Internacionales

La ONU, un organismo simbólico

Sin acuerdos en los grandes temas, la tan anunciada reforma de la ONU no producirá grandes cambios en el funcionamiento del organismo que cumple 60 años. Pobreza, terrorismo, proliferación de armas nucleares... grandes temas que no tendrán una solución tras la aprobación de la declaración final. Comentario de la periodista Elisa Lieber.

(Emitido a las 08.25)

EMILIANO COTELO
Las Naciones Unidas celebran desde este miércoles y hasta el viernes la mayor cumbre de sus 60 años de historia. Un total de 170 mandatarios se dieron cita en esta Cumbre Mundial, que tiene por objetivo adaptar la ONU a las necesidades del siglo XXI. Sin embargo, la mayoría de las reformas propuestas inicialmente ya quedaron en el camino.
Después de arduas discusiones, los países miembros aprobaron una declaración final de unas 40 páginas que será adoptada al culminar esta cumbre. Para entender el alcance de este documento, estamos en contacto con Elisa Lieber.

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Elisa, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, inauguró ayer la cumbre por el 60 aniversario de las Naciones Unidas quejándose porque sus miembros fracasaron a la hora de acordar una reforma del organismo, una reforma que era muy esperada.

ELISA LIEBER:
Sí, Emiliano. Annan abrió la cumbre y se despachó contra los 170 mandatarios presentes en la Asamblea. El secretario general de la ONU reprochó que todavía no se haya logrado la reforma profunda y arrolladora que él y muchos creen necesaria.
Había muchas expectativas puestas en esta Cumbre y, sobre todo, en la posibilidad de alcanzar cambios sustanciales en el seno de la ONU, que de por sí ya viene con su imagen muy debilitada.

EC – Basta recordar que hace tan sólo dos semanas, Annan recibió un golpe muy fuerte por el escándalo de corrupción y mal manejo de recursos en el programa "Petróleo por Alimentos". Un programa que permitía a Irak intercambiar petróleo por suministros básicos para su población...

EL – Un escándalo que involucró al hijo de Annan, Kojo Annan. Este escándalo puso en entredicho la transparencia de la ONU, una ONU también muy cuestionada a partir de la guerra en Irak.
Con estos antecedentes, esta cumbre parecía ser el momento para que la ONU recuperara su honor, se pusiera firme, que lograra ser confiable nuevamente. Y para eso estaba previsto realizar varias reformas profundas.

EC – El documento final ya fue aprobado. Ahora resta que sea adoptado al cerrar la cumbre... Entonces, ¿qué reformas fueron incorporadas en este documento final y cuáles quedaron por el camino?

EL – En primer lugar, y lo más importante de todo es que no se logró un acuerdo sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos objetivos fueron pactados en el 2002 y tenían como fin erradicar la pobreza extrema y el hambre, reducir la mortalidad infantil y materna, el sida y la malaria, entre otros puntos. Desde que se plantearon esos objetivos, 50 países -inclusive- registraron un retroceso a la hora de reducir su pobreza.

Entonces, la idea era que de esta Cumbre salieran medidas concretas para avanzar con más eficacia hacia esos objetivos del Milenio, que debían cumplirse en el 2015.

Sobre este asunto, la Unión Europea propone llegar a donar a los países pobres hasta el 0,7% del Producto Bruto Interno de la región para el año 2015.

Pero, Estados Unidos se opone a este esquema de donar el 0,7% del PBI. Y ayer el propio Bush propuso otra alternativa que complementaría la ayuda monetaria. El presidente de Estados Unidos desafió a eliminar los aranceles y subsidios si otros países ricos hacen lo mismo.
Ante estas diferencias sobre el modo de ayudar a lograr las metas del Milenio, el documento lo único que dice es que le "da la bienvenida" a los países que deseen ampliar su aporte, sin especificar montos o porcentajes.

EC – Otro de las grandes reformas comprendía la posibilidad de ampliar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas...

EL –  Sí, la posibilidad de ampliar el Consejo de Seguridad también quedó en la lista de debes, de objetivos a futuro. La idea era que el Consejo tuviese más representatividad... Y acá entraba en juego América Latina. Brasil, Argentina y México aspiraban a formar parte del Consejo. 
Estos tres países no lograron un acuerdo sobre quién podría representar a América Latina en este organismo, y lo mismo pasó con los países africanos. A esto se suma que Estados Unidos y China no recibieron con mucha simpatía la posibilidad de que Japón y Alemania ingresaran a este órgano, tal como pedían.

EC - ¿Y qué otros temas quedaron afuera de la declaración?

EL – Hago un repaso de tres temas fundamentales que quedaron en meras intenciones...

En primer lugar, se aplazó la creación de una Convención contra el Terrorismo Internacional por la falta de acuerdo sobre la definición precisa de qué es terrorismo.

En segundo lugar, no se logró un compromiso sobre la no proliferación de armas. Y, en tercer lugar, y muy relacionado, no se logró un convenio sobre desarme nuclear.

Estamos hablando de tres temas de gran actualidad. El terrorismo se transformó en moneda corriente... Y los otros dos temas, la proliferación de armas y el desarme nuclear, son los protagonistas de las crisis internacionales con Irán y Corea del Norte, dos conflictos de los cuales estuvimos hablando en análisis pasados.

EC – El panorama no parece ser nada alentador...

EL – La verdad es que el texto finalmente quedó muy desinflado, aunque igual contiene unos pocos avances.
Se acordó crear un Consejo de Derechos Humanos, en sustitución de la Comisión de los Derechos Humanos actual. Esta Comisión estaba muy desacreditada últimamente.

Otra reforma que incluye el documento es que llama a fortalecer la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, a la cual se le duplicará el presupuesto en los próximos cinco años.
Además, se va a crear una Comisión de Construcción de la Paz. Esta comisión tendrá por objetivo ayudar a los países que salen de un conflicto a reconstruirse.

Y, por último, el texto le da la bienvenida a la iniciativa del secretario general Annan de crear una "Oficina de Etica"...

Pasando en limpio. En realidad, sí hubo algunas propuestas muy alentadoras, pero el quid del asunto, el quid de las reformas quedó en el camino: no se logró un acuerdo para ampliar el Consejo de Seguridad, no se alcanzó un consenso sobre las Metas del Milenio, y ni siquiera se consiguieron poner de acuerdo sobre la definición de terrorismo...

EC – La ampliación del Consejo ya había sido postergada, o sea que era previsible que no se lograse un acuerdo para esta cumbre. Pero tampoco se logró un acuerdo en temas como la pobreza y el terrorismo.

EL -  Claro. Y justamente la idea de la reforma era revigorizar el rol de la ONU para responder a los pedidos de los países pobres, o sea tener más herramientas para poner fin a la pobreza. Y, por otro lado, atender a los pedidos de los países ricos para tener más mecanismos para combatir las amenazas actuales, como el terrorismo internacional. Estos dos temas quedaron en el tintero.

Mientras tanto, las discusiones continúan y los mandatarios siguen desfilando por el estrado de la Asamblea General exponiendo sus visiones del mundo... visiones que generalmente sólo repercuten en los medios de sus propios países. Obviamente, salvando el caso de Bush y de otros pocos mandatarios que hacen noticia...

La ONU se transformó en un foro de discusiones que no está dando demasiadas respuestas tangibles a los problemas actuales...

Las Naciones Unidas se crearon hace 60 años, después de la Segunda Guerra Mundial, para velar por la paz, para tener un organismo conciliador, mediador y que represente a todos los países del mundo.
Su órgano principal, el Consejo de Seguridad, sigue representando a unos pocos países, a 15 países, de los cuales cinco tienen derecho a veto y a decidir la intervención militar en un país... De todos modos, como vimos en Irak, el Consejo pasó a ser un simple espectador.
La ONU perdió credibilidad con el conflicto en Irak y ahora con el escándalo de "Petróleos por Alimentos", y no parece estar tomando medidas muy determinantes para cambiar la situación, para dejar de ser un organismo más bien simbólico.