Con respecto a su trayectoria, el Centro Nacional de Huracanes asegura que es errático y podría dirigirse hacia Florida (Estados Unidos), donde tocaría tierra con una intensidad de tres o cuatro puntos y amenazaría a Miami y Fort Lauderdale.

Los habitantes de las zonas que podrían verse afectadas por el huracán esperan que Wilma siga perdiendo intensidad antes de tocar tierra. De todas formas comenzaron las evacuaciones masivas.

En el estado de Florida, las autoridades solicitaron a los residentes del sur que se preparen para el impacto y miles de personas ya tomaron precauciones.

Al declarar estado de emergencia, las autoridades nacionales convocan a la Guardia Nacional para decidir sobre los planes de evacuación y la distribución de provisiones, entre otros aspectos.

En la costa sudoccidental de Florida, los habitantes colocaban celosías de seguridad en sus ventanas, comparaban alimentos enlatados y agua envasada y hacían colas cada vez más largas en las gasolineras.

Las autoridades empezaron a evacuar a los turistas de los Cayos de la Florida, pero aplazaron la evacuación de los residentes.

El avance de Wilma también provocó evacuaciones en Cuba (donde unas 250.000 personas se trasladaron a otras regiones) y México (sobre todo en Cancún y en el estado de Quintana Roo en la costa oriental del país).