Disturbios en nueva protesta de "chalecos amarillos" en París
En diversos puntos de Francia, el movimiento "chalecos amarillos" sigue protestando este sábado, pese a promesas del presidente. La policía ya usó gases lacrimógenos ante incidentes violentos en París.
Los primeros "chalecos amarillos" comenzaron a llegar este sábado 1 de diciembre de 2018 a los Campos Elíseos. Los manifestantes han sido escoltados por un amplio dispositivo policial, con controles e identificaciones que unas 150 personas intentaron forzar ya en la mañana, lo que llevó a las fuerzas del orden a responder con gases lacrimógenos.
En uno de los accesos a la plaza donde se encuentra el Arco del Triunfo, en torno a medio millar de personas, según las autoridades, intentaban entrar a primera hora vestidos con chalecos amarillos, las prendas que los conductores deben utilizar en carreteras y que el movimiento contra el alza de impuestos al carburante ha tomado como propio. Muchos de los manifestantes visten hoy además máscaras de gas o sanitarias.
Los primeros choques entre la policía y los manifestantes se desataron poco después de que la multitud comenzó a reunirse cerca del Arco de Triunfo, en la parte superior de la famosa avenida. Algunos oficiales, vistiendo equipos de protección y cascos, fueron salpicados de pintura amarilla y fueron atacados por manifestantes que lanzaban piedras o elementos de construcción.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, dijo que había 200 manifestantes "pacíficos" en los Campos Elíseos, mientras que "1.500 agitadores fuera del perímetro de seguridad vinieron a pelear". Hasta el momento, se habían realizado 39 arrestos, precisó en Twitter.
Bancos, tiendas de vinos y cafés en las calles aledañas se apresuraron a proteger sus ventanas este sábado, mientras el olor de los gases lacrimógenos y llenaba el aire. Varios manifestantes llevaban el rosotro cubierto, algunos con máscaras de gas o gafas de esquí.
En los Campos Elíseos, las relucientes decoraciones navideñas contrastan con las fachadas de tiendas y la multitud de policías antidisturbios que manejan barricadas y cañones de agua.
A primera hora de la mañana, la avenida permanecía abierta a los peatones, que debían pasar los controles establecidos para evitar a quienes portasen objetos supuestamente peligrosos.
Ante el riesgo de enfrentamientos, otros grupos prefirieron manifestarse bloqueando el tráfico en carreteras de diversos puntos del país y los alrededores de la capital.
Los "chalecos amarillos" decidieron esta semana mantener la marcha del sábado pese a los anuncios del presidente Emmanuel Macron, que prometió el pasado martes ajustar la subida de impuestos al precio del petróleo y aumentar las primas de conversión para salir de los vehículos contaminantes, entre otras medidas.
Hace dos semanas que los manifestantes franceses exigen que el Gobierno renuncie al nuevo gravamen que se aplicará a partir de enero al diesel y la gasolina, de 6 y 3 céntimos, respectivamente.DW