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Israel comenzó la evacuación definitiva de los asentamientos en la Franja de Gaza

Israel comenzó la evacuación definitiva de los asentamientos en la Franja de Gaza

Con muchas resistencias, comenzó el proceso de retirada de los colonos que viven en 21 asentamientos israelíes en la Franja de Gaza. La corresponsal Ana Jerozolimski está en la zona y reportó cuál es la situación. Una medida que por ahora no implica el uso de violencia por parte del Ejército israelí pero, a partir del miércoles, pude provocar enfrentamientos entre los colonos y los soldados, habilitados desde entonces al uso de la violencia.

(Emitido a las 7.50)

EMILIANO COTELO:
A las 6 de la tarde de ayer, hora uruguaya, medianoche en Medio Oriente, el Ejército de Israel bajó la barrera del paso fronterizo de Kisufim, en un acto con el que se declaró el comienzo de la evacuación definitiva de 21 asentamientos de la Franja de Gaza.

Según lo dispuesto por el gobierno de Ariel Sharon, los colonos israelíes tienen plazo hasta el martes a medianoche para abandonar esta zona que dentro de poco tiempo será entregada a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

¿Cómo han transcurrido las cosas en estas primeras 12 horas de retirada? ¿Qué manifestaciones de resistencia se han producido? ¿Qué actitud adopta, mientras tanto, la ANP? Estamos en contacto con Ana Jerozolimsky, nuestra corresponsal en Israel.

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Ana, ¿dónde estás exactamente?

ANA JEROZOLIMSKY:
Estoy llegando a la zona de la Franja de Gaza. En estos momentos hay un verdadero revuelo dentro de los asentamientos, una jornada sin duda de mucha tensión y vamos a seguir esto de cerca en las próximas horas y los próximos días.

EC - Estamos hablando de una franja que tiene 10 kilómetros de ancho por 40 de largo, y que está ubicada en la frontera de Israel con Egipto.

AJ - Así es, la parte sur de la franja de Gaza linda con Egipto. Los asentamientos que serán evacuados ocupan aproximadamente el 5 por ciento dicen los colonos, y el 10 por ciento dicen los palestinos de la Franja de Gaza. Toda esa zona será entregada a los palestinos, Israel se retirará, aunque ese plan de desconexión incluye también cuatro asentamientos aislados al norte de Cisjordania, no todo el norte de Cisjordania pero sí cuatro asentamientos concretos. 25 asentamientos en total, 1.700 familias, son evacuadas aproximadamente 9.000 personas.

EC - Son territorios que fueron ocupados por Israel en el año 1967, hace 38 años.

AJ – Así es, en la guerra de los Seis Días. Israel, al repeler el ataque egipcio en el frente sur, ocupó la franja de Gaza; quiso devolvérsela a Egipto cuando se firmó el acuerdo de paz, pero el entonces presidente Anuar el Sadat sabía con qué problema se lidiaba cuando se habla de la Franja de Gaza y no quiso recibirla bajo ningún concepto. Hasta 1967, o sea desde la guerra de independencia de Israel en 1948, y la guerra de los Seis Días en 1967, la Franja de Gaza estuvo bajo ocupación egipcia, y desde 1967 bajo ocupación israelí.

EC - Por estas horas y hasta mañana tiene lugar lo que ha sido denominado Operación Confraternidad, o sea, el ejército no aplicará la fuerza, los soldados van golpeando a las puertas de las casas recordando que las familias deben retirarse. ¿Cómo viene siendo la respuesta? ¿Cuál es el ambiente?

AJ - Golpean a las puertas cuando logran entrar. En varios asentamientos no han tenido problemas, han entrado, han repartido personalmente esas órdenes de evacuación –aunque no hay ninguna novedad, los habitantes de los asentamientos ya sabían que a partir de las primeras horas del miércoles será considerado ilegal que permanezcan en sus casas–, pero en otros ni siquiera han podido entrar, hay revuelos, hay una situación de mucha tensión, de choques abiertos entre jóvenes que se están atrincherando en el lugar, que cierran los portones de entrada.

Por ejemplo en Nevet Kalim, que es el principal asentamiento de Gushkativ, no permitían prácticamente el acceso a los soldados, y en cinco asentamientos considerados especialmente problemáticos, entre ellos Netzarin y Farldaron, que están bastante aislados en el centro de la Franja de Gaza, los oficiales decidieron no entregar personalmente esas órdenes de evacuación para evitar roces ahora, ya que de todos modos lo principal será lo que suceda a partir del miércoles, cuando, ahí sí, podría comenzar la etapa de, si es necesario, aplicar la fuerza para que todos puedan salir.

EC - Recordemos que además de los propios colonos se han instalado en esa zona otros israelíes –se habla de 4.000– que se sumaron en estos días previos para solidarizarse con quienes van a ser evacuados y para presionar en contra de ese operativo. ¿cómo viene siendo el comportamiento de esa otra gente?

AJ - Ante todo te diré que, según admitiera ayer el propio comandante en jefe del ejército, el teniente general Dan Jalut, desde el kibutz Eineflosha, donde no sólo hay numerosos latinoamericanos sino una base del ejército erigida por este operativo, ya lograron juntar aproximadamente 5.000 jóvenes que son los que presentan la mayor resistencia. No estamos hablando todavía de esa etapa en la que podría comenzar, si es necesario, la evacuación por la fuerza, sino de la distribución de estas órdenes de evacuación, y estos jóvenes son los que protagonizan la clausura de los portones de entrada, las cadenas humanas que intentan impedir el acceso de los soldados. Hace pocos días los vimos dentro de asentamientos construyendo todo tipo de estructuras, e incluso en una compañía donde empaquetan verduras orgánicas que cultivan en Gushkativ trabajando en forma voluntaria, diciendo "venimos a construir y no a destruir". O sea, diferentes niveles de aporte y de ayuda a la población local.

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(Emitido a las 8.56)

EMILIANO COTELO:
Volvemos al contacto con Ana Jerozolimski, desde la Franja de Gaza, siguiendo de cerca, minuto a minuto, estas primeras horas del operativo de evacuación de las 1.500 familias localizadas en 21 colonias cuyo retiro ha sido ordenado por el gobierno de Ariel Sharon.

Es una polémica que lleva su tiempo porque el propio Sharon fue en su momento impulsor de estos asentamientos. ¿Cómo están transcurriendo las cosas en estas 48 horas hasta mañana a medianoche, 48 horas durante las cuales no se aplicará la fuerza y todo queda librado a la voluntad de los propios colonos?

Ana ya nos dio un primer panorama temprano; volvemos al contacto con ella.

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Ana, ¿qué es lo más nuevo?

ANA JEROZOLIMSKY:
En este momento estoy en el puesto Kisufim. A medianoche exactamente se bajó la barrera, lo cual simbolizaba que ya no se podía entrar a la zona de los asentamientos y que la única dirección en la que se podía movilizar la población civil es hacia afuera. Por aquí han pasado algunos coches con familias, con sus bienes, sus muebles en camioneta; no diría un tráfico impresionante, pero ha habido movimiento hacia fuera, y algunas familias comentando que si bien desde un principio discrepaban con esta medida del gobierno de Ariel Sharon, dado que comprenden que es imparable el proceso de retirada, quieren al menos ahorrarles a sus hijos las imágenes traumáticas que pueden ser especialmente evidentes a partir del miércoles a la mañana, y que ya hoy no son fáciles, porque aquí adentro en los asentamientos ya hay choques, jóvenes de esos 5.000 infiltrados de los que ya hablamos antes están tratando, mediante cadenas humanas, sentados en los caminos, en las carreteras internas, en los estacionamientos, de impedir el acceso de las tropas.

Hace unos minutos llegó –yo me alejé un poco para poder hacer este contacto– un alto oficial del Ejército que está encargado de la parte logística, que destacaba que si en estas 48 horas las diferentes familias de los asentamientos quieren salir por su propia voluntad antes del miércoles y precisan ayuda, el ejército les trae dos contenedores por familia y los soldados mismos pueden participar en la ayuda, incluso para empaquetar las cosas, para desarmar los artefactos de la casa. Todo para tratar, en la medida de lo posible, de facilitarles las cosas a las familias que quieran salir por su propia voluntad antes de que empiece la evacuación en la que si es necesario también se recurrirá a la fuerza.

EC - Recordemos que a quienes se retiran el gobierno de Israel les abona una indemnización que oscila entre los 200.000 y los 400.000 dólares. Pero en el momento inmediato, ahora, apenas salen de estos asentamientos, ¿dónde van a parar?

AJ - Ya hay sitios en los que desde hace tiempo están siendo construidas casas prefabricadas o temporarias en las que se pueden alojar. Para aquellos que no tienen un lugar concreto adonde ir –salvo aquellos que van a casas de familiares,  por ejemplo en el asentamiento Netzer Jatzania varios niños me dijeron que los padres arreglaron para ir a lo de los abuelos–, hay diferentes áreas donde hay centenares de unidades de vivienda, el gobierno también armó una especie de depósito de una lista de apartamentos alquilados pagando del presupuesto nacional tres meses por adelantado para reservarlas, creo que son en total son unos 800 apartamentos en diferentes partes del país, a los que pueden dirigirse las familias que salen. Pero evidentemente todo hay que arreglarlo de antemano. La población de los asentamientos, aquellos que desde el punto de vista ideológico, político se oponían desde un principio, por un lado no quieren salir y por otro critican al gobierno no haber organizado todo debidamente, por ejemplo ponen énfasis en que ellos habrían querido, ya que tienen que salir, hacerlo en forma colectiva, o sea que un asentamiento entero pudiera trasladarse, porque aquí el tema de la vida comunitaria es muy importante. Pero eso por ahora en general no es posible.

EC - ¿Cómo son las condiciones para el trabajo de la prensa?

AJ - Un infierno total, realmente. Eso de zona militar cerrada no es sólo para que los jóvenes que quieran infiltrarse no puedan entrar, yo no puedo entrar ahora como perico por su casa a los asentamientos, hace falta primero un permiso especial –no leí el texto entero porque hay todo tipo de formalidades, pero si no lo firmo no entro– que hay que presentarle al ejército. Me imagino que uno deslinda toda responsabilidad, uno sabe que entra a una zona de conflicto, que pueden dispararle los palestinos, le pueden disparar los colonos, cosas de ese tipo, o sea hay limitaciones. Y en el momento en que se pueda entrar a un asentamiento –yo lo haré esta noche– tendremos que estar allí, un ómnibus del ejército lleva a cada uno al asentamiento que eligió, si es que lo aprueban –va a depender de las condiciones en el terreno–, y hay que estar todo el día ahí, no me puedo movilizar a otro asentamiento por mi cuenta, aunque esté enfrente, tengo que esperar a la noche, un día entero, hasta que vuelva el ómnibus del ejército a recoger a los periodistas que estemos en los lugares elegidos con la esperanza de que en esos lugares haya gente dispuesta a hablar, al menos que uno pueda entrevistar y hacer el trabajo normalmente desde el lugar.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe