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Estados Unidos pone a América Latina en su agenda

¿Qué cambia para nuestra región con la remoción de Roger Noriega de la Secretaría de Estado Adjunta para América Latina de Estados Unidos? ¿Qué busca la Administración Bush con esta decisión? Comentario de la periodista Elisa Lieber.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
El secretario de Estado adjunto norteamericano para América Latina, Roger Noriega, dejará su cargo a partir de septiembre. Noriega era conocido por su política dura hacia Cuba y Venezuela, y en los últimos tiempos fue cuestionado por no saber manejar la nueva realidad latinoamericana.
Justamente, la salida de Noriega podría representar una oportunidad para reconstruir la política estadounidense hacia América Latina, y para hablar al respecto estamos en contacto con la periodista Elisa Lieber.

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Elisa, el viernes pasado la Casa Blanca anunció que Noriega renunciaba a su puesto por motivos personales. Ahora se especula que el sucesor de Noriega será Tom Shannon, actual jefe del buró latinoamericano del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y hombre de confianza de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

Según fuentes diplomáticas estadounidenses, las políticas del Departamento de Estado hacia América Latina no cambiarán dramáticamente con el cambio de mando, pero según los analistas la partida de Noriega no es una casualidad e implica una nueva estrategia hacia la región...

ELISA LIEBER:
Sí, Emiliano. Según los analistas, el cambio de Noriega implicaría una nueva estrategia hacia un continente que está virando hacia la izquierda.

Según Riordan Roett, director del programa latinoamericano de la Johns Hopkins University, "Estados Unidos parece estar perdiendo alcance en la región con el crecimiento de la influencia de (el presidente venezolano, Hugo) Chávez y el alza de movimientos populistas que son inherentemente anti-estadounidenses".

En declaraciones a France Presse, Roett dijo que en este escenario el estilo agresivo y no muy diplomático de Noriega no ayudaba demasiado en las relaciones con la región.
Entonces, el gran desafío para la Casa Blanca era cómo cambiar esto.

EC – Pero si mal no recuerdo Noriega fue el que respaldó a Argentina para obtener un paquete de ayuda durante la crisis económica de 2003.

EL – Es verdad, pero también criticó la decisión del presidente argentino, Néstor Kirchner, de querer mejorar sus relaciones con La Habana.

De todos modos, la renuncia de Noriega no se debe a nuestros hermanos argentinos.

La gota que derramó el vaso en las relaciones de Noriega con América Latina fue la elección del nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos, el chileno José Miguel Insulza.

Esta la primera vez en la historia que Estados Unidos no logra imponer a su candidato en la OEA.
Noriega había anunciado con bombos y platillos que Estados Unidos apoyaba la candidatura del ex presidente salvadoreño Francisco Flores, un admirador ferviente del mandatario George W. Bush. Noriega aseguró que Flores representaba "una nueva generación de líderes latinoamericanos". Pero, finalmente, Flores tuvo que retirarse de la carrera por falta de apoyo del resto de los países de la OEA.
Después, Noriega anunció su respaldo al canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, que también abandonó la carrera por falta de apoyo. Finalmente, ganó Insulza, que contaba con el respaldo de países como Brasil, Argentina y Venezuela.

Para los analistas el desencuentro de Noriega con la nueva izquierda latinoamericana quedó patente –precisamente- en la elección de la OEA...

EC – De hecho, Noriega siempre fue conocido como un opositor ferviente de la política de Chávez y de Fidel Castro.

EL – Antes de remplazar a Otto Reich en el departamento de Estado hace dos años, Noriega formó parte de un equipo de asesores del senador ultraconservador Jesse Helms. Helms impulsó la llamada ley Helms-Burton, que endureció el embargo estadounidense contra Cuba.

EC – Un antecedente que no le debe haber caído muy simpático a Cuba.

EL – Justamente esta semana, el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón, dijo con un tono irónico que extrañará las "tonterías" de Noriega.
Y dijo, palabras textuales: "Yo lo lamento muchísimo porque vamos a perder un personaje muy cómico. Habría que contratarlo para que tenga otra función".

Más allá de las ironías, Noriega no es recordado como un personaje simpático en Cuba ya que visitó La Habana en 1998 junto al entonces presidente del comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, Caleb McCarry.

Ahora, McCarry fue nombrado como coordinador estadounidense para una transición democrática en Cuba. ¿Qué es esto? Un planificador estadounidense para precipitar la caída de Fidel. La creación de este cargo inclusive fue rechazada por los disidentes cubanos.
En conclusión, Cuba no es muy amiga que digamos de Estados Unidos, pero menos aún de Noriega.

EC – Y en estos enfrentamientos entre los países latinoamericanos y Noriega, otro de los adversarios sería Venezuela.

EL –  La retórica entre Noriega y Chávez es digna de una recopilación. Chávez decía que Noriega era un "imperialista de primera línea".

EC – Está bien, Noriega complicaba las cosas, pero Chávez y Bush tampoco tienen una relación muy aceitada a decir verdad. Inclusive, Chávez acusó a Bush de respaldar el golpe de Estado que lo sacó del poder por unas horas en 2002.

Con este escenario, no parece muy coherente o lógico que haya un cambio de la política estadounidense hacia Chávez.

EL – Es así. Estados Unidos dijo que no cambiará su política hacia Venezuela después de la salida de Noriega. Y el vicepresidente venezolano, Vicente Rangel, enseguida le contestó y le dijo que ellos tampoco la piensan cambiar.

EC – Pero entonces, ¿dónde estaría el cambio de estrategia de Estados Unidos hacia Venezuela y hacia América Latina en general?

EL – Por lo pronto, las relaciones entre Venezuela y Noriega ya estaban totalmente desgastadas. Al menos ahora se cambia de interlocutor.

Como tu decías al principio, se especula con que Tom Shannon remplace a Noriega.
Shannon es un hombre de confianza de Rice, y Rice supuestamente quiere su propio Departamento de Estado. Noriega era parte del antiguo régimen de Colin Powell.

Además, Rice habría reconocido que las relaciones con América Latina están deterioradas. De hecho, las negociaciones para crear el ALCA, el Área de Libre Comercio de las Américas, están casi muertas.
Lo que quiere Rice ahora es un equipo para Latinoamérica que le genere más confianza y que ponga más atención en la región.

EC – Y es que en los últimos años, Estados Unidos ha estado concentrado en otras partes del mundo, especialmente después de los atentados del 11 de setiembre de 2001.

EL – Justamente, la idea es prestarle un poco más de atención a América Latina. Por lo pronto, la semana pasada Bush logró que el Congreso aprobara finalmente el acuerdo de libre comercio con Centroamérica y República Dominicana, llamado CAFTA, y que fuera electo el colombiano Luis Alberto Moreno, su candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Más allá de que estos hechos sean significativos, todavía es muy pronto para decir que están vinculados a una nueva "estrategia" hacia América Latina.

Pero lo importante es que de aquí en más, el objetivo es que las relaciones con América Latina sean más pacíficas, más diplomáticas, que no contengan un discurso tan combativo como con Noriega.
Lo que le preocupa a Bush es el alcance de la izquierda en América Latina y, sobre todo, la influencia de Chávez en la región.

Le inquieta la influencia ideológica de Chávez y de Castro en América Latina.  Pero, lo que más le preocupa a Bush es que Estados Unidos pueda perder terreno en el ámbito económico.
De hecho, Chávez está desplegando sus redes económicas en América Latina, incluido Uruguay, como vimos en los últimos días. Y eso no le caería muy simpático a Bush. Entonces, la idea es que Estados Unidos haga buenas migas con los países latinoamericanos amigos de Chávez y Fidel. Es una cuestión de no perder poder.