Estos migrantes quedarán detenidos en instalaciones migratorias hasta que se analicen sus casos, en un proceso que podría demorar hasta tres meses. Otros prefirieron cruzar el río Suchiate y están en suelo mexicano sin definir todavía si seguirán camino a Estados Unidos de manera ilegal o buscarán quedarse en México.

Mientras, unos 2.000 optaron por regresar a Honduras en autobuses que se pusieron a su disposición, de acuerdo con el presidente de Guatemala, Jimmy Morales.

Política de puertas abiertas

Ante la caravana de migrantes hondureños que llegó este viernes a su frontera sur, México ha mantenido una política de puertas abiertas y sus funcionarios de migración pactaron con dirigentes de los migrantes tener una entrada ordenada al país.

Este viernes, un grupo de migrantes intentó entrar por la fuerza a territorio mexicano, donde el Gobierno desplegó policías desarmados, algunos de los cuales resultaron lastimados, de acuerdo con las autoridades.

Gobernación detalló que durante los trámites de ingreso, se han atendido 164 mujeres, algunas con un avanzado embarazo, a 10 menores con edades de los tres meses a los 17 años, adultos mayores y discapacitados, e incluso a un niño que viajaba solo.

Plan de retorno seguro

Por su parte, los Gobiernos de Guatemala y Honduras acordaron hoy poner en marcha el plan de "retorno seguro" con el objetivo de que los miles de migrantes hondureños que comenzaron una travesía para llegar a Estados Unidos puedan regresar a su país.

El secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala, Sergio Cabañas, explicó que esta iniciativa, coordinada por ambos Gobiernos, busca regresar "vía terrestre" a los 3.000 hondureños que están en la frontera con México, en el punto fronterizo de Tecún Umán, y que quieran volver.