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Ortega critica marchas opositoras, durante celebración por monseñor Romero

Ortega critica marchas opositoras, durante celebración por monseñor Romero

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, criticó hoy a quienes organizan manifestaciones contra su Gobierno, durante un acto para celebrar la canonización del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980.

"Siguen llamando a realizar marchas, no por la paz, sino para buscar sangre, quieren sangre, están sedientos de sangre", dijo Ortega, frente a miles de seguidores, citados por la Presidencia para honrar a monseñor Romero horas antes de que sea canonizado por el papa Francisco en el Vaticano este domingo.

Ortega emitió su crítica en la víspera de una marcha de protesta convocada por la Unidad Nacional Azul y Blanco para mañana domingo, a pesar de las advertencias de la Policía de tomar "todas las medidas necesarias para mantener la seguridad y el orden público".

Según organismos humanitarios, desde abril pasado entre 322 y 512 personas han muerto en el contexto de las manifestaciones contra Ortega y otras 459 guardan prisión en calidad de "presos políticos". El presidente nicaragüense reconoce 199 víctimas mortales y más de 200 reos por "terroristas" y "golpistas".

Con la Biblia en la mano, Ortega afirmó que Cristo "no vino a promover la violencia" ni a "alabar a los imperios de la época", y dijo estar con los "hermanos nicaragüenses" que luchan "por la paz".

El presidente de Nicaragua, cuya relación con la iglesia católica se rompió en medio de la actual crisis, también citó a Romero en su preferencia por los pobres, el rechazo al egoísmo y la "conversión" de los oligarcas.

En su discurso, Ortega rechazó a "los que viven arrodillados frente al yanqui, mendigándole, para que les dé más financiamiento para hacer el mal en Nicaragua, para que le haga daño al pueblo nicaragüense, y buscando cómo organizar marchas para bañar de sangre nuestra patria".

Tanto la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) como la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Ortega de "más de 300 muertos", además de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.

Ortega, quien no reconoce esas responsabilidades, se enfrenta al rechazo de diferentes sectores de la sociedad nicaragüense desde el 18 de abril, en forma de protestas que comenzaron por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de su renuncia, tras las muertes registradas durante las manifestaciones.