Los medios estadounidenses informaron previamente, citando un documento del Senado, que Clinton ya no podía acceder a la información clasificada, al igual que su asistenta Cheryl Mills.

"Podemos confirmar que la ex secretaria de Estado Clinton hizo la correspondiente solicitud" sobre el cierre del acceso, dijo un representante del Departamento de Estado a este medio y sugirió pedir información adicional a la oficina de Clinton.

En 2015, el acceso de Clinton a los datos clasificados y el uso de un servidor privado para la correspondencia vinculada al trabajo desató un escándalo y una investigación del FBI, en medio de las acusaciones de que semejante negligencia de la también ex primera dama hizo peligrar la seguridad nacional del país.

Fue uno de los argumentos clave contra Clinton de su rival en las presidenciales de 2016, Donald Trump, que acabó ganando las elecciones.