Pedido de asilo a Uruguay falló por "presiones políticas", dice Alan García
El fracaso en el intento de su pedido de asilo político al Gobierno de Uruguay fue resultado de "presiones políticas", aseguró el miércoles el expresidente Alan García (1985-1990, 2006-2011), aunque afirmó que la situación sirvió para que la comunidad internacional vigile la situación política actual en el país andino.
"El tema del asilo, si bien no tuvo éxito por el tema de las presiones políticas existentes, sí ha servido para que la comunidad internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos estén siguiendo muy de cerca cómo se sigue el respeto a la Constitución y a la ley en el Perú", expresó el exmandatario a la prensa local.
García, quien fue abordado por los medios al interior del Instituto de Gobierno de la Universidad San Martín de Porres, reveló que su defensa ha hecho entrega a la Fiscalía de su pasaporte, una constancia de domicilio en Lima y su certificado de trabajo en Perú.
Todo esto, aseguró el mandatario, lo hace para dar fe de que enfrentará al sistema judicial peruano y no huirá del país mientras duren las investigaciones que se le siguen por haber, presuntamente, recibido sobornos de la empresa Odebrecht durante su segundo mandato.
Asimismo, a pesar de la negativa del Uruguay, García afirmó que confía en la palabra de las autoridades peruanas de que se respetará su derecho a investigaciones imparciales dentro de la existencia de un estado de derecho.
"Creo importante confiar en lo que ha dicho el presidente de la República y el presidente del Poder Judicial: que hay independencia de poderes y que no hay persecución" en su contra, dijo el exjefe de Estado.
Por otro lado, anunció que retomará su actividad política como líder del Partido Aprista Peruano (centroizquierda) y como profesor en el mencionado instituto universitario.
El lunes 3, el Gobierno del Uruguay negó el asilo político al exmandatario al considerar que no es víctima de persecución política, tal como alegó en su pedido del 17 de noviembre, cuando se refugió en la residencia del embajador uruguayo en la capital peruana. (Sputnik)