Denuncian "persecución religiosa" por parte del gobierno de Macri
El arresto de dos jóvenes musulmanes argentinos por su presunta vinculación con Hizbulá, a días de celebrarse en Buenos Aires la cumbre del G20, responde a una "persecución" que el Gobierno lleva a cabo contra quienes "profesan religiones diferentes", dijo a Efe el abogado de los detenidos.
"Se trata de una persecución que es producto de un contexto en el cual el Gobierno, de algún modo, ha decretado que hay un enemigo interior que incluye no solo a los que piensan diferente sino también a los que profesan religiones diferentes", explicó el letrado Ismael Jalil.
El 15 de noviembre pasado, la Policía de Argentina detuvo en la capital a Axel Ezequiel Abraham Salomon, de 25 años, y a su hermano Kevin Gamal Abraham Salomon, de 23, por tener supuestos nexos con la organización islámica libanesa, considerada por varios países como un grupo terrorista.
Las detenciones se produjeron durante un allanamiento a su casa del barrio de Floresta realizado a partir de una orden judicial y en el inmueble se encontraron varias armas de fuego, municiones, cuchillos y ropa de tipo militar y dispositivos electrónicos, entre otros elementos, como documentación sobre viajes al exterior.
Al día siguiente, los padres de los jóvenes negaron cualquier vinculación de la familia con Hizbulá y aclararon que las armas halladas pertenecieron al abuelo de los chicos, que fue militar desde los 18 años y murió en 2008 con 82 años, pero que permanecían guardadas.
Tras una semana detenidos, el abogado está a la espera de que el juez que dirige la causa resuelva la situación procesal de los hermanos, que se espera en como mucho siete días.
"Cuando se venza ese plazo o antes, tiene que determinar si va a procesar, dictar falta de mérito o sobreseerlos. En cualquiera de los tres casos tiene que resolver el tema de la libertad", añadió Jalil, quien una vez llegado ese momento prevé presentar una denuncia contra el Estado por presunta persecución por cuestiones de religión.
El abogado recalcó que una de las cosas que las autoridades invocaron para los arrestos son los viajes que hicieron los acusados para visitar a su familia en El Líbano.
"Hasta ahora no está escrito en ningún lado que ir a ver a sus ancestros signifique delito", reprochó, y recordó que la familia Salomón lleva 100 años asentada en Argentina.
Esta situación se da en medio de los preparativos del fuerte operativo de seguridad que se establecerá en Buenos Aires por la llegada la próxima semana a la ciudad de los jefes de Estado o de Gobierno de países como Estados Unidos, Rusia, Alemania y Francia por la cumbre del G20.
"Es por el G20, no hay duda, es para justificar que están haciendo cosas. ¡Qué busquen a los verdaderos terroristas!, criticó la pasada semana Paola Abraham Salomon, madre de los detenidos.
El Ejecutivo de Mauricio Macri niega cualquier tipo de persecución y asegura que las medidas adoptadas responden a decisiones judiciales.
No obstante, en la mañana de este jueves el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, recibió en su despacho a miembros de la comunidad islámica para dialogar sobre lo ocurrido.
"Hoy nos reunimos con argentinos de fe islámica, dirigentes de una comunidad que es parte indisoluble de nuestro tejido social, para escuchar su preocupación por la detención de los hermanos Salomon", escribió Peña en Twitter, sin dar más detalles sobre el contenido del encuentro.
Además del caso de los hermanos, la pasada semana una bomba casera explotó en el turístico cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, el mismo día en que alguien lanzó un artefacto en la casa de un juez, sucesos que dejaron varios detenidos, entre ellos la única persona que quedó herida por el suceso del camposanto.
Esto se une al aumento de los desalojos de edificios y lugares públicos por falsas alarmas de bomba, que aumenta la inquietud ante la cercanía de la cumbre. EFE