Las mujeres se preparan para llenar las calles de Brasil contra Bolsonaro
Colectivos de mujeres y grupos feministas de Brasil organizan desde hace semanas una jornada de protestas para este sábado en las principales ciudades del país contra el candidato presidencial de la ultraderecha Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal), favorito en todos los sondeos de opinión.
Las organizadoras prevén que las marchas sean históricas y marquen un punto de inflexión en la campaña electoral, justo cuando falta una semana para los comicios.
"Queremos que sea un movimiento ineludible, que no se pueda obviar, vamos a llenar las calles para que no se deje de hablar del rechazo a ese candidato", dijo a Sputnik una de las impulsoras de las marchas en São Paulo, Mano Miklos.
Bolsonaro aparece en primer lugar en los sondeos de intención de voto, pero su ideario machista, homófobo y racista está provocando problemas en su candidatura: es el candidato con un índice de rechazo más alto, 44 por ciento, que entre las mujeres se dispara hasta el 50 por ciento.
A ello han contribuido numerosas declaraciones.
El líder de la ultraderecha intentó humillar a una diputada diciéndole que "no merecía" ser violada, atribuye el hecho de tener una hija a un "momento de debilidad" y no ve problemas en la diferencia salarial entre hombres y mujeres, dado que considera lógico que éstas cobren menos ya que se quedan embarazadas.
Los videos en los que este excapitán del ejército hace este tipo de declaraciones han vuelto con fuerza a recorrer las redes sociales al calor de la campaña feminista organizada en su contra.
Bolsonaro se recupera de una puñalada en el hospital y ha rebajado el tono desde que está convaleciente, pero su número dos, el también militar Hamilton Mourão, tomó el relevo en las polémicas.
Hace unos días llegó a decir que las familias en las que los hijos son criados por madres y abuelas, sin la figura de un hombre, son "una fábrica de inadaptados", lo que acabó dando más combustible a la movilización de las mujeres.
Las manifestaciones de este sábado empezaron a orquestarse en el grupo de Facebook Mujeres Unidas contra Bolsonaro, que tuvo un crecimiento exponencial y ya reúne a casi cuatro millones de brasileñas.
Las integrantes debaten las mejores estrategias para frenar el avance del candidato, desde la realización de campañas en línea para presionar a personajes públicos a que declaren su rechazo a Bolsonaro hasta la organización de los actos en la calle de este sábado.
Hace algo más de una semana, el grupo fue hackeado por seguidores de Bolsonaro, que expusieron informaciones privadas de las administradoras, abriendo espacio para que muchas de ellas fueran amenazadas; una de las coordinadoras de la campaña en Río de Janeiro incluso fue agredida por unos desconocidos en la puerta de su casa.
"Creo que toda esa violencia evidencia que no exageramos cuando decimos que el odio es la marca del discurso público de una persona que no tiene propuestas, sino opiniones, y todas ellas basadas en la agresividad y la violencia ( ) demuestra que estamos tocando la tecla adecuada, además del tamaño y la potencia de esta articulación", confió Miklos.
La campaña de "desconstrucción" de Bolsonaro se ideó al milímetro: las organizadoras escogieron la fecha del 29 para tener tiempo de generar el caldo de cultivo adecuado y al mismo tiempo provocar el máximo impacto lo más cerca posible del momento de ir a votar.
La campaña #elenão (él no) lanzada en internet consiguió la adhesión de decenas de miles de personas gracias a que las impulsoras tuvieron mucho cuidado en no identificar el movimiento con ningún otro candidato, subrayando que, al margen de las preferencias ideológicas, debía haber un denominador común entre todas las mujeres: el rechazo al candidato ultraderechista.
Lograron el apoyo de decenas de celebridades brasileñas, que grabaron videos caseros explicando sus motivos para rechazar a Bolsonaro.
Artistas internacionales también se involucraron; la última fue Madonna, que publicó una foto con la leyenda "end fascism" (terminemos con el fascismo).
El movimiento es impulsado por las mujeres, pero ha ido agregando sectores diversos que se sienten amenazados por la ideología del exmilitar: la comunidad LGTB, el movimiento negro, los jóvenes universitarios, el mundo de la cultura, etcétera.
La campaña se ha ideado en las redes pero tiene que "desembocar" en las calles, observó Miklos.
Se esperan manifestaciones masivas en todas las grandes ciudades de Brasil y en varias del mundo (Nueva York, Buenos Aires, Lisboa, Barcelona, Berlín, Londres y Sídney, entre otras).
En medio de la tensión que vive Brasil en las últimas semanas la principal preocupación de las impulsoras es que las marchas transcurran de forma segura y que no haya provocaciones de simpatizantes del líder ultraderechista que causen o inciten violencia. (Sputnik)