libertades que ésta disfruta frente al resto del país.

La detención ilegal de libreros que publicaron o vendieron libros críticos con China en Hong Kong -donde existe una libertad de prensa que no disfruta la parte continental- o las condenas judiciales y presiones a políticos prodemócratas han mostrado en los últimos años el retroceso de la autonomía en la excolonia frente a Pekín. EFE