El Instituto Iberoamericano de Berlín
La tercera mayor biblioteca sobre América Latina en el mundo está en Berlín. Andrés Gil la recorrió y contó, entre otras cosas, que destina 11.000 dólares anuales para la compra de libros editados Uruguay.
(Emitido a las 7.54)
EMILIANO COTELO:
¿Cuál fue tu última visita? Has quedado muy impresionado con ella, ¿no?
ANDRÉS GIL:
Ah, la actividad de la mañana de hoy ha sido absolutamente fascinante.
EC - ¿Dónde estuviste?
AG - Estuve en el Instituto Iberoamericano, un centro que tiene la tercera biblioteca en el mundo sobre temas de América Latina y la más importante a escala europea; algo así como "la Meca" en Europa en temas de cultura, historia, geografía, política sobre nuestro continente. Repasemos: en primer lugar en el mundo está la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en segundo lugar está la biblioteca de la Universidad de Texas y en tercer lugar está el Instituto Iberoamericano de Berlín, que para tirar algunos números, tiene una colección de 830.000 libros, que crece a un ritmo de 20.000 ejemplares por año a partir de legados, herencias y compras. Además tiene unos 28.000 tipos de revistas diferentes de toda Iberoamérica, 5.000 de las cuales tienen suscripciones activas y se actualizan regularmente; tienen una mapoteca sobre América Latina con 67.000 mapas; un archivo de fotografías de entre 80.000 y 100.000, incluso con fotos en una tecnología muy vieja de diapositivas en cristales que se usaba sobre fines del siglo XIX; como si esto fuera poco, un denso archivos de recortes de prensa. Es algo absolutamente apasionante porque uno puede encontrarse con las cosas más insólitas y más cercanas a uno, bien a mano de cualquiera que esté interesado, y organizadas mediante un sistema informatizado muy eficiente.
EC - De Uruguay en particular, ¿con qué te encontraste?
AG - Hay fotos curiosísimas, iba a dejar esto para el final porque hay un cuento muy interesante respecto de cómo se trabaja para tener acceso a todos estos materiales. Pero por ejemplo, me encontré con una biografía de Pivel Devoto, con un libro sobre la vida de Aparicio Saravia, con un mapa de Aceguá muy detallado, con un mapa con las principales rutas turísticas de Uruguay. Es absolutamente inabarcable y es increíble que eso esté instalado acá en el medio de Berlín.
EC - ¿Cuál es la actividad que se desarrolla a partir de todo ese capital cultural? ¿Qué pasa en el Instituto Iberoamericano de Cultura?
AG - Claro, porque lo más interesante es que esto no es sólo una biblioteca; la misma está integrada a un centro de investigación que se dedica a intercambiar material académico y cultural con toda América Latina, España y Portugal, con un pequeño grupo de investigadores un historiador, un politólogo, un etnógrafo y una socióloga que se dedica al estudio de la literatura, y al mismo tiempo atiende a los becarios, organiza congresos. Sólo a modo de ejemplo, esta semana está corriendo uno congreso que refiere al plurilinguismo en los países de América Latina; otro sobre globalización e identidad de los pueblos de América Latina; otro sobre las relaciones entre América Latina y Alemania; y uno que busca indagar a propósito de la reflexión sobre el Holocausto en América Latina, en un proyecto que se está empezando a desarrollar y para el cual están buscando más fondos y más investigadores para trabajar este tema.
Tienen varias publicaciones: por ejemplo la Revista Iberoamericana que sale cuatro veces por año y que repasa estilos literarios, estudios históricos y sobre ciencias sociales. Pero además fomentan actividades culturales: hacen aproximadamente 200 actividades por año, congresos, conferencias, pasan películas, hacen lecturas, etc. Para esto trabajan en cooperación con otras instituciones, como embajadas, o por ejemplo el Instituto Cervantes; además tienen una sala para 500 personas para hacer estas actividades. Al mismo tiempo, por si todo esto fuera poco, tienen un área de asesoría para tomadores de decisiones en temas de política y cultura, que funciona como una especie de "think-tank" con el cual se hacen trabajos sobre los hechos políticos en Alemania, pero al mismo tiempo se generan grupos de interés, de discusión sobre temas específicos. Realmente es inabarcable y es absolutamente fascinante y apasionante.
EC - Nos ibas a contar algo en especial, una anécdota que tenías que tiene que ver con Uruguay.
AG - Antes que nada te agrego un dato interesante. Aquí trabajan 63 personas en forma fija. En materia presupuestal, el 75 por ciento lo financia el gobierno central de Alemania y el 25 por ciento restante los estados alemanes, con un presupuesto que se ubica en el entorno de los 750.000 euros por año.
Esto me sirve para ingresar en el tema del vínculo con Uruguay, porque el Instituto tiene un rubro destinado a cada país para la compra de títulos publicados y de trabajos monográficos. Con Uruguay tiene un convenio firmado con Linardi y Risso a través del cual dedica 11.000 dólares anuales a la compra de absolutamente cualquier libro que se edite en Uruguay, además de trabajos monográficos y estudios académicos. Utilizan el concieminto del mercado de Linardi y Risso y dejan a su criterio que envíen lo que estimen que corresponde, pero al mismo tiempo si un año hay material que va más allá de esos 11.000 dólares, se puede negociar alguna compra adicional. Es muy interesante. En ese sentido se nota porque hay material muy reciente, por lo pronto al entrar me encontré con una edición de El Observador de hace algunos días, con una colección de Búsqueda fotocopiada, muy bien archivada, encuadernada..
Además ellos están en un proceso de digitalización de algunos materiales, todo lo que resulta de lo que es publicable, porque tienen un respeto importante por el derecho de autor.
Por último te cuento que les preguntamos cuántas personas van a leer libros, y nos dijeron que van unas 200 personas por día, que no nos podían dar los porcentajes de latinoamericanos ni sobre los temas que se tratan por las limitaciones del hábeas data, a partir de la cual no se puede hacer estadísticas ni revelar información sobre estos temas; de todos modos, nos dijeron que más o menos la cuarta parte de las personas que visitan el instituto son de América Latina, y la mitad de habla hispana y la otra mitad que manejan otros idiomas.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe