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China da nuevos pasos en la privatización de sus empresas públicas: un negocio de 200.000 millones de dólares

Informe de En Perspectiva

Que la economía china está creciendo a un ritmo impresionante, a esta altura ya no es ninguna novedad. Tampoco lo es el hecho de que el mundo esté cada vez más pendiente de las novedades que se generan en referencia a ese crecimiento.

Y es que, como todos saben, la amplia mayoría de los analistas coinciden en que China será uno de los grande motores de la economía mundial en los próximos años.

Es por eso que aquí EN PERSPECTIVA hemos pretendido darle una nueva mirada al "gigante asiático", a partir de una novedad que se conoció hace muy pocos días. Para eso vamos a tomar como base un par de artículos de EL PAIS de España y del diario argentino CLARIN, complementados con consultas que nuestra producción realizó con analistas calificados.

Un "paquete" de 200.000 millones de dólares

Según el diario EL PAIS, "el Gobierno chino dio el lunes un nuevo paso  en el proceso de privatización de su economía. Pekín venderá participaciones en 42 de las principales compañías estatales, que convertirá en acciones negociables en los mercados, según los planes detallados por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores".

Concretamente, el valor de los títulos que se pondrá a la venta se estima en unos 200.000 millones de dólares, aunque aún no se han concretado los plazos de esta operación. Entre las compañías que el Gobierno prevé privatizar figuran Baosteel (el primer fabricante de acero chino y cuarto de Asia), Yangtze Power (operadora de la presa de las Tres Gargantas, el mayor complejo hidroeléctrico del mundo) y la firma de intermediación bursátil Citic Securities. EL PAIS agrega que las otras 39 representan un amplio abanico de la industria que conforma la séptima potencia económica mundial.

A modo de ejemplo, y para tener una idea de cuán tentadora puede ser esta oferta para los grandes capitales internacionales, CLARIN informa esta semana que el Bank of America anunció al cierre de la semana pasada que "participará con 2.500 millones de dólares en el Banco de Construcción de China, en lo que viene a ser la mayor inversión de una sola empresa extranjera en una compañía china. El de Construcción es uno de los 4 grandes bancos estatales chinos".

Y CLARIN agrega el caso del "gigante siderúrgico estadounidense Alcoa adquirió la totalidad de la firma SLIEC de Shanghai (ya poseía el 60% de la empresa) y con ella abastecerá a los mercados asiáticos de equipos para embalajes, el sector en el que opera la empresa".

Con este paso, las autoridades chinas pretenden reducir la influencia que tiene el Estado sobre una Bolsa que está dando una dura lucha por levantar cabeza, y al mismo tiempo mejorar la eficiencia de estas compañías, a través de la entrada de inversores privados. Al extremo que el propio gobierno ha reconocido que el control público sobre las empresas cotizadas es uno de los principales factores de la mala evolución de los mercados chinos.

La nota de EL PAIS agrega que "cientos de firmas públicas - entre ellas estas 42 - cotizan en las dos bolsas con que cuenta China continental: Shanghai y Shenzhen. Pero hasta ahora, su presencia estaba limitada a un tercio del capital. Los otros dos tercios eran títulos "no negociables", en manos del Estado. Los inversores extranjeros tienen prohibido adquirir el principal tipo de acciones emitidas por las compañías chinas, las llamadas acciones A. El anuncio realizado el lunes sigue al programa piloto puesto en marcha el mes pasado con otras cuatro empresas".
Pekín advirtió, sin embargo, que no habrá liberalización total, ya que se "mantendrá el control en sectores sensibles", figurando en el primer plano el de las telecomunicaciones.

En cuanto a las posibilidades de éxito de esta operación, los analistas consideran que mientras grupos como Baosteel o Citic Securities no tendrán problemas para encontrar inversores, ya que se trata de dos de las compañías mejor gestionadas del país, no ocurrirá lo mismo con otras, que son vistas como opciones poco interesantes, agrega la crónica del diario EL PAIS.

ANALISIS. Un paso más en un proceso de largo aliento

Para decodificar esta noticia y saber qué importancia real reviste, EN PERSPECTIVA consultamos al economista chileno, Osvaldo Rosales, a quienes, ustedes recordarán, entrevistamos hace poco aquí, En Perspectiva. Rosales es director de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL. Antes, entre marzo de 2000 y fines del año pasado, había sido director general de Relaciones Económicas Internacionales en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.

El economista chileno aseguró que esta es una novedad muy importante que debe ubicarse en línea con otros desarrollos que apuntan en la misma dirección.

"Esto es una tendencia gradual pero creciente al cumplimiento de China con los compromisos que asumió al momento de ingresar a la OMC. Esto tiene que ver no solo con aranceles con disciplina administrativa, sino también con competencia en los mercados y el establecimiento de certidumbre jurídica en las decisiones de inversión. Hay que recordar que hace un par de meses - a mediados del año pasado, en rigor - el Comité Central del Partido decidió también la incorporación del Derecho a la Propiedad Privada como un artículo de la Constitución. Eso también va en la misma dirección de generar mayor certidumbre para las decisiones de inversión y al mismo tiempo da cuenta de la necesidad del propio Estado chino de ir introduciendo mayor eficiencia en el desempeño de estas compañías, toda vez que varias de ellas tienen magnitud tal que puede codearse con otras grandes a nivel mundial".

Rosales aseguró que este movimiento del gobierno chino, seguramente generará un impulso importante al crecimiento económico del país, que ya es elevado.

"Si estamos hablando - ¿no es cierto? - que las acciones que se cotizarían en virtud de la venta parcial de estas empresas es de 200.000 millones de dólares, claramente eso va a permitir recursos frescos para que estas empresas puedan movilizar su gestión en materia de bienes de capital, acceso a tecnología, de asesoría internacionales que van a permitir reforzar su competitividad, sin ninguna duda. Y por lo tanto el nivel de crecimiento ya elevado que tiene la economía China", dijo Rosales.

Rosales advirtió que América Latina debería aprovechar este impulso chino, que puede acentuarse a partir de esta noticia, e incorporarlo rápidamente a las "agendas de desarrollo, como desafíos a abordar".

"El tema chino, no es solo el desafío textil. Es la gestación de ventajas competitivas, primero en productos de tecnología baja, pero ahora también en productos de tecnología intermedia. Y ahora hay otras dimensiones que es la masiva competencia de China en los mercados internacionales, ya no solo por inversión extranjera directa sino también por inversiones en acciones", agregó Rosales.

El economista Rosales dijo que es importante también analizar, no solo la inversión exterior en China, sino, la capacidad de inversión de China en el exterior. En este sentido, destacó el anuncio que se conoció ayer de la empresa petrolera china "China National Offshore Oil Corporation", sobre su interés de adquirir UNOCAL, una de las petroleras californianas más importantes.

"La gracia de esta historia, es que había ya un compromiso de UNOCAL para ser vendida a Chevron, por 16,4 billones - es decir, 16.400 millones - y lo que los chinos están ofreciendo son 18.5 billones. Pero más allá de esa anécdota, lo que acá vale la pena destacar es la capacidad de una empresa china, de competir de igual a igual por la compra de un gigante petrolero norteamericano, en el propio mercado norteamericano. Entonces todo eso va generando un cuadro en el que ya no tiene sentido ver a China solo como un proveedor de bienes intensivos de mano de obra barata. Aquí estamos viendo un país que compite no solo en traer inversiones sino también en invertir en EE.UU. en abrir su bolsa a flujos masivos de capital para modernizar la gestión de sus empresas estatales".

La visión desde Uruguay

EN PERSPECTIVA también nos interesaba conocer la opinión de quienes, desde Uruguay, miran a China de cerca.

Un directivo de la Cámara de Comercio Uruguay - China, que prefirió no ser identificado, dijo a la producción del programa que el proceso que está recorriendo ese país, de apertura hacia la participación privada en su economía, es muy relevante, no solo para la economía mundial, sino también para los negocios que Uruguay mantiene con China.

Actualmente el comercio con China representa, en total, unos 300 millones de dólares anuales. La fuente indicó que en los últimos años se ha diversificado mucho la variedad de los productos que Uruguay está enviando hacia ese país. Tradicionalmente, Uruguay exportaba hacia China lana, cuero y pescado. En los últimos años, sin embargo, gracias a las negociaciones que se han llevado a cabo, principalmente, entre ambos gobiernos, se ha conseguido un comercio fluido de otros productos como citrus, arroz, lácteos, madera, carne y ganado en pie.

El directivo reconoció que es probable que no se noten cambios inmediatos con respecto al comercio con Uruguay. Sin embargo admitió que el hecho de que las empresas públicas chinas den entrada a la participación privada, sin duda, determinarán un cambio en la manera de ver y hacer los negocios. Esto, según la fuente, podría redundar en una relación más beneficiosa.