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La Constitución europea sumó su segundo rechazo

Junto al francés del domingo, la Constitución de la Unión Europea sumó este martes el segundo "No", esta vez en Holanda. Si bien esto no pone en juego la integración, sí abre incertidumbre respecto a ese texto y algunos avizoran una Europa más proteccionista. Contacto con el periodista Mariano Andrade, desde Bruselas.

(Emitido a las 8.26)

EMILIANO COTELO:
Vamos a mirar a Europa, deteniéndonos en las novedades que surgieron con fuerza ayer en Holanda. Ese país dio un contundente No a la Constitución europea, concretamente el 61,6 por ciento de los votantes rechazó el tratado, frente a 38,4 que le dio el Sí, de acuerdo a lo que indican las cifras oficiales finales.

El primer ministro holandés reconoció rápidamente la derrota del Sí y aseguró que se sentía decepcionado. "Los ciudadanos nos han dado una señal inequívoca y la respetaremos", dijo anoche.

Después de Francia, Holanda se convierte en el segundo país de la Unión Europea cuya población rechaza el proyecto de la primera Constitución de la Europa unida, lo que, dicen los analistas, sume al tratado en una profunda crisis.

El dato ha sorprendido a los expertos, al igual que la elevada participación que se registró en la conducta de ayer, que fue de 62,8 por ciento.

Vamos a dialogar con Mariano Andrade, corresponsal de la agencia France Press en Bruselas, la capital de Bélgica, pero, como quien dice, la capital europea también.

Mariano, yo dije "capital europea", aunque eso en los hechos no es formalmente real, pero ahí en Bruselas se encuentran las sedes de las principales instituciones de la Unión, como la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo.

MARIANO ANDRADE:
Es así, si bien no es oficialmente la capital europea, porque la Unión Europea sigue siendo todavía una construcción, Bruselas oficia como el centro de las instituciones europeas. La comisión que es el núcleo de trabajo de Europa funciona aquí en Bruselas, el Parlamento trabaja ciertas veces en Bruselas y otras en Estrasburgo, y el Consejo de Europa, que se reúne una o dos veces por mes y dos veces por semestre en forma de cumbre, también funciona aquí en Bruselas.

EC - Por eso nos interesaba conocer el ambiente, las reacciones, nada menos que en esa ciudad ante este nuevo No a la Constitución europea. Antes vayamos a lo que pasó estrictamente en Holanda.

El referéndum de ayer no era vinculante, pero el Parlamento holandés había adelantado que respetaría el pronunciamiento popular cuando tuviera que votar la ratificación de la Constitución europea, había puesto como único requisito que la participación fuese alta, y lo fue, fue de 62,8 por ciento.

MA - Exactamente. Los principales partidos holandeses habían acordado que si la participación superaba el 30 por ciento iban a tener en cuenta la opinión de la gente, aun cuando el referéndum no era vinculante. La participación fue extremadamente alta, de más de 60 por ciento y el No fue masivo: 61,6 por ciento. Por lo tanto el Parlamento holandés debería, según la promesa de los dirigentes políticos, rechazar la Constitución europea.

EC - ¿Cuál fue el mensaje detrás de este No holandés? ¿Por qué los holandeses rechazaron el proyecto de Constitución?

MA - El mensaje de los holandeses, tal como decían ayer algunos responsables europeos acá en Bruselas, no es el mismo de los franceses. Para los holandeses algunas cuestiones como sobre todo los temas de la inmigración y de la ampliación de Europa a Turquía, han tenido mucha importancia, así como también ciertos aspectos económicos vinculados con el euro y con el encarecimiento de la vida en Holanda desde que este país, de unos 10.000.000 de habitantes y que tiene un alto nivel de calidad de vida, ingresó en la unidad monetaria.

EC - ¿También se veía entre los impulsores del No una inclinación liberal del texto de la Constitución europea?

MA - Muchos de los países fundadores de la Unión Europea dicen que el texto de la Constitución es de tendencia liberal. Esto es muy difícil de probar, por supuesto; el texto es muy complejo, son casi 500 páginas en las que en realidad no se avanza mucho con respecto a ciertos temas.

La visión de que se está yendo en una dirección liberal tiene que ver más que nada con ciertas ideas que se impulsan desde Bruselas, como por ejemplo la de liberalizar los servicios, lo cual implicaría el acceso al mercado comunitario de todos los profesionales de los países del Este que, por supuesto, podrían ofrecer sus servicios por un monto mucho menor al que exigen los profesionales de los países fundadores de la Unión europea. Esto provoca temor porque puede haber una pérdida de empleo especialmente para cierta mano de obra calificada.

EC - Como ocurrió en Francia, este resultado electoral de ayer en Holanda marcó un gran contraste entre el voto de la ciudadanía y las posiciones de los parlamentarios. Si mis datos están bien, de los 150 diputados holandeses sólo 22 estaban abiertamente por el No.

MA - Tenés razón también en este punto, los dos referéndum, tanto el francés como el holandés, han marcado la distancia que existe entre la elite política europea y la población. Es un fenómeno que se venía viendo desde hacía varios años, Bruselas sigue siendo vista como un centro demasiado distante para la gente común, un lugar donde se toman decisiones muy, muy técnicas, que la mayoría de la gente no comprende pero que tienen una influencia muy directa en su vida diaria.

EC - En teoría el proceso de ratificación de la Constitución Europea debe seguir adelante; después de todo, además, ya tenía nueve aprobaciones. Pero todo el mundo coincide en que estos dos No ocurridos en menos de una semana, uno nada menos que en Francia y otro en Holanda, en ambos casos por márgenes muy contundentes, han generado una gran incertidumbre sobre el futuro de ese texto, de esa Constitución europea. ¿Se vislumbra alguna decisión oficial que dé por muerto ya a este texto?

MA - Por lo pronto la inquietud de los dirigentes europeos es que no haya decisiones unilaterales, como por ejemplo se comenta podría tomar Gran Bretaña de anular su referéndum. Lo reiteró ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso y lo ha dejado trascender el presidente de la Unión Europea en ejercicio, Jean-Claude Juncker, el primer ministro luxemburgués. La idea es esperar por lo pronto hasta los días 16 y 17 de junio, cuando se va a llevar a cabo la cumbre europea aquí en Bruselas, en la que van a estar presentes los jefes de Estado y de gobierno de los 25 Estados miembro. La intención es llegar a ese plazo sin que ningún país se baje del proceso de ratificación.

Por otra parte te señalo que hoy Letonia se convirtió en el décimo país en ratificar la Constitución, fue el Parlamento letón por una amplia mayoría el que aprobó el texto constitucional.

EC - Hoy se reunía el Europarlamento para analizar el nuevo escenario. ¿Ya tuvo lugar ese debate?

MA - El debate está teniendo lugar en este momento, comenzó por la mañana, se va a llevar a cabo hasta la tarde; en este momento es la 1.30 en Bruselas, así que por lo pronto hasta las 5, 6 de la tarde no habrá novedades al respecto. De todas maneras el Europarlamento sigue siendo la institución europea con menor poder de influencia a la hora de la toma de decisiones.

EC - Decíamos que no está claro qué implican estos No para el futuro del proceso de ratificación de la Comisión Europea. Pero esos No, el francés y el holandés, han abierto una serie de preguntas sobre el futuro mismo de la Unión Europea. Obviamente nadie habla de dejar sin efecto la integración, lo hecho hasta ahora mantiene vigencia, pero sí se debate sobre la orientación de esa integración. Por ejemplo, ¿se puede volver a una Europa más cerrada, más proteccionista que la que venía insinuándose últimamente?

MA - Es el temor de la parte más liberal de Europa, que se produzca un regreso al proteccionismo, sobre todo en Francia, Alemania o Italia, países que están atravesando una coyuntura económica bastante difícil, donde el desempleo es bastante alto con respecto a los valores europeos; quizás no con respecto a los valores que conocemos en América Latina o que se pueden conocer en África y en Asia, pero sí con respecto a Europa.

El temor a un regreso al proteccionismo existe. No es que el futuro de Europa sea incierto, por lo pronto la integración va a continuar, pero creo que va a haber todo un período de reflexión sobre la velocidad y el alcance que debe tener esa integración.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe