La invitación a Brasil a elevar su comercio con la Alianza del Pacífico fue hecha en un seminario que reunió en Sao Paulo a diferentes autoridades de los cuatro países, empresarios y, en representación del Gobierno, al director de Integración Económica de la Cancillería brasileña, Michel Arslanian Neto.

El diplomático reconoció que Brasil, principal economía de América Latina, atribuye "poco valor" a las relaciones comerciales con las naciones vecinas, lo que consideró un "equívoco" ya que, dijo, la región tiene una "importancia estratégica" para el comercio internacional brasileño.

"Hay que tener en cuenta que exportamos más hacia América Latina y el Caribe que lo que exportamos a Estados Unidos y la Unión Europea", resaltó.

No obstante, Arslanian cree que Brasil "está avanzando" y recordó la firma de una Declaración Conjunta entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur, bloque conformado además por Argentina, Uruguay y Paraguay, que pone en marcha un "ambicioso" plan de acción con miras a suscribir un acuerdo comercial entre los dos bloques.

El vicepresidente de la Federación de Comercio de Sao Paulo, Rubens Medrano, aseguró que una mayor apertura económica impulsará "empleos, desarrollo y beneficios a todos" en Brasil.

"Tras un largo periodo de inacción en materia de comercio internacional por parte del Gobierno brasileño, empezamos a ver una retomada de este tipo de comercio", expresó Medrano.

Sin embargo, la presidenta de ProMéxico para América Latina, Evelyne Rodríguez, criticó la postura "impositiva" de Brasil en la mesa de negociaciones y apuntó la "complejidad" de la carga tributaria en el país como una traba para una integración comercial más eficaz.

"Todos sabemos que Brasil es un país complicado. Es algo que tiene que ver con el régimen impositivo", dijo. Además, agregó, el "nivel y la complejidad de los impuestos en Brasil hacen con que las cosas sean mucho más complicadas".

Aunque reconoció que México y Brasil son "los motores económicos de América Latina" y sus respectivas economías "impactan de forma importante la región", para Rodríguez, lo que diferencia los dos países es "la política económica" que cada uno ha adoptado.

Según Rodríguez, México, el principal exportador en Latinoamérica, optó hace 25 años por la apertura económica, por lo que el comercio se convirtió el "motor" para la "reestructuración institucional" y para "atraer empresas" al país, por lo que este sector es hoy el responsable del 38 % del PIB mexicano.

En la misma línea, Alejandro Peláez, director de ProColombia, evaluó que Brasil tiene una influencia "importantísima en la balanza comercial colombiana" e instó al gigante suramericano a ampliar su apertura económica.

Peláez subrayó que "la brecha entre importaciones y exportaciones ha sido reducida" en Colombia debido, en gran parte, al estrechamiento de las relaciones comerciales con países vecinos.

Lo mismo ha pasado en Chile, según la directora de ProChile, María Julia Riquelme, quien explicó que los 26 acuerdos comerciales que mantiene hoy día el país austral le permiten alcanzar "a 64 economías y un 63 % de la población mundial".

Riquelme destacó que, en el caso de Brasil, su principal socio comercial en América Latina, las inversiones chilenas han generado más de 115.000 puestos de trabajo, por lo que los acuerdos bilaterales deben ser estimulados.

"Invito a los empresarios brasileños no solamente a aprovechar lo que ofrece Chile, sino también a usar el país como una plataforma de acceso a otros mercados", sobre todo los asiáticos, recalcó.

Finalmente, el economista de la Oficina Comercial del Perú en Brasil, Percy Sánchez, señaló que la adopción de una política de libre mercado permitió a su país alcanzar la estabilidad económica, que, a la vez, "reactivó el mercado interno" peruano.

Sánchez igualmente instó a Brasil a ampliar sus acuerdos de integración comercial, pues, a su juicio, "las perspectivas y expectativas" de comercio entre Perú y el gigante sudamericano "son cada vez más favorables". EFE