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"Solidaridad" 25 años después

El sindicato que democratizó Polonia y cuya fundación significó el inicio del fin del comunismo en europa oriental, Solidaridad, cumplió 25 años. Un aniversario celebrado por la comunidad internacional pero que presenta algunas dudas a la interna de Polonia. Según una encuesta, el 76% de los polacos cree que su vida personal no mejoró e incluso empeoró con el nuevo régimen. Comentario de la periodista Elisa Lieber.

(Emitido a las 8.26)

EMILIANO COTELO:
Cuando una huelga en un astillero de Gdansk desembocó el 31 de agosto de 1981 en la creación del sindicato "Solidaridad" en Polonia, Europa ignoraba que se trataba del principio del fin del bloque soviético. "Solidaridad" fue el primer sindicato independiente del régimen comunista polaco y pronto se convirtió en un emblema en toda Europa del este.

Ahora, 25 años después de la creación de "Solidaridad", Polonia tiene una fisonomía completamente distinta y la Europa que la rodea, también. Justamente para analizar este hecho histórico en perspectiva, estamos en contacto con la periodista Elisa Lieber.


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Elisa, jefes de Estado y de gobierno de 20 países se reunieron este miércoles en el puerto báltico de Gdansk para rendir homenaje a "Solidaridad", 25 años después de su creación. Polonia conmemoró este acontecimiento con numerosas exposiciones, conferencias y conciertos. También se realizaron actos en Bruselas, Londres, París y Nueva York. Pero comencemos con un poco de historia...

ELISA LIEBER:
Está bien. Comencemos con un breve repaso histórico entonces. Todo comenzó el 7 de agosto de 1981, cuando la conductora de una grúa Anna Walentynowicz fue despedida del astillero Lenin en Gdansk. Ese mismo día comenzó una huelga generalizada. Y ese mismo día entró en escena Lech Walesa, un joven electricista que había sido despedido del astillero en 1970 por participar en protestas sociales.
Esa noche, la noche del 7 de agosto, Walesa saltó la verja, entró al recinto del astillero y se convirtió en el líder de una huelga que en sólo 18 días comenzó a hacer tambalear al régimen comunista polaco.
El 31 de agosto de 1981 se convirtió en una fecha clave en la historia de la caída del comunismo en Europa del Este. Ese día, el gobierno comunista polaco otorgó concesiones sin precedentes a los obreros del astillero, entre ellas la posibilidad de crear el primer sindicato libre dentro del bloque soviético, el sindicato llamado "Solidaridad". Este sindicato se expandió más allá del astillero y llegó a reunir a unos 10.000.000 de afiliados en toda Polonia.

También hay que recordar que este movimiento contó con el respaldo del papa Juan Pablo II, de origen polaco, que llamó a los sindicalitas a no tener miedo.

EC – Está bien. Hasta aquí los hechos ocurridos hasta el 31 de agosto. ¿Pero qué ocurrió después? Porque también hubo traspiés en el camino...

EL – Cierto. Tan sólo 16 meses después, la coexistencia política pacífica entre este sindicato y el régimen comunista llegó a su fin, y "Solidaridad" fue ilegalizado. Hubo arrestos masivos y los tanques salieron a las calles... El cuento de hadas se había derrumbado.

Pero, ocho años después, en 1989, "Solidaridad" fue legalizado nuevamente y ganó las primeras elecciones legislativas libres... Tadeuz Mazowieski tomó las riendas del Gobierno.

EC – Sí, fue un momento histórico, aunque luego pasó a un segundo plano porque ocurrieron acontecimientos de mayor envergadura en el resto de Europa. En noviembre de 1989, cayó el muro de Berlín...

EL – Sin duda, el éxito electoral de "Solidaridad" fue opacado por la caída del muro de Berlín, que sigue siendo el principal símbolo de la desaparición de la Cortina de Hierro.

Pero además, los logros de "Solidaridad" también fueron opacados a la interna, con una dura pelea por el poder. En 1989, Mazowieski fue electo como primer ministro, como decíamos recién. Pero un año después, Lech Walesa  –que estaba relegado en Gdansk-  forzó a llamar a elecciones presidenciales, donde finalmente derrotó a Mazowieski, un filósofo y pensador de "Solidaridad". El movimiento comenzó a resquebrajarse...

Y en 1995, Walesa perdió el poder a manos del ex comunista Alexander Kwasniewski, lo que determinó la debacle total de "Solidaridad"...

EC – Kwasniewski sigue siendo el presidente de Polonia...

EL – Sí y justamente es uno de los protagonistas de este aniversario de "Solidaridad". Es uno de los protagonistas porque en 1981 estaba del otro lado, del lado del régimen comunista, y recién ahora se reconcilió con Walesa, quien –como decía recién- fue su contendiente electoral.

En uno de los actos que se realizaron esta semana, Kwasniewski reconoció el papel pionero de Walesa en los ochenta, al decir unas palabras que sin duda le levantaron el ego a Walesa: "Vivimos en una Polonia libre y no habría una Polonia libre sin usted, señor presidente Walesa"...

Además, el actual mandatario destacó el papel del movimiento sindical de los ochenta, al decir que "como en un juego de dominó, ‘Solidaridad’ hizo caer los regímenes autoritarios de la República Democrática Alemana, de la República Checoeslovaca y de Hungría".

EC - Sin lugar a dudas, este aniversario de la creación de "Solidaridad" fue una fecha de revisionismo histórico, de reconciliaciones y de halagos...

EL – Es verdad. La mayoría de los líderes congregados en Gdansk obviamente le tiraron flores al movimiento "Solidaridad" y –en líneas generales- lo definieron como el responsable de allanar el camino de la democracia en Europa oriental. Aquella Europa oriental de los ochenta y la Europa oriental actual. Esto incluye desde la caída del muro de Berlín, hasta los recientes levantamientos en Georgia y Ucrania.

El presidente alemán Horst Köehler –por ejemplo- reconoció el rol de "Solidaridad" en la reunificación de Alemania. Y dijo que "los polacos no sólo se liberaron a sí mismos, sino que iniciaron un proceso que persiste hasta hoy. Los presidentes de Ucrania y Georgia pueden confirmar esto".

Justamente, el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, dijo que las revoluciones en su país y en Ucrania son "una segunda oleada de Solidaridad".

Otra de las personalidades que participó en estas celebraciones fue la ex secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, quien fue más allá con sus declaraciones, y dijo que "todos nosotros sabemos que la ideología de reivindicaciones y de presiones no murió con la Unión Soviética. Vive todavía en países como China, Zimbabue, Corea del Norte y Bielorrusia y por lo tanto hay que seguir luchando.

EC – Son opiniones de actores cuyos países estuvieron involucrados en esa Guerra Fría, en esa guerra entre el capitalismo y el comunismo... ¿Pero qué dijo el actor principal de todo esto, qué dijo Walesa?

EL – Bueno, Walesa fue por un camino parecido al de Albright. Walesa llamó a los disidentes de países con regímenes totalitarios a "inspirarse en el modelo de Solidaridad" para instaurar la libertad y la democracia.
Además, aprovechó la ocasión para ufanarse de los logros. Y resaltó una y otra vez que el derrocamiento del comunismo en Europa se logró "sin un solo disparo de fusil, sin derramar una gota de sangre".

En el mismo sentido se expresaron varias figuras de "Solidaridad", aunque algunas ellas boicotearon las ceremonias...

La propia Anna Walentynowicz, aquella conductora de la grúa que ocasionó la huela original, se quejó por la pérdida de valores de "Solidaridad", por la falta de apoyo a los trabajadores en una Polonia con 18% de desempleo. Una "Solidaridad" de la que ahora se abrió Walesa para darle paso a las nuevas generaciones. Una "Solidaridad" que cuenta con poquísimos afiliados y con un mínimo respaldo popular.

EC – Hablamos de la clase política, de los líderes internacionales y de los dirigentes sindicales. Pero qué opina el pueblo, los propios polacos.
EL –  Una encuesta de un diario local dice que un 76% de los polacos considera que su vida personal no mejoró e incluso empeoró con "Solidaridad" y la democratización del país. Estamos hablando de un 76% de la población que tiene una visión negativa de ese movimiento histórico.

Y para ir cerrando... me gustaría citar al antiguo asesor de "Solidaridad" Adam Michnik, que hoy es director del diario más influyente de Polonia, Gazeta Wyborcza.

Michnik dice: "Veneramos con enorme devoción la insurrección de Varsovia en 1944 contra los nazis, aunque en términos políticos no aportó nada a los polacos, pero costó la vida a decenas de miles de patriotas y la destrucción de casi el 80% de la misma. Al mismo tiempo, rechazamos y menospreciamos la transición a la democracia conseguida por Solidaridad sin derramar una gota de sangre". Michnik parece no encontrar explicación para el estado de ánimo de sus compatriotas en el aniversario de la creación de "Solidaridad".

Algunos analistas dicen que el problema de fondo de "Solidaridad" radica en que sí logró poner fin al régimen comunista y hacerse famoso internacionalmente, pero no presentó una alternativa viable a la interna de Polonia e hizo una transición demasiado rápida sin bases sólidas.

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Notas asociadas:
En el marco del 75 aniversario de Radio El Espectador, Emiliano Cotelo conversó a Lech Wallesa. Repase aquella entrevista.