"En todo el país se vota por la democracia, se vota por las reformas de la Constitución que hemos planteado, y eso es democracia en su esencia más clara", declaró Vizcarra tras sufragar en la región sureña de Moquegua, más de 1.200 kilómetros de distancia de Lima.

El gobernante enfatizó que, tras conocerse la decisión popular en la consulta, las autoridades acatarán esa voluntad, aunque remarcó que estas reformas no solucionan todos los problemas del país, pero son el primer paso hacia los cambios que los peruanos quieren.

Vizcarra anunció que de inmediato regresará a Lima, donde se reunirá con su Consejo de Ministros hacia las 15.00 horas (20.00 GMT), para esperar los primeros resultados del referéndum.

Por su parte, el primer ministro, César Villanueva, dijo que confía en que el referéndum abrirá una etapa diferente para el país, con una mayor participación de la población en las decisiones políticas.

"Tenemos confianza con el presidente de que a partir de acá habrá una etapa diferente, en la cual la población va a participar en las decisiones políticas", sostuvo.

Más de 24 millones de peruanos han sido convocados al referéndum sobre la formación de una Junta Nacional de Justicia, el control de la financiación de los partidos políticos, la no reelección inmediata de los congresistas y la conformación de un parlamento con las cámaras de senadores y diputados.

De ese total de votantes, más de 9 millones también deberán participar en la segunda vuelta de la elección de gobernadores en 15 de las 25 regiones del país.

Fuentes oficiales señalaron que, en total, se han instalado 84.559 mesas electorales, distribuidas en 5.400 locales de votación, tanto en Perú como en el extranjero.

El referéndum fue propuesto por Vizcarra el pasado 28 de julio tras descubrirse una gran red de corrupción en la judicatura, lo que llenó de indignación a la población escandalizada por el impacto en las altas esferas del país del caso Odebrecht.

Vizcarra, quien en marzo reemplazó a Pedro Pablo Kuczynski, que renunció para evitar que el fujimorismo en el Congreso lo destituyera por sus vínculos con Odebrecht, planteó una apuesta de lucha contra la corrupción que extendió a la reforma política.

Sin embargo, su anuncio se convirtió en un capítulo más del enfrentamiento que ha mantenido en los últimos meses con la mayoría fujimorista en el Congreso, que cuestionó sus propuestas e intentó frenar que la reforma judicial y política se lleve a referéndum.

Ante la dilación en la aprobación de sus planteamientos, Vizcarra planteó una cuestión de confianza que abría la posibilidad del cierre constitucional del Congreso, con lo que logró que fueran aprobados y sometidos al referéndum. EFE