(Emitido a las 08.53)

EMILIANO COTELO:
Después de los atentados que sacudieron Londres el jueves pasado la pregunta quedó flotando entre los analistas, entre los gobernantes y, por supuesto, entre la propia gente: primero los atentados en Nueva York y Washington en 2001, después los atentados en Madrid en marzo del año pasado, ahora la violencia le toca a Londres en julio de 2005... ¿dónde continuará esta zaga?

Claro, ojos, orejas y lápices apuntan en esta lista destinos factibleas del terrorismo. Y en esa lista aparece Roma, en la medida que el gobierno de Silvio Berlusconi ha sido aliado de Estados Unidos y Gran Bretaña, por ejemplo en la invasión a Irak.

Vamos a conversar con Mario Lubetkin, periodista uruguayo radicado en Italia, donde dirige la agencia Interpress Service.

***

Mario, ¿cómo se vive en Roma esta situación? ¿Cuál es el ambiente en Italia después del jueves?

MARIO LUBETKIN:
Es un ambiente naturalmente de preocupación porque tanto desde el ámbito de los servicios de inteligencia como de las informaciones que vienen de Londres se espera, se señala que efectivamente Roma sería el próximo punto de ataque por parte del terrorismo.

EC - ¿Eso efectivamente tiene inquieta a la gente?

ML - Por supuesto. Si bien no hay un cambio de actitud, sobre todo tomando en cuenta que julio es pleno período veraniego en Italia, tú te das cuenta primero por las medidas extraordinarias que están tomando a nivel de seguridad, se están protegiendo 14.000 posibles centros de ataque, más de 700 personalidades, más allá de que como había dicho el primer ministro británico Tony Blair, es muy difícil, por el estilo y la forma de los ataques de estos grupos terroristas, poder cubrir todos y cada uno de los puntos. Pero se han tomado notables medidas de seguridad, uno las está viviendo en aeropuertos, cerca de los grandes monumentos históricos –coliseo, foro romano–, se nota. Y se nota la preocupación de la gente, en particular tomando medios de transporte públicos o metropolitanos.

EC - La noticia del día de ayer dice que el gobierno de Silvio Berlusconi estudia la posibilidad de dar poderes especiales a los servicios de seguridad para ayudar a combatir el terrorismo. Entre las propuestas examinadas se incluye la ampliación de las potestades policiales para permitir una mayor vigilancia electrónica de la comunidad musulmana y la creación de una agencia nacional antiterrorista similar a la creada para luchar contra la mafia. ¿Qué puedes ampliar al respecto?

ML - Eso es parte del debate interno. Creo que ninguna de esas medidas pasará centralmente porque hay una oposición de centroizquierda que recuerda que existe suficiente cantidad de instrumentos constitucionales como para poder actuar en situaciones extraordinarias como éstas. Y recuerda que las Brigadas Rojas –el grupo que había secuestrado al ex primer ministro Aldo Moro– fueron derrotadas con los instrumentos que la Constitución habilitaba, por lo tanto volvió a ratificar esto. Y se necesitan los votos de la centroizquierda para cualquiera de estas medidas. Yo creo que quedará en un debate interno solamente.

EC - Hay medidas que pueden ser resueltas a nivel europeo. Este fin de semana habló el ministro británico del Interior, Charles Clarke, quien entre otras cosas dijo que para evitar que se cometan nuevos atentados en el futuro se planea introducir nuevas medidas de control ciudadano, por ejemplo más chequeos fronterizos y el acceso de la Policía a llamadas telefónicas y correos electrónicos. Algunas de las medidas que planea, las que requieren acuerdo internacional, serán planteadas en la reunión de ministros del Interior y Justicia de la Unión Europea que tendrá lugar este miércoles en Bruselas.

ML - Es exactamente así. Pero te diría también que el impacto de Londres tiene que verse por mucho más amplias aristas, no podés desprender del análisis del efecto de todo esto la información que está circulando desde anoche, que tiró el Mail on Sunday, acerca de la posible reducción el año que viene de las tropas inglesas en Irak de 8.500 a 3.000, de las tropas estadounidenses de 140.000 a 60.000 o la decisión del primer ministro Berlusconi, de Italia, de empezar a llamar 300 miembros de las fuerzas, que creo que superan los 3.600 hombres, ya a partir de setiembre de este año. Creo que también esos son efectos del ataque perpetrado la semana pasada en Londres.

EC - ¿Cómo podría estar conectada una cosa con la otra, pese a que la pregunta puede parecer obvia? ¿Podemos avanzar?

ML - Hay que ver el contexto. Naturalmente muchos analistas lo señalaron y creo que no hay que ser demasiado perspicaz para entender que el golpe no iba solamente a los ingleses sino también a la reunión del Grupo de los Ocho, hay un esfuerzo por desprender algo que no se puede desprender. Podés llegar a la conclusión, entonces, de que el noveno no invitado a la cumbre de los ocho era el propio Bin Laden, que su movida no era solamente una movida de bomba sino también una movida de vasto impacto político, ya que hay que recordar cómo se llegaba a esa reunión precedida por manifestaciones multitudinarias; no sé si por ahí se escuchó el megaconcierto Live 8, que fue una cosa absolutamente extraordinaria, más las enormes protestas en Escocia solicitando dos temas, la cancelación de la deuda externa para los países más débiles, especialmente de África, y la preservación del clima en el mundo con medidas concretas, incluido el pedido de que los países más desarrollados pusieran 50.000 millones de dólares frescos para tratar de solventar el tema de la lucha contra la pobreza.

Efectivamente las bombas y la masacre del jueves cambiaron totalmente el eje de toda la discusión en la cual se había concentrado la atención de la opinión pública europea y global en los últimos 10 días. Por lo tanto ésos también son factores, junto a las medidas de seguridad que se están tomando en Roma, a la reunión de ministros de Interior y Justicia en Bruselas que tú señalabas, son parte de este nuevo ajedrez que se ha empezado a armar a partir de los efectos de Londres del pasado jueves.

---------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe