Las estrategias de Irán para sortear las sanciones de EEUU
Ante la sanciones de Estados Unidos contra su petróleo y su Banco Central, Irán está recurriendo a su experiencia previa con los embargos y busca vías alternativas para salvar su economía, aunque los desafíos son múltiples.
Algunas de las estrategias puestas en marcha por las autoridades iraníes son la venta del crudo a través del sector privado y la bolsa de valores y el uso de las monedas nacionales o el intercambio por productos para facilitar los pagos de sus clientes.
Pese a que Washington ha decidido eximir a ocho países de la prohibición a la compra de petróleo iraní, esta medida es solo temporal y esas naciones deben ir reduciendo sus adquisiciones.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, abogó por impulsar durante este periodo el sector privado. "El mercado de capitales tiene una gran responsabilidad y puede desempeñar un papel importante durante las sanciones, ya que estará activo mientras los bancos están limitados", indicó.
El pasado 28 de octubre, Irán comenzó a vender petróleo a través de su mercado de valores y colocó 280.000 barriles a un precio de 74,85 dólares, una estrategia que ya había empleado en el anterior periodo de embargo, aunque con poco éxito.
Para la economista iraní Elahe Nurigholamizadeh, "otorgar permiso al sector privado interno para la venta del petróleo puede ser una buena táctica y, sobre todo, la bolsa es una solución útil".
"La bolsa de valores puede reducir la inestabilidad del mercado y el riesgo de las transacciones de petróleo por el medio de garantías de implementación de la operación, aumentar la flexibilidad y anular los negativos efectos de las sanciones", explicó a Efe.
Aunque la venta a clientes privados puede dificultar la supervisión de EEUU, los retos son numerosos, principalmente debido a los problemas de pago por la prohibición del uso del dólar.
Los compradores en la bolsa de valores deben pagar el 20 por ciento del valor total en la moneda nacional de Irán, el rial, y el resto en divisa extranjera.
Por ejemplo, con China e India, los principales clientes del crudo iraní, con unas importaciones en el primer caso de 800.000 barriles diarios, ya se ha planteado el pago en yuanes y rupias y el intercambio del petróleo por productos.
También se ha abordado la posibilidad de mantener el dinero en bancos de esos países hasta que Irán lo pueda recuperar una vez se levanten las sanciones.
Al respecto, el vicepresidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Comercio de Irán, Arash Nayafí, reconoció a Efe que es "un dolor de cabeza el modo de ajustar las cuentas con India y China".
"Los intercambios financieros para nosotros serán costosos pero obligatoriamente tenemos que hacerlos. Ellos quieren que a cambio del petróleo les compremos productos con el dinero de su propio país que nos den", apuntó.
Esto "limita" las opciones de compra de Irán, cuyas importaciones de China son altas pero en el caso de India no compensan en la actualidad las exportaciones, según Nayafí.
Las exportaciones petroleras de Irán superaron los 2,5 millones de barriles diarios en los primeros seis meses de 2018, pero desde entonces han caído en unos 800.000 barriles.
Para asegurarse sus clientes asiáticos, Irán también les está ofreciendo descuentos, según reconocieron en los últimos meses fuentes del Ministerio de Petróleo iraní, que ligaron esta medida, no obstante, a "la naturaleza del mercado".
Nayafí también sugirió como alternativa recurrir a las pequeñas y medianas empresas asiáticas y europeas, que no se vean afectadas por las sanciones al no tener intereses en EEUU y puedan comprar tanto petróleo como productos derivados y "asociarse en los procesos de refinería, extracción y comercio".
Estas opciones se están aplicando mientras se pone en marcha el mecanismo especial europeo destinado a facilitar los pagos vinculados con las exportaciones iraníes, incluido el petróleo, y sus importaciones.
Otras medidas adoptadas por Irán son usar sus propios cargueros para transportar el crudo y apagar el transpondedor de sus petroleros para evitar su rastreo.
Irán debe proporcionar el transporte del crudo y los seguros debido a la falta de cobertura de las aseguradoras extranjeras a causa de las restricciones impuestas por Washington.
También hay informaciones sobre el envío de una gran cantidad de petróleo para su almacenamiento en China con el objetivo de venderlo más tarde a otros clientes regionales y dificultar así que se conozca el volumen total que llega al mercado.
Por último, Teherán cuenta con una ventaja: la subida del precio del crudo. Como dijo recientemente el primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí, "Irán puede exportar la mitad de su petróleo pero ganar como en el pasado". EFE