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Un triunfo laborista que contenta a liberaldemócratas y conservadores

A diferencia de lo que pasó en 1997, hoy no había nadie festejando el triunfo laborista en Down Street y sólo estaban los periodistas. El número de legisladores pro Blair se redujo considerablemente tras las elecciones de ayer y el premier británico parece haber recibido el mensaje del electorado: "El mensaje es que el sistema casi presidencialista ya no corre más", analizó, desde Londres, el periodista Roberto Bello.

Emitido a la hora 7.53.

EMILIANO COTELO: Confirman la victoria del primer ministro Tony Blair, aunque obteniendo una ventaja mejor que la que tenía hasta ahora.

El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, obtuvo un triunfo en las elecciones parlamentarias de ayer que le permite iniciar un histórico tercer mandato consecutivo;  aunque con una mayoría legislativa menor que la que tenía hasta ahora.

Escrutadas 618 de las 646 circunscripciones, el Partido Laborista de Blair recibía 36 por ciento de los votos y por lo tanto 353 escaños en la cámara, seguido por los conservadores con 33 por ciento de los sufragios y 194 bancas, y luego los liberaldemócratas con casi 23 por ciento de los votos y 59 asientos en el Parlamento.

El contacto es con Roberto Bello, colaborador de El Espectador en Londres y periodista de la BBC.

Hoy es el cumpleaños de Tony Blair, ¿verdad?

ROBERTO BELLO: Exacto. Cumple 52 y con la nariz sangrando, como habían predicho las encuestas. En efecto ganó pero con una mayoría muy reducida.

EC - Eso iba a preguntar: si estos resultados de ayer fueron un buen regalo o un regalo amargo.

RB - Fueron un regalo amargo, diría. Incluso en la televisión no se lo veía demasiado feliz. Acaba de regresar de hablar con la reina, en esta tradición en la cual la monarca le pide la integración del nuevo gobierno. Luego regresó al número 10 de Down Street. Acaba de dar una conferencia de prensa donde esbozó los principales objetivos de su nuevo gobierno. Sintetizando algunos de los comentarios, dijo: "Escuché y aprendí, tengo una buena idea de lo que los británicos quieren de este gobierno en el tercer período, y les quiero decir que yo, nosotros, el gobierno, nos enfocaremos en las prioridades que la gente nos impuso". Ése fue básicamente el mensaje de Tony Blair.

EC - ¿Los números más nuevos son los que yo mencioné o hay otros?

RB - Van contadas 622 circunscripciones, básicamente sí. El tema es que el sistema electoral británico no es proporcional al número de votos, o sea que en cada distrito el que obtiene la mayoría simple es el diputado que queda, los otros no tienen representación. Por eso la gente quizás no entienda que -si bien el laborismo consiguió poco más de 36,3 por ciento, frente al 40 por ciento que tuvo en las elecciones anteriores-  va a tener igual la mayoría de las bancas.

EC – Pero ¿va a tener mayoría absoluta?

RB - Sí. El sistema funciona de esa forma. En efecto, el laborismo tiene mayoría absoluta. Pero dentro de ese grupo también están legisladores laboristas de tendencia más de izquierda o rebeldes que -seguramente en algunos temas controvertidos-  van a votar en contra de Blair. O sea que, en algunos casos, va a tener bastantes problemas evidentemente.

EC - Va a gobernar de manera dificultosa, vaticinan los analistas. ¿Qué es lo que se pronostica? Se sostiene por ejemplo que es probable que no complete su mandato.

RB - Algunos analistas han coincidido en que el principal objetivo de Blair sería impulsar el apoyo a la Constitución europea y aparentemente luego cedería el poder al número dos, que es Gordon Brown, actual ministro de Economía. Pero eso podría ser dentro de un año, cuando se prevé que se convoque el referéndum para el tema de la Constitución europea.

EC - Tú recordabas las declaraciones de Tony Blair evaluando el resultado, entre otras cosas, entendiendo que en esos números y en esa reducción de la mayoría del laborismo hay un mensaje de la población. ¿Cuál sería ese mensaje?

RB - El mensaje es que el sistema casi presidencialista que ha establecido Blair ya no corre más y que de ahora en más va a tener que atenerse a lo que las bases piensan. Sobre todo hay que tener en cuenta que aquí las elecciones se pelean distrito a distrito y que la gente vota a su representante, no al líder del partido. Y creo que el mensaje le quedó claro: o te atenés a lo que te pedimos o te vamos a sustituir. Y ahora esa situación es muy posible porque el número de legisladores pro Blair se ha reducido considerablemente y si se suman las voluntades de los conservadores, de los liberaldemócratas y los laboristas ya está en minoría.

EC - ¿El punto crítico son las "mentiras" en la etapa previa a la invasión de Irak?

RB - Ése fue uno de los elementos clave. La gente ya no le cree, ya no tiene tanto nivel de credibilidad como tenía en 1997. Un ejemplo es que en Down Street, a diferencia del primer triunfo laborista de mayo de 1997, cuando estaba repleto de gente celebrando, hoy hay solamente periodistas, no había nadie festejando el triunfo laborista.

EC - ¿Qué cabe esperar entonces en los primeros tiempos de este nuevo período?

RB - Se prevé que hoy se anuncien cambios en el gabinete, los principales allegados a Blair se mantendrían allí. Se cree, por ejemplo, que Jack Straw se va a mantener en la Cancillería, que el ministro de Defensa sea sustituido... Blair dijo que su nuevo gobierno se va a enfocar en una economía fuerte, incluso en la asistencia para el acceso a la vivienda, la salud, la educación, el control de la inmigración y la seguridad. En algún momento mencionó a Irak, dijo: "escuchamos lo que la gente dijo, pero dejamos el tema atrás y miramos hacia adelante". Trató de dejarlo un poco de lado.

EC - ¿Algún otro detalle que valga la pena añadir en este momento, ya con los números pero sin el resultado completo?

RB - Digamos que tanto los conservadores como los liberaldemócratas están bastante contentos con el resultado. Por ejemplo, el líder del Partido Liberal Demócrata, Charles Kennedy, dijo que era muy bueno que se abriera una etapa de tripartidismo en el Reino Unido, hasta ahora liderado solamente por dos grandes fuerzas políticas, porque eso va a beneficiar en gran medida a la democracia británica.

Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe