Internacionales

Occidente amplía sus fronteras

Turquía inició el proceso de ingreso a la Unión Europea, que puede insumir hasta 15 años antes de incorporar a un país con 70.000.000 de habitantes, en su mayoría musulmanes, al bloque del viejo continente. Tras muchas negociaciones, concesiones y reformas, esta adhesión turca podría ser un alivio en el "choque de civilizaciones" que vive la Humanidad. Comentario de la periodista Elisa Lieber.

(Emitido a las 8.20)

EMILIANO COTELO:
Este lunes finalmente comenzaron las negociaciones para el ingreso de Turquía a la Unión Europea. La apertura de las conversaciones debería haberse efectuado sin mayores contratiempos, pero a último momento surgieron desacuerdos entre los miembros del bloque europeo. Las discrepancias fueron presentadas por Austria, que pedía que se incluyera la posibilidad de que Turquía se convirtiera en un socio privilegiado, en lugar de en un integrante pleno de la Unión Europea. Finalmente, Austria renunció a su demanda y empezaron las negociaciones para la adhesión de Turquía.

Estos contratiempos en el seno de la Unión Europea son sólo un preámbulo de lo que se viene. Las discusiones para la adhesión total de este país musulmán serán largas y las divergencias son muchas. Para hablar del proceso que tenemos por delante, estamos en contacto con la periodista Elisa Lieber.

***

Elisa, en primer lugar, me parece importante resaltar la trascendencia de la jornada de ayer.

ELISA LIEBER:
Efectivamente, hay que recalcar que la fecha de inicio de las negociaciones ya estaba fijada desde diciembre pasado. O sea, los líderes de la Unión Europea ya sabían que tenían que inaugurar las negociaciones el día 3 de octubre de 2005. Esa fecha inclusive había sido ratificada en junio pasado por los jefes de Estado de la UE. Entonces, el planteo de último momento, el planteo austríaco del que tú hablabas, fue como un balde de agua fría para algunos socios del bloque. Varios países se quejaron porque Austria presentó a último momento esta alternativa para que las negociaciones desembocaran en una asociación estratégica de Turquía y no necesariamente en una adhesión total, como estaba acordado. 

Inclusive, a primeras horas de la tarde de ayer, se llegó a hablar de una crisis total de la Unión Europea.

EC – Sí, el canciller británico, Jack Straw, se refirió a un destino catastrófico para la Unión Europea si no le daba luz verde a las negociaciones con Turquía.

EL – Claro, porque si se trababan las negociaciones antes de comenzadas y después de meses de estar pactada la fecha de inicio, sería un nuevo golpe para el bloque. Todavía está fresca la crisis desatada en la UE por el "no" de Francia y Holanda a la Constitución Europea y la falta de acuerdo sobre el próximo presupuesto comunitario. Los analistas coinciden en que lo de ayer, la falta de consenso para comenzar las negociaciones, fue un espectáculo lamentable. Inclusive tuvo que intervenir la secretaria de Estado estadounidense, Condoleeza Rice, lo que -para los analistas- demuestra la incapacidad de la Unión Europea para resolver sus problemas por sí misma.

De todos modos, al final del día de ayer, la Unión Europea salvó su orgullo.

EC – Como tu decías, la Unión Europea viene tambaleándose después de varias crisis, pero supongo que el ingreso de Turquía al bloque debe ser un tema por demás delicado.

EL – Sí, claro. Recordemos que Turquía es un país de 70 millones de habitantes de confesión mayoritariamente musulmana. Si Turquía finalmente ingresa al bloque, se trataría del segundo Estado miembro de la Unión Europea por su población, detrás de Alemania.  Y de hecho, es un país con grandes diferencias políticas, económicas y sociales muy grandes, respecto al resto de los 25 miembros de la Unión Europea.

Por eso, el marco de negociación con Turquía es el más duro de los establecidos hasta el momento para el ingreso de nuevos miembros al bloque.

El proceso de negociación que comenzó ayer está dividido en 35 capítulos. Cada uno de ellos deberá ser abierto y cerrado por una votación unánime de los 25 Estados miembros. Estamos hablando de 35 capítulos cuya discusión podría tardar entre 10 y 15 años.

EC – Entonces estamos asistiendo a un proceso muy largo. Todavía puede haber muchos reveses en las negociaciones.

EL – Sí, las negociaciones son abiertas y sin garantías, pero los turcos saben que una vez que las negociaciones estén en marcha, y aunque haya diferencias en el camino, la Unión Europea no va a volver a trabarlas, salvo que se produzcan retrocesos en la propia Turquía.

EC - ¿Y porqué la Unión Europea no habría de cerrarle sus puertas a Turquía?

EL – Bueno, ahí radica uno de los puntos clave. La gran cuestión de estas negociaciones es la integración de dos culturas. Un portazo de la Unión Europea a Turquía en estos momentos podría ser entendido por el mundo musulmán como una bofetada del club cristiano, como llamó a la Unión Europea el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan
La negativa de la Unión Europea sería como un acto de discriminación hacia el mundo musulmán, en momentos en que Occidente sufre la agresión de islamistas radicales, cuya cara visible es Al Qaeda.

Entonces, la Unión Europea no le dice "no" a Turquía, pero sí la llama a comprometerse cada vez más para reformar el Estado turco, para que sea a imagen y semejanza a la Unión Europea... tiene 15 años para lograrlo.  Y Turquía ya comenzó a adaptarse a los requisitos estrictos de la Unión Europea.

EC - ¿Qué pasos ha dado Turquía hasta ahora para lograr ese fin?

EL – Desde diciembre pasado, cuando se acordó el comienzo de las negociaciones, Turquía ya comenzó a avanzar hacia los llamados "criterios de Copenhague", las exigencias de la Unión Europea para que este país sea digno de pertenecer al bloque.

Los progresos se materializaron en decisiones como la derogación de la pena de muerte y la aprobación de una ley para garantizar la libertad de prensa. Además, se incrementaron los derechos de las mujeres y se dio marcha atrás en un controvertido proyecto de ley que consideraba al adulterio como un delito.

Igualmente, le quedan muchas asignaturas pendientes. Entre ellas, poner fin a las torturas policiales y facilitar el regreso de cientos de miles de kurdos desplazados en la década de los noventa. El Parlamento europeo exige también a las autoridades turcas el reconocimiento formal del genocidio de los armenios en 1915.

EC – Y además falta superar el conflicto entre Turquía y Chipre, que es uno de los miembros más recientes de la Unión Europea.

EL –  Sí, la Unión Europea exige la retirada de las fuerzas turcas del norte de la isla de Chipre. Turquía invadió el norte de Chipre en 1974 y desde entonces la isla permanece dividida y con presencia militar turca en su zona norte. Que Turquía reconozca a Chipre como país independiente sin lugar a dudas será un tema medular en las discusiones para el ingreso de Turquía la bloque.

EC – Otro gran tema son las diferencias económicas entre Turquía y la mayoría de los países de la Unión Europea.

EL – La idea es que Turquía vaya alcanzando determinadas metas financieras y económicas durante la negociación. Después de todo el proceso de discusión, se corroborará si Turquía cumple con las exigencias económicas requeridas para ser integrante del selecto club europeo.

Lo que sí se sabe es que el ingreso de Turquía a la Unión Europea, tendrá un gran impacto financiero, evaluado en casi 28.000 millones de euros. Y, además, se producirá un desborde de la mano de obra turca en los mercados comunitarios.

Comienza así un proceso de adecuación de más de una década, un proceso de adecuación tanto turco como de la propia Unión Europea, que tendrá que repensarse con sus fronteras ampliadas...

La Unión Europea será más fuerte con Turquía entre sus miembros. Estamos hablando de 70 millones de personas más como mercado. Y, por otro lado, Europa podría ser más seguro con Turquía como integrante pleno, esto suavizaría de algún modo el choque de civilizaciones que estamos viviendo. Eso –por lo menos- dicen los analistas.