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Irán, el tercer integrante del "eje del mal"

Mañana Irán podría decidir reanudar los trabajos de conversión de uranio y así comprometer las negociaciones con Gran Bretaña, Francia y Alemania. Mientras los asiáticos aseguran que sólo persiguen fines civiles; desde Occidente se teme que sea el paso previo a la producción de armamento nuclear. La periodista Elisa Lieber comentó en qué está este proceso que Estados Unidos sigue con particular interés.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
Este lunes, Irán sorprendió a Occidente al anunciar el reinicio de sus actividades nucleares. Pero pocas horas después de este anuncio, el gobierno iraní decidió posponer por dos días la reapertura de su planta de procesamiento nuclear de Isfahan.

Si finalmente reanuda sus actividades nucleares dentro de dos días, Irán asumirá el riesgo de romper las negociaciones que mantenía con tres países europeos. Y además, su caso podría ser remitido ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Más allá del aplazamiento anunciado ayer, el tema nuclear vuelve a estar en primera plana. Para entender quiénes son las partes en este juego y qué demanda cada una, estamos en contacto con la periodista Elisa Lieber.

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Elisa, la semana pasada hablamos sobre Corea del Norte. Esta semana le toca el turno a Irán, otro de los países que según Estados Unidos conforman el llamado "eje del mal". El tercer país de este eje era Irak, que hace dos años fue atacado por Estados Unidos, para poner fin a la amenaza que representaba Saddam Hussein.

Ahora, el tema de Corea del Norte y de Irán está en juego. El desarme norcoreano continúa discutiéndose en conversaciones multilaterales en Pekín. Y el caso de Irán está siendo negociado con Gran Bretaña, Francia y Alemania, un grupo que pasó a ser denominado UE3. ¿Qué pasa entonces con estas negociaciones?

ELISA LIEBER:
En primer lugar quisiera aportar una nota de último momento porque esta mañana los enfrentamientos se sintieron en el terreno con la explosión de un artefacto de escaso poder frente a las oficinas de las compañías británicas British Airways y British Petroleum en Teherán. No dejaron víctimas pero muestran la efervescencia que hay en el país en medio de esta negociación.

Para entender el tema, hay que remontarse a noviembre del año pasado. En ese momento, Irán suspendió voluntariamente sus actividades vinculadas a la conversión y enriquecimiento de uranio. Por lo menos mientras duraran las conversaciones con esto tres grandes países.

Pero este lunes, Irán dijo que reanudará sus operaciones para convertir uranio en la planta nuclear de Ispahán. Según Irán, la conversión de uranio sólo busca fabricar combustible, lo que no estaría prohibido por el acuerdo alcanzado con Europa.

EC – Pero los países europeos afirman que tanto la conversión como el enriquecimiento están prohibidos porque podrían llevar a la creación de una bomba atómica.

EL -  El gobierno iraní reiteró una y otra vez que no busca dotarse de un arma atómica... y que la reanudación de las operaciones en su planta de procesamiento nuclear de Ispahán sólo tiene fines civiles. La conversión es el paso previo al enriquecimiento de uranio, lo que permitiría la construcción de armas nucleares.

La comunidad internacional –por su parte- desconfía de que Irán se detenga en la conversión y teme que utilice este supuesto programa civil como excusa para fabricar armas nucleares.  Entonces, directamente le piden a Irán que suspenda cualquier tipo de actividad que pueda derivar en la construcción de una bomba nuclear.

EC – ¿Y entonces cómo queda este asunto? Una parte interpreta una cosa y la otra interpreta lo contrario...

EL – Los analistas coinciden en que esto es una forma de llamar la atención para que el mundo los tome en serio. Y además es un pedido para que Europa haga una propuesta prontamente.
Los tres países de la Unión Europea habían indicado que necesitaban más tiempo para estudiar qué opinaba el presidente iraní recién electo, Mahmoud Ahmadinejad, respecto al asunto nuclear. Este lunes, las autoridades alemanas se comprometieron a presentar una propuesta para finales de esta semana.

Precisamente, Mohamed ElBaradei, el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), le pidió a Irán que esperen algunos días para que puedan enviar inspectores que supervisen la puesta en marcha de la planta.

En realidad, lo que le pide ElBaradei es que Irán espere hasta que estos tres países europeos presenten una nueva propuesta y puedan continuar las negociaciones. Esta propuesta incluirá un paquete de incentivos económicos y políticos en compensación por la suspensión de sus actividades nucleares.

EC – Irán accedió al pedido de ElBaradei y va a aplazar por dos días la reanudación de su programa nuclear. ¿Pero qué puede pasar más allá de esa fecha?

EL –  Hay que aclarar que hay versiones de prensa encontradas sobre este tema. Unas dicen que Irán aceptó aplazar la reanudación de su programa y otras dicen que ya habría comenzado a retirar los precintos de seguridad de la planta.

Hay que esperar para ver el contenido de la propuesta europea, hay que ver si le convence a Irán y si continúan las negociaciones. Pero el gran problema de fondo es que Irán nunca renunció explícitamente a sus actividades en el ámbito nuclear y recalcó que no piensa renunciar a las mismas. Lo que sí afirma es que no busca dotarse específicamente del arma nuclear y que está dispuesto a negociar una reanudación del enriquecimiento con fines civiles.

Para ir al grano: lo que Irán dice es que ni Europa ni Estados Unidos pueden exigirle que detenga sus operaciones nucleares para crear combustible. Y les pide a esos países que confíen en su palabra de que no buscará crear una bomba atómica.

EC –  El tema nuclear también se convirtió en un símbolo de patriotismo y el pueblo iraní reivindica su derecho a reanudar el programa nuclear... Además alegan que Irán firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear que le permite convertir uranio con fines civiles...

EL – Eso es cierto, pero el problema iraní es que la Agencia Internacional de Energía Atómica descubrió hace algunos años que Irán había escondido durante dos décadas un programa de enriquecimiento.
Después de que descubrieron esto, Irán aceptó suspender todas sus actividades vinculadas al enriquecimiento. La única excepción fue que la planta de Ispahán convirtiese algunas toneladas de uranio a título experimental.

Pero, en 2004, se reveló que Irán había construido túneles en Ispahán, lo que suscitó sospechas de actividades clandestinas. Finalmente a fines del año pasado, Irán accedió voluntariamente a suspender todas sus actividades. Y este compromiso es lo que ahora estaría poniéndose en juego...

EC – ¿Pero Irán no ofrece ningún tipo de garantía?

EL – Irán ofreció que esta nueva puesta en marcha sea supervisada por inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Pero los países que se oponen a la reanudación del programa nuclear dicen que los inspectores tienen poco margen de maniobra.
El problema es que la misma tecnología que sirve para generar energía nuclear puede ser utilizada para enriquecer uranio hasta el nivel necesario para crear la bomba atómica. Lo que se teme es que estén preparándose a futuro... que de un momento a otro decidan avanzar un escalón más y entonces ya no habría vuelta atrás.

EC – Ahora hay que estar atentos a lo que pasa dentro de dos días, si efectivamente se reanudan las operaciones en la planta de Ispahán.

EL - Si Irán reinicia efectivamente la conversión, los pasos a seguir serían:

En primera instancia, los europeos seguramente pedirán una reunión de emergencia del Consejo Directivo de la Agencia Internacional de Energía Atómica. En esa reunión, la Agencia debe decidir si lleva este asunto ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

En segundo lugar, el Consejo de Seguridad de la ONU podría resolver si aplica sanciones que incluyan un embargo de armas y restricciones a las inversiones.

De todos modos, aún falta ver de qué lado se pararán Rusia y China en el Consejo, donde tienen poder de veto. Rusia estuvo involucrada en la construcción de la estación nuclear en Irán, mientras China compra mucho petróleo a este país asiático.

Y para cerrar hay una frase de un analista iraní que me pareció bastante representativa. Lo que dice es que Teherán calculó que habría poco apetito de sanciones contra un gran productor de petróleo justamente en un momento en el que el precio del crudo es tan elevado.