La petición de arresto, que trascendió en las  últimas horas, motivó hoy un cruce de acusaciones entre el Gobierno y  Hugo Moyano, padre de Pablo, que lidera el Sindicato de Choferes de  Camiones, desde el que se ha erigido como una de las principales figuras  contrarias al Ejecutivo, y preside el club Independiente, de la  localidad bonaerense de Avellaneda.

Un fiscal de Lomas de  Zamora, en la periferia de Buenos Aires, consideró a Pablo Moyano  responsable de una red que se dedicaba a defraudar a Independiente a  través de la venta ilegal de entradas y el empleo de falsos socios,  además de extorsionar a jugadores y entrenadores.

En la causa  también está imputado Hugo Moyano, y por ella han sido detenidos  exdirectivos y miembros de los ultras del equipo, entre ellos Pablo  "Bebote" Álvarez, exjefe de la barra brava y que ahora colabora con la  Justicia y acusa a los Moyano.

Sin embargo, el líder de  Camioneros aseguró en una entrevista en Radio Mitre que el caso es "un  disparate del Gobierno para atraer la atención de la gente de los  problemas graves".

"Buscan estas excusas para distraer a la  gente, que la está pasando mal", reiteró en referencia a la crisis  económica que vive el país Hugo Moyano, sobre el que recaen varias  investigaciones por corrupción.

Consultado en la misma  emisora, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, declaró que "todavía  hay quienes no entienden que ahora somos todos iguales ante la ley".

 El representante del oficialismo, que ha situado en el centro de su  discurso político las acusaciones de corrupción a los Gobiernos de  Nestor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), añadió que  "no hay un poder Ejecutivo como en el pasado, que daba órdenes a la  Justicia según su conveniencia". 

EFE