La Policía Federal desarma a la de Acapulco por posible infiltración criminal
Dos mandos de la policía local fueron detenidos y el propio jefe de la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad fue puesto a disposición de las autoridades, aunque no en calidad de detenido.
Las fuerzas federales de México intervinieron el martes (25.09.2018) y desarmaron a la policía municipal de Acapulco, en el estado sureño de Guerrero, por las sospechas de una posible infiltración de grupos criminales, informaron las autoridades. El operativo comenzó antes de las 11.00 hora local (16.00 GMT) y culminó con la completa intervención de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco. El jefe de la institución, Max Lorenzo Sedano, fue puesto en manos de las autoridades, aunque el Gobierno del municipio precisó que no lo está en calidad de detenido.
En la operación participaron militares, personal de la Secretaría de Marina y la Policía Federal en conjunto con la fiscalía y policía estatales. Mientras, un helicóptero de la Marina sobrevolaba la populosa colonia Progreso, donde se ubica la corporación. Durante la intervención, además, se detuvo a dos mandos policiales, identificados como Luis Fernando "N", alias "el Fénix", y Brayan Antonio "N", alias "el Brayan", quienes tenían orden de aprehensión por homicidio. Hay otros oficiales investigados. Además, se puso a disposición del Ministerio Público al director de Tránsito, Rafael Rivas Valdés, a quien se le encontraron armas externas a su dependencia.
Las fuerzas de seguridad "realizaron labores de desarme a policías municipales y verificaron personal, armamento, chalecos balísticos, cartuchos y radios de comunicación", indicó un comunicado de la Fiscalía estatal. El portavoz de Seguridad de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, señaló en el comunicado que todos los policías de Acapulco "serán evaluados y sometidos a exámenes de control de confianza, como lo marca la normatividad en la materia".
Mientras se realizan las investigaciones, la policía municipal de Acapulco, a unos 380 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México, quedará a cargo de la Policía estatal, con la ayuda de las fuerzas federales. En Guerrero operan grupos delictivos que se dedican al robo, al secuestro y a la extorsión, además del trasiego de droga. En ese estado, además, las bandas criminales se disputan el territorio para el cultivo de amapola, materia prima para elaborar heroína.
La intervención a la SSP se da después de que la alcaldesa electa de Acapulco, Adela Román Ocampo, denunciara que se ha retrasado el protocolo de entrega-recepción de esta dependencia a la nueva administración. Román, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), denunció que el próximo gobierno municipal recibió amenazas de que serían recibidos a balazos.DW