El Parlamento británico se pronunciará el 11 de diciembre sobre el acuerdo de retiro de la Unión Europea concluido con Bruselas, anunció este lunes la primera ministra, Theresa May, ante la cámara de diputados.

La Cámara de los Comunes "tendrá que decidir si desea o no que respondamos al voto del pueblo británico" que decidió el Brexit, declaró May en un debate en el Parlamento donde intentó convencer a los diputados de que apoyen su acuerdo, que fue recibido con un gran escepticismo.

May advirtió al Parlamento de que votar en contra del acuerdo del Brexit solo traerá al Reino Unido "división" e "incertidumbre". La primera ministra se dirigió a los diputados en la Cámara de los Comunes en un intento de que respalden el documento para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), aprobado el domingo en Bruselas por los 27 países del bloque comunitario.

"No se juega tanto el brexit sino el futuro de la propia Theresa May", advirtió el corresponsal de Rompkbzas en Europa, Julio Alonso, que sostuvo que las negociaciones sobre el tema han sido más que extrañas. Es que, luego de leído el acuerdo, quedó el convencimiento de que no lo iba a salir tan barato como lo vendió en su momento la primera ministra.

Alonso advirtió que los británicos están divididos en tres bandos: los que no quieren la salida de la Unión, los que quieren un Brexit duro, y los que respaldan a May en su camino negociado con Europa.

Uno de los problemas que hay, subrayó Alonso, es Irlanda del Norte. Es que en el panorama actual, esa quedará condenada a una subvención eterna o a una crisis que la podría dejar sin población.

Tampoco será barato para el resto del Reino Unido, que obtiene una de sus principales fuentes de ingreso de la Unión Europea, al ser la base de la defensa comunitaria, tarea que ahora pasará a estar en manos de Alemania.

Alonso planteó la posibilidad de que la primera ministra tenga que dimitir. Su salida, señaló, dejaría el futuro del Brexit en el aire.

Es que 46 diputados de su propio Partido Conservador quieren removerla, en protesta por la manera en que ha llevado a cabo las negociaciones.

May, dijo, podría caer, y podrían convocarse a nuevas elecciones en las que un nuevo referéndum sobre la Unión Europea podría estar metido en la discusión.