"El enviado especial espera que las dos partes respeten sus obligaciones como parte del texto y el espíritu del Acuerdo de Estocolmo y se involucren en la inmediata implementación de sus disposiciones", indicó la oficina de Griffiths, a través de la red social Twitter.

Agregó que las Naciones Unidas están "colaborando estrechamente" con el Gobierno del Yemen, que encabeza el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, y el grupo Ansar Alá, como se denominan formalmente los rebeldes chiíes hutíes, para garantizar la "pronta y completa" aplicación del acuerdo.

Las palabras de Griffiths se producen después de que en las últimas horas se hayan producido enfrentamientos en la ciudad de Al Hudeida y de que los rebeldes hutíes anunciaran hoy que el martes comenzarán a aplicar la tregua en esa localidad estratégica en la costa del mar Rojo.

"La implementación efectiva del alto el fuego en Al Hudeida empezará el 18 de diciembre", anunció el teniente general Yehia Saria, portavoz del Ejército hutí, en una rueda de prensa en la capital, Saná.

Tras una semana de negociaciones en Suecia, el Gobierno yemení y los rebeldes firmaron el jueves un acuerdo preliminar que establece un alto el fuego inmediato en Al Hudeida, ciudad de 600.000 habitantes que está asediada por las fuerzas yemeníes y emiratíes desde el pasado junio.

El acuerdo entre las dos partes beligerantes prevé la retirada de todas las fuerzas militares de la ciudad en diferentes fases en un plazo de 21 días después del alto el fuego.

El primer punto a ser aplicado, en un plazo de dos semanas, es la retirada de tropas de las instalaciones humanitarias y del puerto de la urbe, el principal del país, que pasará a ser administrado por la ONU.

La guerra en Yemen comenzó a finales de 2014, cuando los hutíes se hicieron con el control de Saná, y se generalizó en marzo de 2015 con la intervención de una coalición árabe, que ha provocado la crisis humanitaria más grave del mundo, según la ONU. EFE