El Comando de operaciones "Lafiya Dole" -al frente de la lucha contra la insurgencia yihadista en el noreste del país- se citó a última hora de ayer con representantes de Unicef en una reunión de emergencia, según el medio local The Punch.

"En consecuencia, tras extensas deliberaciones sobre la necesidad de buscar modalidades para trabajar en armonía con las agencias de seguridad, el Comando ha levantado los tres meses de suspensión", afirmó hoy en un comunicado el portavoz castrense, el coronel Onyema Nwachukwu.

En concreto, Nwachukwu había culpado al organismo internacional de "entrenar y desplegar espías que apoyan a los insurgentes y a sus simpatizantes", según manifestó ayer en un comunicado, en el que también criticó la difusión de supuestos abusos de derechos humanos cometidos por los militares, acusaciones que calificó de falsas.

Durante la reunión, el Ejército advirtió a los representantes de Unicef que desistieran en su empeño de llevar a cabo actividades "contrarias a la seguridad nacional de Nigeria que pudieran socavar la lucha contra el terrorismo y la insurgencia".

Boko Haram, que en lengua local significa "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

Pese a que el Gobierno nigeriano afirma haber derrotado a los yihadistas, estos continúan perpetrando ataques esporádicos en iglesias, escuelas y mercados, especialmente, en el estado de Borno, donde el grupo inició su campaña hace nueve años.

Se calcula que más de 20.000 personas han muerto desde 2009 debido a este conflicto, que suma alrededor de dos millones de desplazados dependientes en su mayoría de la ayuda internacional.EFE