Londres, el día después de los atentados
Aún sin pistas concretas, la policía inglesa no descarta ninguna línea en su investigación de los atentados que ayer conmovieron Londres, informó el periodista de la BBC, Luis del Valle. El profesional también explicó la forma en que se ha cubierto el hecho desde la televisión británica.
(Emitido a las 7.38)
EMILIANO COTELO:
Hoy es el día después de los atentados de Londres. Por estas horas ayer empezaba a tomar forma la información a propósito de qué había detrás de las explosiones que habían empezado a tener lugar 8.51, hora de la capital británica.
Los londinenses afrontan el día después del mayor atentado terrorista contra su país desde la Segunda Mundial sin saber aún cuántas personas perdieron la vida. La Policía ha señalado que hay más de 50 muertos esto es lo más nuevo, y además advierte que hay cuerpos aún atrapados en los vagones de la estación de Kings Cross, una de las tres golpeadas por las detonaciones. De los heridos apenas hay información, no hay un listado y los familiares que buscan a un ser querido deben resignarse a dar sus datos por teléfono y los de la persona desaparecida, quedando a la espera de que se pongan en contacto con ellos.
Las autoridades británicas hablan de 700 afectados, 150 de ellos en estado grave, pero sus nacionalidades o nombres van surgiendo con cuentagotas. En las últimas horas se ha conocido que hay tres heridos alemanes y cuatro francesas, tres del autobús y una en la estación de Kings Cross, según han dicho el consulado galo y el Ministerio de Exteriores germano.
Vamos a tratar de obtener más detalles, más información de último momento en directo con Londres en diálogo con Luis del Valle, periodista de la BBC.
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Luis, cuéntanos antes que nada cuál es el ambiente en la ciudad, cómo están las cosas hoy, cómo han sido estas primeras horas del día, las que coincidieron con el traslado de la gente hacia el centro de la ciudad como ayer se trasladaban hacia el centro quienes terminaron siendo víctimas de los atentados.
LUIS DEL VALLE:
Sin duda una de las preocupaciones principales de las autoridades anoche y durante la madrugada de hoy fue tratar de restablecer el sistema de transporte, que colapsó en el día de ayer después de los ataques. Esta mañana los sistemas de transporte, tanto del metro como de los autobuses, se han restablecido lentamente, la mayoría de las estaciones de metro están abiertas y funcionando, así como los autobuses. Sin embargo se ha podido ver menos gente de lo normal en un día viernes laborable como hoy. A pesar de ello la gente con la que la BBC ha conversado es consciente de que la vida tiene que continuar, sabe que Londres fue atacada ayer pero había sido atacada antes de alguna otra manera, probablemente será atacada nuevamente y en todo caso lo que refiere es que la vida tiene que continuar.
EC - Justamente, iba a preguntarte si no había miedo en la gente a volver a subirse a un subte o a volver a tomar un ómnibus.
L del V - Sin duda, había algo de temor. Lo que pasa es que hay muchísima gente, cerca de 3 millones de personas, que depende del metro para trasladarse a sus lugares de trabajo y a sus residencias. Entonces prácticamente no hay otra salida que tomar el metro.
EC - ¿Nadie tomó la decisión de declarar hoy día libre para el trabajo?
L del V - No, no se tomó esa decisión y la gente ha tenido que trasladarse a sus lugares de trabajo con cierto temor, como han reconocido algunas personas que fueron entrevistadas por la BBC. Pero otras señalaban lo que te comentaba en el inicio: que la vida continúa, tiene que continuar, que en todo caso ceder a los temores es justamente uno de los objetivos de las personas que perpetraron los ataques y que no había que ceder ante ello.
EC - Ha llamado la atención en distintos puntos del mundo, en particular aquí, lo que se ha visto como una reacción muy pautada por la calma de los londinenses ante la tragedia de ayer. ¿Fue efectivamente así o fue esa la imagen que los medios de comunicación trasmitieron?
L del V - Es difícil establecer eso que señalas. La reacción natural de cualquier persona, esté en Uruguay o en Inglaterra, es de pánico ante un ataque o ante la explosión de una bomba, es indudable. Hay que reconocer que las autoridades de la ciudad ya habían realizado ensayos (de cómo actuar) ante un eventual ataque de este tipo. Obviamente nunca se sabe en qué momento la ciudad podría ser golpeada, pero las autoridades del servicio de transporte y la Policía ya tenían una idea de cómo reaccionar y cómo atender a las personas en caso de que sucediese algo así. Algunos señalaban que la tarea fundamental de las autoridades en las estaciones de metro que fueron atacadas fue justamente tratar de calmar lo máximo posible a las personas e incluso hablar de fallas en los sistemas eléctricos para no despertar el pánico entre la gente. Algunos analistas que han sido consultados por la BBC creen que esto ha contribuido a esa imagen que probablemente algunos nos hemos llevado de la calma con que la gente reaccionaba ante una situación como ésta.
EC - Yo te preguntaba si había sido así o si era lo que los medios habían mostrado porque también se ha discutido en estas horas a propósito de la cobertura informativa, sobre todo destacando que hace muy pocos días la propia BBC, donde tú trabajas, aprobó nuevas pautas éticas que en especial implican un cambio en el tratamiento de situaciones como ésta, un cambio orientado en primer lugar a no trasmitir en vivo, a tener un cierto retraso, de modo que sea posible filtrar aquellas imágenes más crudas y en general a no mostrar sangre, a no mostrar a las víctimas con su sufrimiento. ¿Qué hay de eso?
L del V - Efectivamente, lo que señalas es correcto, la BBC ha entrado en una política en el tenor de lo que tú señalas. Sin embargo esto es algo que ya forma parte de la tradición en la televisión británica y en la BBC, tiene que ver por una parte con lo que aquí en Gran Bretaña se considera como la ética periodística y la responsabilidad social de los medios de comunicación, y por otro lado hasta cierto punto tiene que ver con el enfoque que se da en la televisión a hechos de estas naturaleza.
Conversando hoy día en la mañana con algunos editores de la BBC se reconocía que también es una cuestión de enfoque el hecho de que por ejemplo una imagen con sangre o con rastros de sangre sobre una pared diga más o pueda expresar más que la imagen más cruda de un primer plano de una persona herida. En ese sentido lo que ha ocurrido aquí con respecto a la cobertura de la televisión británica y de la BBC tiene que ver con eso, por una parte con una cuestión más ética y por otra parte con una cuestión de enfoque, de cómo tratar este tipo de imágenes.
EC - Para la introducción de estos cambios en los códigos de ética que ustedes ahora emplean parece que incidió de manera importante la cobertura que buena parte del mundo hizo en directo del secuestro de niños en una escuela en Beslán, el sur de Rusia. ¿Ése fue el factor crítico, la gota que colmó el vaso?
L del V - Sí, sin duda, luego de Beslán hubo un intento por reflexionar acerca de la cobertura televisiva, de los medios de comunicación británicos, y del papel que cumplen los medios de comunicación y de su responsabilidad frente a la sociedad. En el caso de Beslán se trataba de imágenes muy violentas, de mucho caos, que eran trasmitidas a horas de la mañana o del mediodía aquí en Gran Bretaña y por supuesto eran imágenes a las que muchos niños y adolescentes tenían acceso. Eso es lo que se quiere evitar.
EC - Cierro este paréntesis en el que me parecía bueno ingresar. Me gustaría volver a lo que el comienzo de esta conversación contigo ahora, a lo más nuevo. ¿Cómo están las cosas hoy, 24 horas después de los atentados? Yo citaba recién declaraciones que ha hecho el jefe de Policía de Londres, que ahora ya reconoce más de 50 víctimas. Desde entonces, ¿algo más al respecto?
L del V - No, únicamente lo que tiene que ver con las investigaciones. El gobierno británico, en boca del propio primer ministro Tony Blair y del ministro del Interior, Charles Clark, habían atribuido la responsabilidad de estos ataques a extremistas islámicos, sin embargo el jefe de la Policía no ha señalado nada en este sentido, ha señalado que no se descarta ninguna pista pero que en este momento la Policía no tiene indicios de los autores de los ataques ni tampoco de que algunos de los mismos hayan sido realizados por atacantes suicidas.
EC - Ni siquiera esto último está claro, no se ha podido verificar que por lo menos una de las explosiones haya sido llevada adelante por un suicida.
L del V - No, ha señalado que en este momento no hay ninguna pista que sugiera que detrás de lo ocurrido ayer haya habido atacantes suicidas. Sin embargo ha dicho que nada puede ser descartado.
EC - ¿Se han encontrado bombas sin estallar?
L del V - Hasta donde recuerdo se encontró una bomba que fue detonada por control remoto en el día de ayer. Fue solamente una.
EC - ¿Eso ha permitido avanzar en la indagatoria?
L del V - Sí, la Policía está llevando a cabo una operación de investigación de proporciones considerables. Ya lo dijo el jefe de la Policía británica: están explorando todas las pistas, tanto en los lugares de los ataques como a través de entrevistas con personas que hayan podido ver algo sospechoso o hablado con alguna persona que pueda llevar a avanzar en esta investigación.
EC - Por último, ¿qué se aguarda para las próximas horas, para el comienzo de la tarde en Londres?
L del V - Seguir atentos a lo que ocurra en los hospitales, allí todavía hay cientos de heridos, algunos de gravedad; es posible que la cifra que dio hace unos minutos el jefe de Policía sobre los fallecidos aumente y queda por establecer a partir del fin de semana y de la próxima semana los avances de la Policía con respecto a las investigaciones.
Notas asociadas:
"Sabíamos que esto podía pasar en cualquier momento". Contacto con Roberto Bello, a minutos de los atentados.
Las primeras impresiones tras los atentados en Londres. Análisis del politólogo Francisco Panizza
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe