Alemania acusa a Rusia de ciberataques
El Gobierno alemán parece estar seguro de que el espionaje ruso es responsable de los ciberataques que durante años tuvieron lugar contra instituciones federales alemanas. Otros países aliados también señalan a Rusia.
Detrás de la abreviatura APT28 se esconde uno de los más graves ciberataques a redes de datos de las instituciones federales alemanas. El Gobierno alemán tiene claro que el servicio de inteligencia militar ruso GRU está detrás de ese ataque. El grupo de piratas informáticos APT28, también conocido como "Fancy Bear" y "Sofacy Group", se dio a conocer a un público más amplio tras el ciberataque llevado a cabo contra el partido demócrata antes de la celebración de elecciones presidenciales en Estados Unidos en 2016. APT es el acrónimo de las siguientes palabras en inglés: "Advanced Persistent Threat", lo cual significa "amenaza elevada permanente". Si la cancillería se ha atrevido a hacer públicas las acusaciones, es porque se tiene la práctica seguridad de que el ciberataque ruso ha tenido realmente lugar y que el responsable del mismo fue el GRU "con una probabilidad que raya en la certeza", según las palabras de Steffen Seibert, portavoz del Gobierno alemán, quien además añadió: "Esta valoración procede de un análisis concienzudo de los hechos y de las fuentes".
Guerra política en la red
Alemania no es ni el único país que ha sufrido el ciberataque, ni tampoco el único que acusa a Rusia de ocasionarlo. Tanto Estados Unidos, como Reino Unido y los Países Bajos ya responsabilizaron a Rusia. El objetivo, entre otros, era la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), con sede en Montreal, y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), en La Haya. Los investigadores holandeses aseguran incluso haber sorprendido "in fraganti" a los rusos irrumpiendo en el sistema de red de internet inalámbrica de la OPCW y han publicado imágenes de equipos de espionaje, así como los datos de los aparatos secuestrados.
No es casualidad que precisamente estas dos organizaciones hayan sido objeto de ciberataques. Al fin y al cabo, la OPCW investigó posibles ataques químicos en Siria y el envenenamiento en Reino Unido del doble agente ruso Serguéi Skripal y su hija. La WADA, por su parte, se ocupó de las acusaciones de dopaje en el atletismo ruso. Al parecer, las investigaciones sobre el avión de pasajeros MH17 derribado también fueron objeto de ciberataques.
Ahora Alemania también apoya todas estas acusaciones de otros países occidentales. Tras el ciberataque al Bundestag en 2015, se cambió toda la tecnología informática del edificio. Últimamente, los ataques se han producido en lugares tan relevantes para la seguridad del país como los ministerios de Interior y Defensa.
"Amenaza para la democracia"
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, no solo habló este viernes (5.10.2018) de las acusaciones contra Rusia, sino también de las posibles consecuencias. "Si los ciberataques tuvieron éxito, podrían suponer una amenaza directa a la sociedad libre, la seguridad pública y nuestra democracia", dijo Seibert.
Pero no está claro qué consecuencias podrían tener las acusaciones, por ejemplo, en el tema del dopaje. Tras el caso de dopaje dirigido desde el Estado ruso en los Juegos Olímpicos de Sochi, en 2014, solo pudo competir en las Olimpiadas de 2016 en Río una versión reducida del equipo ruso. Y en Pyonyang 2018 solo compitieron algunos atletas rusos seleccionados, agrupados bajo una bandera neutral. Pero después de Corea del Sur, el Comité Olímpico Internacional levantó las sanciones contra Rusia, y el pasado mes de septiembre, la Agencia Mundial Antidopaje restituyó las funciones de la Agencia Rusa Antidopaje. Todo eso allanó la vuelta del país al mundo deportivo, pero podría haber sido una medida tomada de manera prematura.