La República Democrática del Congo, situada en el centro del continente africano, sufre su segundo brote de ébola este año. A finales de junio, la Organización Mundial de la Salud declaró la epidemia "controlada".

Las fuerzas de seguridad del este del país dispararon balas y gas lacrimógeno este jueves para dispersar a los manifestantes que protestaban por su exclusión de las elecciones presidenciales de este último domingo, que fueron canceladas en las ciudades de Beni, Butembo y sus áreas circundantes debido a un brote continuo de ébola y por la violencia que sufre la región.

La decisión afecta a más de un millón de votantes, que está previsto que voten en marzo aunque no serán tenidos en cuenta para la elección del nuevo presidente, que tendrá lugar en enero.

El actual presidente Josep Kabila, que terminaba su mandato en 2016, ha intentado aferrarse a la presidencia con insistencia: no solo alargó su mandato dos años a pesar de las constantes protestas de los congoleños, sino que intentó modificar la Constitución del país para eliminar la ley que limita los mandatos presidenciales.