Israel avanza en su retirada de Gaza
Medio Oriente se apresta a un momento histórico. El 17 de agosto, Israel evacuará la Franja de Gaza y cuatro asentamientos en Cisjordania. Como todo en aquella zona, el proceso está lleno de dudas y peligros. Sin embargo, puede ser un primer paso para la paz entre israelíes y palestinos. De visita en Montevideo, la corresponsal en Medio Oriente, Ana Jerozolimski, analizó las claves de este camino.
(Emitido a las 9.08)
EMILIANO COTELO:
Israelíes y palestinos se aprestan a vivir un momento histórico. El 17 de agosto, dentro de apenas tres semanas, las fuerzas israelíes prevén evacuar todas las colonias de la franja de Gaza y cuatro asentamientos aislados en el norte de Cisjordania.
Este plan unilateral de Israel cuenta con muchos detractores. Tanto israelíes de extrema derecha como algunos grupos palestinos radicales se oponen a esta operación masiva que se convirtió en el buque insignia de la gestión del primer ministro, Ariel Sharon.
Para entender cómo se aplicará el plan de retirada, qué grupos se oponen a la evacuación y por qué y, sobre todo, cuáles serán las consecuencias para esta región tan conflictiva, estamos en diálogo con nuestra corresponsal en Israel, Ana Jerozolimski, que en esta oportunidad se encuentra de visita en Montevideo.
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Ana, israelíes y palestinos comenzaron a mover las últimas fichas antes de que comience la acción propiamente dicha en el terreno a mediados de agosto. El Ejército de Israel anunció que prevé desplegar 60.000 soldados y policías para supervisar esta operación. Mientras tanto el propio presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, indicó que a partir del lunes se instalará personalmente en Gaza para supervisar la retirada e intentar impedir que los grupos extremistas palestinos la empañen.
Pero aprovechemos tu presencia para que nos expliques de primera mano en primer lugar de qué se trata, qué es este plan de retirada.
ANA JEROZOLIMSKI:
Tratando de resumir, se trata de un plan lanzado originariamente en forma unilateral por el primer ministro Ariel Sharon en la época de Yasser Arafat, hoy fallecido, convencido de que con él no iba a llegar a un acuerdo y por ende era necesario lanzar una iniciativa que mejorara la situación de Israel desde el punto de vista de la seguridad, aunque también en otros aspectos, y que no requiriera para su concreción la colaboración del lado palestino.
En el ínterin pasaron cosas del lado palestino, ahora hay un interlocutor al que Israel critica en algunos aspectos pero con el que considera se puede dialogar. La retirada o el Plan de Desconexión, más concretamente...
EC - ¿"Desconexión" es el término?
AJ - Así es, se utilizan varios términos. Concretamente se está hablando de la retirada de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos al norte de Cisjordania que va en camino a ser implementada. Se trata de retirar tanto a los civiles residentes en 21 asentamientos en la franja de Gaza no todos del mismo carácter, aunque en su mayoría religiosos, de carácter ideológico, pero hay también seculares como a cuatro asentamientos ubicados en una posición realmente problemática al norte de Samaria uno de los términos bíblicos con los que se hace referencia a Cisjordania. Son 25 asentamientos en total, aproximadamente 9.000 personas, aproximadamente 1.700 familias. Un plan que será implementado, según dijo ayer o anteayer el ministro de Defensa israelí, en un plazo de entre dos y cuatro semanas, con la esperanza de las autoridades israelíes de que sea necesario recurrir en pocos casos a la fuerza para evacuar a la gente y que la mayoría de los que deben salir de ese lugar lo haga antes por su propia voluntad. Desde el 17 de agosto será oficialmente ilegal permanecer allí.
EC - Tú has estado en esos lugares, los conoces en directo, sabes cómo son. Brevemente, cuéntanos de qué extensiones estamos hablando y cómo se encuentran ubicadas dentro de los territorios, cómo es la situación de Israel con los territorios palestinos, para que el oyente se ubique imaginariamente en la geografía.
AJ - Empezando por lo más fácil, los cuatro asentamientos al norte de Cisjordania están yo antes hablaba de enclaves prácticamente aislados en medio de una zona de población mayoritariamente palestina, con la ubicación compleja por decirlo delicadamente que supone estar entre Jenin, Tulkarem y Nablus, ciudades que han sido protagonistas clave en todo lo que se refiere a la violencia de los grupos radicales palestinos.
En cuanto a la franja de Gaza, donde está la mayor parte de los asentamientos que serán evacuados, lo principal es lo que llamamos Gushkativ, que es un bloque de asentamientos. No se trata de asentamientos dispersos en medio de la población palestina, tampoco fueron creados sobre tierra confiscada ni sacada a Palestina, sino en territorios que antes eran prácticamente arena deshabitada, dunas de arena deshabitadas, salvo un lugar donde hay una población palestina que tiene buena relación con los asentamientos Gushkativ, que es el enclave de Almoazi.
Concretamente 21 asentamientos, en su mayoría de carácter religioso, gente más que nada conservadora, que vota a la derecha, y al norte de la franja de Gaza, aunque también es considerado parte de Gushkativ, cuatro colonias de carácter más secular. Todo esto constituye aproximadamente el 9 por ciento del territorio total de la franja de Gaza, geográficamente separado de las zonas densamente pobladas por palestinos.
EC - O sea que cuando queden desalojadas estas zonas, ¿estarán en medio de qué?
AJ - A eso iba cuando decía que no están en medio de la población, no estarán en medio de nada. Están prácticamente en un extremo, en el extremo sur occidental de la franja de Gaza, lo cual no quita que el territorio pueda ser utilizado por los palestinos. Sobre eso hay discusiones entre los propios palestinos.
EC - Hablemos de cómo se reacciona de un lado y del otro ante esta operación que se viene. Veamos en primer término cómo se la observa desde el lado palestino. El hecho de que se trate de un plan unilateral de Israel no cayó bien entre los palestinos, de todos modos las autoridades palestinas están cooperando de manera activa, aunque se quejan por la falta de información sobre el plan de retirada. Quienes no lo apoyan, quienes sí están rechazándolo, son los grupos palestinos radicales. ¿Por qué? ¿Cuál es el motivo de esta oposición?
AJ - Hay dos problemas. Una cosa es la dimensión a corto plazo, en otros términos lo que piensan las autoridades oficiales palestinas que realmente está pasando y lo que deriva en cuanto a críticas a Israel se refiere de una posición, de una convicción ideológica de fondo político radical de estos grupos armados, que de hecho consideran que no hay siquiera de qué hablar con Israel. Las autoridades palestinas consideran que Israel no está coordinando lo suficiente, aunque hay voces muy dispares entre ellos mismos. Yo estuve en una rueda de prensa en Ramala con el ministro Muhamad Tajlan, que es el ministro de Asuntos Civiles la cartera no suena a nada pero es un hombre clave en el gobierno de Mahmud Abbas, que está en contacto con Israel, y éste dijo: "No nos dicen, no nos dan mapas, no nos indican". Dos semanas después, en una reunión con diputados palestinos en la franja de Gaza, decían que las cosas estaban mejorando. El propio presidente Mahmud Abbas a quien conocemos más por Abu Mazen, dice primero que hay más coordinación y después critica que no les pasan todo lo necesario.
Creo que parte deriva del hecho de que Israel está en medio de un torbellino respecto de este tema, pero la intención, a pesar de que oficialmente se sigue hablando de plan unilateral, es que dado que la situación ha mejorado y a pesar de las críticas Israel ve en Abu Madzen a alguien con quien se puede hablar es tratar de coordinar las cosas en el terreno. La decisión clave será de los israelíes en lo que consideren necesario, más que nada desde el punto de vista de la seguridad. Y si encuentran así explican oficialmente los palestinos receptividad para que eso se concrete en el terreno en forma más ordenada, mejor. El problema es cuando de los grupos radicales se trata, que consideran que no hay con quién hablar en Israel, que no quieren negociar con Israel.
EC - ¿Qué consecuencias tiene en términos prácticos esa oposición de los grupos radicales?
AJ - Ante todo, no sólo consecuencias de las que podamos pensar que van a suceder después, sino ya problemas en el terreno. Tú mencionaste que el presidente Abu Mazen quiere instalarse en la franja de Gaza para tratar de impedir que los grupos radicales empañen la retirada, él es consciente de la dinámica interna peligrosa que está ocurriendo del lado palestino. No me sorprende esa intención de Abu Madzen y creo que es muy buena, si logra concretarla.
Cuando yo fui, dos días antes de partir hacia aquí, estuve en la casa del jefe máximo de Hamas, Mahmud Alzahar, que lidera la organización en la franja de Gaza, y él habla en términos de que la existencia misma de Israel es ilegal, dice que el tema de Cisjordania y Gaza no es el tema central, que es el más inmediato pero no es el tema, para él toda la existencia de Israel es algo que los palestinos no deben aceptar. Le pregunté si consideraba eventualmente la posibilidad de reconocer a Israel y se puso un poco nervioso. Cuando yo les cuento acá a familia y amigos me dicen que tengo que tener cuidado con la forma como lo pregunto. Me dice: "¿Cuántas veces me va a preguntar lo mismo? Le repito: no, no, no, no y no, nunca lo vamos a considerar". Cuando ésa es la óptica el resultado de acciones que esos grupos lleven a cabo puede ser muy peligroso, no sólo para la retirada sino para la convivencia entre las partes.
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AJ - Así es. En esa visita a Gaza, además de en la casa de Mahmud Alzahar, estuve en la casa de Abdala Frangi, que es uno de los principales jefes de Fatah en la zona. Yo no lo conocía personalmente, me dijeron que es de la primera línea, fui con un colega palestino, y la guardia armada a la entrada, el coche oficial escoltado blindado me confirmaron que es de los principales de Fatah en Gaza. Y ya llegada acá empezaron los incidentes violentos sobre cuya posibilidad de estallido yo había preguntado precisamente en Gaza, y leo, estando ya en Montevideo, que hubo disparos a la casa de un jefe de Fatah en Gaza, y resultó ser este Abdala Frangi con quien yo me reuní en su casa.
Él hablaba todos tratan de hablarte de ello del rechazo a la posibilidad de guerra civil, pero tratando de presionar tanto a los de Fatah, o sea a la fracción oficial del presidente Abu Madzen en la OLP, como a los de Hamas, les decía: seamos conscientes de que entre guerra civil palestina y paraíso total hay matices. Reconocían que existe la posibilidad de que surjan esos matices violentos en el medio, todos lo confirmaban, y en los últimos días en efecto estallaron.
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EC - Estábamos analizando las resistencias que este plan de evacuación de las colonias de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos aislados en el norte de Cisjordania viene enfrentando. Por un lado nos deteníamos en las resistencias que aparecen del lado palestino; vayamos ahora a las resistencias dentro del propio Israel. Los colonos de extrema derecha también se oponen a la retirada. ¿Cómo se traduce en hechos esa oposición? ¿Qué medidas han tomado?
AJ - Hay una gran preocupación en Israel por esto. En general la población de los asentamientos todos, así como quienes ideológica o políticamente los apoyan de entrada, rechazó el plan, lo que no quiere decir que esta oposición, esta crítica se traduzca en acciones prácticas, para las cuales las fuerzas de seguridad tendrán que prepararse eventualmente. Preocupa por un lado el desgarramiento a nivel social, pero también la posibilidad de que haya enfrentamientos violentos. Hay entre los propios colonos, incluso entre quienes se oponen muy fervientemente, quienes dicen que hay que dejar bien en claro que el uso de la violencia entre los propios israelíes aunque no se llegue a guerra civil sería un shock, un choque, y tiene que ser la línea roja, el límite que no se pasa. Pero hay extremistas que actúan de otra forma y que aunque por ahora no pasan de la amenaza verbal, preocupan mucho a las autoridades.
EC - Ha habido manifestaciones de protesta, ha habido gestiones muy fuertes de lobby en el Parlamento para intentar aplazar la retirada, pero hablando de violencia, se llegó a reforzar las medidas de seguridad porque se temen atentados contra las propias autoridades israelíes, incluso contra Ariel Sharon, que es del Likud, o sea de un partido de derecha. Uno no puede dejar de recordar el asesinato del primer ministro laborista Isaac Rabin en 1995 a manos de un extremista de derecha, un asesinato que ocurrió en pleno proceso de paz. ¿Cómo está este riesgo presente en el análisis, en la preocupación?
AJ - Mientras tú planteabas la pregunta, antes de que mencionaras a Rabin, yo estaba pensando decirte que después de aquel magnicidio del 4 de noviembre de 1995, sábado de noche, los israelíes, en medio de lo que fue en ese momento un gran estremecimiento, comprendieron que un nuevo asesinato ya no es tabú, nadie puede animarse ahora a decir "no, a eso acá nunca se llegará", porque ya se llegó.
Las voces que surgen de algunos sectores extremistas, aunque realmente no representan al grueso de los colonos que serán evacuados ni el liderazgo de los colonos, por más discusión que haya, por más críticas que lance Ariel Sharon, creo que con muchos fundamentos en muchos aspectos, contra ese liderazgo, por ejemplo por el hecho de que organizan tipos de actos de protesta que no son violentos pero que son un desafío a la ley recordemos que la retirada fue aprobada por las instancias democráticas del Estado de Israel, por el Parlamento, por el gobierno, quieren imponer la posición de la minoría a la mayoría, aunque la mayoría votó democráticamente.
A pesar de estas acciones de protesta, en general el liderazgo de los colonos pone en claro que la violencia es tabú. Se ve en las fotos, Ariel, mi hermano que es fotógrafo de prensa, se agarra de los pelos, diciendo: "No puede ser, mirá cómo sale Bush en las pantallas, se le puede sacar una foto perfectamente, y acá nos volvemos locos para sacar a Sharon sin que esté rodeado de gorilas". O sea que la alerta de seguridad es muy grande.
EC - ¿Qué reciben los colonos a cambio de su salida de esas zonas?
AJ - Se ha organizado todo un sistema para indemnizar y facilitar desde el punto de vista organizativo el comienzo de una nueva vida alternativa. Hay todo un sistema de indemnizaciones que se calcula con base en el metraje de la casa, del departamento en el que vive la persona que será evacuada, de su lugar de trabajo, por ejemplo plantaciones, fábricas de empaquetamiento de verduras, o sea instalaciones laborales que también deberán ser evacuadas, porque es diferente de alguien que sólo vive allí y trabaja afuera, al irse desmantelará también su trabajo, su fuente de manutención. Se determina que recibirán indemnización sólo aquellos que estaban viviendo en la franja de Gaza el 6 de junio del año pasado, que fue el día en que se promulgó la ley de indemnización por la evacuación, para evitar que algunos vayan, sea por cuestiones ideológicas o de provecho, a instalarse allí para después recibir indemnización. Se organizó todo un sistema de viviendas alternativas para quienes precisen alquilar apartamentos en forma temporaria y una especie de miniciudad con casas rodantes. Todo ese de fórmulas para ayudar a la gente en la vida que comienza después, aunque hay mucha discusión entre los propios colonos que se oponen sobre cómo actuar en el momento mismo de la retirada.
EC - Y con estas zonas que van a quedar evacuadas, ¿qué ocurrirá en el futuro?
AJ - Qué se hará con las casas.
EC - Para empezar, a quién corresponderán estas tierras. ¿Serán tierras de la ANP?
AJ - Sí, tierras de la ANP. Hay mucha discusión entre los propios palestinos. Ante todo, la decisión oficial del gobierno israelí porque hay dos cosas aquí, la tierra y las casas actuales era demoler las casas de los asentamientos, por diferentes consideraciones. También está la desventaja desde el punto de vista de la seguridad porque remover los escombros es exponer a la gente que lo haga, por lo cual se pensaba conseguir financiación internacional para que los palestinos los puedan sacar y quizás incluso utilizar esos materiales para la construcción del puerto de Gaza. Pero además está el tema de que los propios palestinos dicen que el tipo de vivienda, de construcción que hay hoy en día en los asentamientos no les puede servir a su propósito, les conviene más construir edificios de muchos pisos para albergar la mayor cantidad posible de gente. Pero el jefe de Hamas, Mahmud Azahar, que no sólo cuestionaba a Israel por lo que él considera posiciones equivocadas, sino a la propia ANP hablaba con mucha desconfianza de Abu Mazen, me dijo: "Hay que ver cómo actúa la ANP, qué va a hacer con esas tierras, no creemos que utilice eso en bien del pueblo", porque se sabe que hay mucha sospecha de corrupción de la ANP.
EC - Las autoridades palestinas temen que Israel acordone o aísle la franja de Gaza, que termine dejando encerrados a los palestinos. ¿Efectivamente existe esa posibilidad? ¿Cuál es el temor?
AJ - Aparte del tema de la desconfianza básica que hay entre las partes a raíz de la Intifada, que realmente echó a perder mucho de lo que se había logrado en acercamiento en los años anteriores, hay un tema concreto que se refiere al control de los pasajes fronterizos y el espacio aéreo. Los palestinos dicen que incluso si Israel se va en forma absoluta, si todos los habitantes de los asentamientos se van, si se van todas las tropas y por supuesto acá se trata no sólo de evacuar a los residentes de los asentamientos sino de que las tropas también salgan, y ése es el plan oficial que se va a poner en práctica, pero siguen controlando el espacio aéreo o los pasajes fronterizos, Rafah al sur, que es el contacto con Egipto, van a sentir que están en una cárcel.
Lo central cuando uno piensa a largo plazo cómo se sale de este laberinto es que cada parte tiene parte de la razón. Desde el punto de vista palestino puedo entender realmente ese argumento. ¿Qué va a pasar? Si controlan el espacio aéreo, ¿dónde estamos? Aunque no es todavía un Estado palestino soberano. Desde el punto de vista israelí, con la experiencia que hay de la actitud de los grupos radicales, que no es sólo lograr pasar a Israel para poner una bomba en un ómnibus, sino lanzar cohetes desde Gaza hacia territorio israelí y tomando en cuenta el territorio estrecho, angosto, de la franja de Gaza, puede ser cuestión de muy pocos minutos poder llegar a Tel Aviv en un avión que sale del aeropuerto de Rafah, del sur de Gaza. O sea que la problemática es muy compleja para ambas partes.
EC - Esas cuestiones no están definidas.
AJ - No, por ahora no parece haber señales de que Israel vaya a ceder el control del espacio aéreo de esa zona a los palestinos, pero está todavía en discusión algo clave en cuanto al contacto con el sur, con Egipto, por parte de Palestina, porque Israel preferiría poder irse de una zona que se llama el corredor Filadelfia. La problemática al respecto es que es la zona preferida para los contrabandos de armas por túneles subterráneos desde Egipto hacia la franja de Gaza. La ANP logró en los últimos tiempos descubrir varios de esos túneles, lo cual alentó a Israel al ver que hay cooperación de ese lado, pero al parecer si no hay presencia de Egipto en esa zona, sentiría que no se puede permitir irse de ahí, y la presencia de Egipto significa cambiar o enmendar el acuerdo de paz. Como vemos, esa impresión que hay en la calle de que las cosas son complejas, no es mera impresión.
EC - ¿Qué pasará con la hoja de ruta a partir de esta evacuación? ¿En qué estado se encuentra la vida, la vigencia de la hoja de ruta? Estamos hablando de aquel plan de paz multilateral que preveía la creación de un Estado palestino para el año 2005, este año.
AJ - Sí, ya estamos acostumbrados a marcar fechas en la agenda, pero es algo difícil de cumplir.
EC - De hecho está enterrado.
AJ - Sí, no lo dieron por muerto oficialmente porque las cosas quedaron en un punto en que tanto los palestinos como los israelíes decían que el primer paso lo tenía que dar el otro un fenómeno que conocemos muy claramente en las relaciones entre las partes. Sobre eso entrevisté a Javier Solanas, el representante de política exterior y seguridad de la Unión Europea que habla de la hoja de ruta casi con cariño; una vez le dije: "Parece que usted se siente tocado personalmente". Y me dijo: "Pero mujer, yo ayudé a redactarla".
EC - La hoja de ruta es Naciones Unidas, Rusia, Unión Europea, Estados Unidos, un cuarteto; en particular la Unión Europea al frente de la cual, en sus negociaciones, estuvo Solanas.
AJ - Él mismo en la rueda de prensa anterior en Tel Aviv destacó que una de las primeras exigencias sin olvidar que Israel tiene las suyas por cumplir, por ejemplo el desmantelamiento de puestos ilegales, miniasentamientos construidos en Cisjordania sin permiso oficial es que los palestinos desmantelen la infraestructura armada de los grupos radicales, como una clave sine qua non que tiene que ser cumplida para poder seguir adelante.
Pero más allá del hecho de que el cumplimiento quedó estancado porque cada parte dice "te toca a vos", surgió en el ínterin el plan de retirada unilateral, coordinada, como le llamemos en Israel se dice que es el plan unilateral más coordinado de la historia, vamos a ver qué pasa en el terreno; los palestinos dicen que Israel quiere hacer esto para después terminar todo y quedarse en Cisjordania, y Sharon dice oficialmente que si esto se cumple en forma exitosa y en esa condición incluye que no haya fuego del lado palestino durante la retirada puede ser el paso para reabrir la hoja de ruta o el camino hacia su implementación.
EC - Pero se están evacuando las colonias de la franja de Gaza y al mismo tiempo se ha manejado la posibilidad de expandirse en Cisjordania.
AJ - No es la posición oficial. Sí el temor claramente expresado por parte de los palestinos que dicen que seguramente Sharon quiere quedarse con Cisjordania, fortalecer allí la colonización. Hay incluso una orden oficial no sé si es el término más apropiado que salió meses atrás, una aclaración por parte del gobierno cuando se empezó a hablar de estos planes de vivienda alternativa para los que sean evacuados, de que nadie de los que salen de los asentamientos puede ir a vivir como alternativa nueva en un asentamiento en Cisjordania. Y sigue de fondo la discusión de siempre entre Israel y Estados Unidos acerca de qué quiere decir frenar los asentamientos, si solamente no construir nuevos en Cisjordania o tampoco construir nuevas viviendas para los nuevos que nacieron las familias que crecieron en los asentamientos ya existentes.
EC - ¿En definitiva entonces, el proyecto del Estado palestino...?
AJ - En principio sigue. El propio Sharon, para enojo de sus propios copartidarios y sorpresa de muchos palestinos, dijo un tiempo atrás, antes de la lanzar el plan de desconexión de Gaza: "Quiero darles a los palestinos lo que no les dieron los turcos, lo que no les dieron los británicos, lo que no les dieron sus hermanos árabes: un Estado palestino independiente". ¿A qué se refería? Antes de la guerra del 67 Cisjordania estaba en manos de Jordania, lo estuvo entre 1948 y 1967, y la franja de Gaza estaba en manos de Egipto. Dicen los israelíes: ¿por qué no se construyó un Estado palestino en esos 19 años si estaban en manos árabes? A eso iba Sharon cuando decía "yo daré a los palestinos lo que no les dieron otros", pero como bien sabemos en el terreno la implementación es difícil.
Yo espero que sea sólo cuestión de tiempo. El propio Abu Mazen comprendió que el Estado palestino quizás ya existiría de no ser por los atentados suicidas, y lo bueno es que lo dijo abiertamente hablando en árabe ante su propio pueblo en la campaña electoral, en un lugar que es considerado un bastión de Hamas y Yihad islámico, y en la ciudad de Gaza dijo durante la campaña electoral en enero que la violencia no utilizó el término atentado terrorista y los ataques suicidas no los acercan al cumplimiento de sus intereses nacionales.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe