(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
Nos ubicamos en España, porque en la madrugada de hoy, hora de Galicia, la Junta Electoral de Pontevedra ratificó la decisión final del voto emigrante en esa provincia, y con ella vino la resolución al más largo y polémico proceso electoral vivido nunca por la autonomía gallega.

El recuento de votos confirmó que el Partido Popular (PP) del histórico líder político gallego Manuel Fraga perdió la mayoría absoluta, y por ende perdió también la presidencia de la Xunta, tras 15 años de gobierno ininterrumpido.

Con el 100 por ciento de los votos de la emigración escrutados el Partido Socialista de Galicia (PSG) ganó el llamado escaño de oro que le permitirá a la coalición que formará con los nacionalistas gallegos hacerse con la mayoría absoluta de 38 escaños en el Parlamento regional, de 75 diputados.

El líder del PSG, Emilio Pérez Touriño, dijo anoche, cuando ya se perfilaban estas conclusiones: "Las urnas han hablado, votaron por el cambio".

(Audio)

"EMILIO PÉREZ TOURIÑO:
Podemos afirmar que o voto dos emigrantes ratifica e confirma a decisión expresada por os galegos e as galegas o domingo 19 de junio a favor do cambio en Galicia. Estou, en consecuencia, altamente satisfeito do apoyo acarado por o Partido Socialista no voto emigrante. As urnas falaron, os galegos e as galegas votaron por o cambio. Confórmase, pois así, uma nueva mayoría electoral e tambén uma nova bateria parlamentaria por o cambio en Galicia".

(Fin.)

EC – Para conocer cómo ha impactado este resultado en la propia Galicia, estamos en contacto con Aída Pena, periodista de Cadena Ser, Radio Galicia.

***

EC - ¿Dónde te hemos encontrado exactamente?

AÍDA PENA:
Ahora mismo estoy en la radio, estamos preparando ya el informativo Hora 14, que empieza para nosotros a las 2.05.

EC – Cuéntanos algo a propósito de cómo está el tiempo en estas épocas allí en Galicia.

AP – Debería haber un sol maravilloso porque estamos en verano, debería haber una temperatura estupenda, pero con el cambio político ha llegado también el cambio meteorológico, y como decía Fraga en la campaña, después el diluvio; pues hoy ha diluviado y hace un día absolutamente lluvioso, con temperatura fresca, nada que ver con el verano.

EC – Efectivamente reinaba una expectativa fuerte en torno a esta definición de ayer, ¿no?

AP – Pues sí. Imagínate: las elecciones se celebraron el 19 y a muchos se les quedó la sonrisa congelada porque perfilaban un cambio pero a expensas de lo que dijeran por fin los emigrantes, y la noche de ayer era como la segunda jornada electoral, esperábamos de la misma manera. Al final no ha habido cambios en el panorama respecto de lo que habían dicho las urnas el día 19, con lo cual lo que sí hay es cambio político pues, después de mucho tiempo, después de 15 años de gobierno de Manuel Fraga.

EC – Aquí en Uruguay esta elección de los gallegos despertó también mucho interés, porque, como se sabe, la colonia gallega radicada en nuestro país es importante. Y mucho más cuando se supo que, justamente, el escaño de oro se definía en función del voto emigrante, sobre todo de las colonias más fuertes, que son las de Venezuela, Argentina y Uruguay, en ese orden, según tengo entendido.

AP – Sí. Aquí eso también provocó una gran polémica, porque el titular que dejaba la jornada electoral del 19 era: los emigrantes deciden el futuro gobierno gallego. Hubo quien dijera que no era justo que gente que no vivía aquí decidiera lo que iba a ocurrir aquí en los próximos cuatro años. Pero finalmente los políticos entraron en razón y dijeron que esas son las reglas de juego que hemos tenido siempre y no es justo decir ahora que no sirven.

EC – Todo estaba centrado en Pontevedra por ese diputado que en principio, con el resultado del propio día de los comicios, le correspondía al PSG pero que el PP esperaba recuperar con el recuento de los votos del exterior. Eso no ocurrió y entonces se da esta situación: el PP fue el más votado, por sí solo obtuvo 37 escaños, pero para tener mayoría absoluta necesitaba tener 38, y esos son los que consiguen, sumados, el PSG y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), que tienen 25 y 13 respectivamente.

AP – Sí. Frente a ese argumento, que es el utilizado por el PP, que dice que sigue siendo el partido más votado y que tiene más apoyo social en Galicia –y de hecho si analizamos el conjunto de las tres fuerzas políticas es así–, tanto desde el BNG como desde el PSG se dice que la sociedad gallega apoyó el cambio, apoyó una alternativa de izquierdas, puesto que entre el PSOE y el BNG tienen más votos y más escaños que el PP

EC – Esa era la pregunta siguiente: la coalición entre los socialistas gallegos y el BNG, ¿tiene coincidencias efectivamente o es una coalición contra Fraga?

AP – Tiene coincidencias porque son dos fuerzas políticas de izquierda. Digamos que juegan en campos diferentes porque el BNG, como su propio nombre indica, es una fuerza política de ámbito nacionalista en la que prima sobre todo el interés de esta tierra, no tiene otras ramificaciones fuera de Galicia; y el PSOE también es un partido de izquierda, socialista, pero se define como galleguista más que como nacionalista. A lo mejor ahí hay alguna diferencia que tendrían que dejar al margen para poder pactar; quizás tengan menos problemas cuando hablen de política social, de política de empleo o de política económica, ahí sí hay un campo de juego común que pueden utilizar para negociar el pacto que necesitan para gobernar en Galicia.

EC - ¿Por dónde vienen los cambios? ¿Qué es lo que se vislumbra que puede implicar este nuevo gobierno a diferencia del de Manuel Fraga Iribarne?

AP – En este momento es difícil decirlo. El líder socialista Emilio Pérez Touriño estuvo esta mañana en la radio con nosotros, vino a hacer una entrevista con Iñaki Gabilondo, un periodista muy popular y muy famoso en España, y decía precisamente que para él lo fundamental era la política social, también el empleo y fortalecer el autogobierno de Galicia. En ese sentido se puede notar algún cambio. Decía también que es necesario modernizar la sociedad y –no sé si habéis escuchado una palabra que repite constantemente el presidente del gobierno español, José Rodríguez Zapatero, que es talante –tener un cambio de talante-, Pérez Touriño se apunta a ese cambio que viene proponiendo Zapatero.

EC – Un poquito más de precisión sobre qué significaría cambio de talante.

AP – Zapatero lo utilizaba cuando asumió el poder, que tenía antes José María Aznar; decía que el PP y José María Aznar habían crispado mucho a la sociedad española, como que gobernaban riñéndonos; él quiere gobernar de forma calmosa, tranquila, dialogando, pactando. Eso sería el cambio de talante. En el caso de Galicia evidentemente se necesita el pacto, el diálogo, se necesita lo que aquí llamamos la mano izquierda, se necesita la diplomacia, ese sería el talante.

EC – Cuéntanos cómo han sido las repercusiones en estas primeras horas posteriores a la confirmación del resultado, tanto a nivel político como entre la gente.

AP – El resultado es muy ajustado, hay 38 diputados de PSOE y BNG, y 37 del PP, y eso también se traduce en las expresiones que se ven en la calle. Hubo de madrugada militantes socialistas y nacionalistas celebrando el triunfo de sus fuerzas políticas con gritos de "Touriño presidente"; en fin, ha habido bastante movilización. Y me decía el compañero que estuvo ayer en Pontevedra en el recuento de la Junta Electoral que en el PP sólo había que verles las caras a los líderes políticos de ese partido. Es la cara que les habrá quedado a los militantes populares, ha sido mucho tiempo de gobierno y supongo que es difícil asumir que hay que dejar.

En cuanto a lo político, de momento en el PSOE hemos visto mucha tranquilidad, parecía que lo tenían más o menos asumido después del 19. Emilio Pérez Touriño decía, por ejemplo, que se sentía con mucha responsabilidad. En el Bloque hay la expectativa sabiendo que tienen que pactar y que tienen que empezar a poner sus condiciones encima de la mesa. Y en el PP hay 300 altos cargos que van a tener que dejar los espacios, lo que supongo que siempre cuesta.

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Transcripción: María Lila Ltaif
Edición: Mauricio Erramuspe