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Las primeras impresiones tras los atentados en Londres

"No hay nada más obsoleto que leer los titulares de los diarios de esta mañana", dijo el politólogo uruguayo Francisco Panizza desde Londres. Es que mientras la prensa celebra la elección de esa ciudad como sede Olímpica para 2012, una serie de atentados conmociona la capital inglesa. Como primer análisis, Panizza se preocupó por las repercusiones en la relación con los numerosos árabes que viven en Inglaterra.

(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
El primer ministro británico, Tony Blair, confirmó que la capital ha sido blanco de una serie de atentados terroristas que, entiende, fueron planificados para que coincidieran con la cumbre del G8 en Escocia.

Estos atentados han dejado muertos, pero todavía no hay cifras oficiales al respecto. De todos modos en este momento un cable de la agencia France Press que llega desde Roma dice que al menos 50 muertos provocaron los atentados en Londres, según aseguró el ministro italiano del Interior, Giuseppe Pissano, citado a su vez por la agencia de prensa ANSA.

Algunas repercusiones: el primer ministro Tony Blair decidió regresar a Londres, abandona la cumbre en Gleneagles, Escocia, donde se celebra la reunión del G8, pero ésta continuará sin la presencia de su anfitrión.

Vamos a tratar de ingresar al terreno del análisis de estos hechos. Para eso la comunicación es ahora con el politólogo uruguayo Francisco Paniza, profesor en la London’s School of Economics.

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Francisco, antes que nada, ¿tienes alguna novedad de último momento?

FRANCISCO PANIZZA:
La información oficial que tenemos hasta ahora es que hubo siete explosiones, seis de ellas en estaciones del metro, del subterráneo, y una en un ómnibus de recorrido turístico en el centro de Londres.

Te oía por línea y decías que la agencia italiana hablaba de 50 muertos. La información oficial confirmada hasta ahora dice que hay solamente tres muertos, pero no cabe ninguna duda de que esa cifra va a ser mucho mayor cuando se tengan más noticias.

EC - Sí, basta observar el estado en que quedó el ómnibus, la bomba destrozó por completo su piso superior, levantando el techo.

FP - Efectivamente, en el caso del ómnibus la especulación –no hay una confirmación oficial– es que haya sido la obra de un bombardero suicida, lo cual de confirmarse señalaría la sospecha ya muy importante de que este incidente pueda tener alguna conexión con Al Qaeda.

EC - El parentesco con los hechos del 11 de marzo en Madrid salta de manera evidente y rápida, por el tipo de acciones, por la coordinación entre ellas y por el hecho de que eligiera a medios de transporte para las deflagraciones.

FP - Efectivamente, la similitud especialmente en el ataque a medios de transporte en horas pico es muy fuerte.

Para darte una nota personal, yo, como mucha gente, vivo afuera de Londres y viajo allí para mi trabajo, y después del 11 de marzo en Madrid, cada vez que uno viajaba en tren a Londres siempre tenía en la cabeza la vulnerabilidad, es imposible controlar miles de kilómetros de líneas de ferrocarril, de estaciones, etcétera. Con el paso del tiempo uno se va olvidando de esas cosas inevitablemente y hasta por sanidad mental. Efectivamente hoy una de las estaciones que fueron afectadas fue la de Liverpool Street, que es la estación donde yo llego.

Felizmente hoy iba a viajar más tarde. Cuando me estaba preparando para hacerlo llegaron las noticias de las explosiones y, por supuesto, cancelé mi viaje. Pero esto te vuelve a tener muy consciente de los riesgos que se viven en estos momentos.

EC - ¿Tú dices que de algún modo ustedes ya se habían quitado el temor de la cabeza?

FP - Estoy hablando en forma personal, es algo que uno lleva en el inconsciente, pero creo que efectivamente existe un acostumbramiento a la situación, no se puede vivir en el miedo y el temor, hay que seguir la vida, y creo además que esto es lo que va a pasar aquí en Londres, más allá del impacto enorme que esto está teniendo y que va a tener. Conociendo un poco la filosofía de los ingleses, es una sociedad, un pueblo que tiene una gran capacidad para aguantar estas cosas, de mantenerse, de no doblarse y de mostrar que la vida sigue. Creo que esa va a ser en parte la respuesta, es decir no va a ser una respuesta de pánico, una respuesta de miedo, va a ser una respuesta, diría, de un desafío tranquilo.

EC - Un último dato, ¿qué diferencia en el tiempo hubo entre las distintas explosiones?

FP - Las primeras noticias llegaron poco antes de las 9 de la mañana, y creo que no hubo una diferencia mayor de media hora, la última fue la del ómnibus en el centro de Londres, que debe haber sido a las 9.20, no más allá de las 9.30. Las explosiones en los trenes creo que fueron muy cercanas unas de otras.

EC - Ahora sí, ingresando en el terreno del análisis, si es que se puede, ¿cuáles son las conclusiones que están manejando, con la información disponible, los medios británicos? ¿Cuáles son tus interpretaciones?

FP - La obvia coincidencia es con la reunión del Grupo de los Ocho (G8) que tiene lugar en el día de hoy. Se puede señalar también el hecho de que a Londres se la haya señalado ayer como sede de los Juegos Olímpicos. No hay nada más obsoleto que leer los titulares de los diarios de esta mañana en gran triunfo, en gran alegría, en gran euforia, un sentimiento que además fue compartido por la gran mayoría de la población y lo que estamos viviendo ahora. Esa es la primera impresión que uno tiene viviendo acá.

EC - Parece difícil que un operativo como este, con esta serie de atentados, que tiene toda la huella de ser una serie de atentados terroristas, se haya planificado de ayer para hoy, o sea para coincidir con la noticia de que Londres será sede de los Juegos Olímpicos 2012.

FP - Por supuesto, creo que el gran objetivo desde el punto de vista político fue la reunión del G8, aunque no tiene lugar en Londres sino bastante lejos de aquí, en el norte de Escocia. Obviamente esto es una cosa que lleva años de planificación.

Me preguntabas por las repercusiones. Ciertamente es muy temprano para decirlo, pero una primera cosa que a uno le viene a la cabeza es que esta es una sociedad muy multicultural, con una población árabe muy grande, entonces, si se confirma –y debo decir y aclarar que no hay todavía confirmación, nadie que yo sepa se ha atribuido los atentados–, una primera interrogante que surge es cómo eso va a afectar las relaciones con la población de origen árabe, que es muy grande en muchas ciudades del país. Esta es una primera cosa.

En cuanto a la cuestión política, obviamente en estas situaciones lo que tiende a haber, como pasó en Estados Unidos después del 11 de setiembre, es un respaldo de todas las fuerzas políticas hacia el gobierno. Creo que esa va a ser la reacción inmediata.

Por otra parte esto está mostrando cuál es el grado de preparación que tienen los servicios de emergencia. El jefe de Policía hace ya mucho tiempo había dicho que un atentado en Inglaterra era inevitable, que no era una cuestión de "si" sino de "cuándo", y hoy sus palabras se hacen realidad. Y por eso mismo hay un plan de emergencia muy elaborado, muy preparado, y también se verá cómo responden los servicios de emergencia en esta situación.

EC - Veía una declaración que traía la agencia France Press a propósito de puntualizaciones que realizan voceros del IRA, señalando: "No tenemos nada que ver con esto que ocurrió".

FP - No creo que a nadie se le pueda ocurrir que haya sido el IRA. El IRA ha realizado atentados muy importantes en Londres –hace más de diez años que ya no los hace–, pero siempre fueron minimizando (el número de) víctimas. Por otro lado, y más importante, el IRA está a punto de disolver su brazo armado, es impensable que haya sido el IRA. Hay grupos disidentes del IRA que podrían pensar en algo así, pero no tienen la más mínima capacidad operativa para hacer una cosa como esta. Creo que lo del IRA está absolutamente descartado.

EC - Sí, esto tiene todo el aire de atentado con origen en Al Qaeda. Pero, como tú dices, hasta ahora nadie ha hecho un señalamiento preciso y firme en esa dirección.

FP - Efectivamente, esa es la especulación inevitable. Pero no hay confirmación hasta ahora.

EC - Para finalizar, ¿la incidencia en el G8? Más allá de la consecuencia que ya produjo, que es la decisión de Blair de abandonar la cumbre, ¿puede tener impacto allí mismo?

FP - Debo aclarar que el primer ministro Blair está viniendo a Londres en la tarde de hoy, pero dijo que regresaría a la reunión del G8 hoy en la noche. Lo que ha trascendido es que el G8 explícitamente ha decidido mantener la reunión, mantener las negociaciones, porque si la reunión se cancelara o se postergara eso sería considerado como darles una carta de triunfo a los terroristas. Por eso hay una decisión muy explícita de mantener la reunión.

El primer ministro Blair quiso hacer el contraste diciendo: "Mientras acá estamos tratando de resolver los problemas de la pobreza en África, hay gente que está haciendo estas cosas en el centro de Londres". O sea que la reunión se va a mantener. Los comunicados y los acuerdos, por supuesto, en su mayoría están prácticamente finalizados antes de que se haga la reunión, quedan siempre detalles de negociación para los líderes, pero no me cabe duda de que se van a emitir los comunicados habituales y va a haber un esfuerzo por darle un aire de continuidad a esta reunión.

EC - Claro, pero en principio estábamos todos pendientes de lo que ocurriera allí, incluso procurando seguirlo día a día, o cada mañana y cada tarde, y ahora la atención se corrió para otro lado.

FP - Efectivamente, esto ha dominado completamente –y seguramente lo hará por varios días– la opinión pública, el ambiente, y cambia absolutamente el clima en que se desarrolla esta reunión. El clima había venido precedido por todos estos conciertos, por la movilización de la juventud, por un gran entusiasmo en empujar la agenda de la pobreza, la agenda del cambio de clima. Esto cambia completamente la agenda, por lo menos en el corto plazo.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe