(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
Vamos a estar en frecuente contacto con Mar del Plata en estos próximos días, en el seguimiento de lo que será la IV Cumbre de las Américas, que comenzó ayer sus actividades con las primeras reuniones de los coordinadores nacionales que trabajan en el Hotel Costa Galana.

Pero también vamos a tener crónicas a propósito de lo que algunos llaman contracumbre, que formalmente tiene otra denominación: III Cumbre de los Pueblos. Justamente, para seguir de cerca esta contracumbre, se encuentra Marcelo Pereira, periodista del semanario Brecha e integrante de la Tertulia de los lunes aquí En Perspectiva.

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Marcelo, ¿cómo está Mar del Plata?

MARCELO PEREIRA:
Está bien, un clima fresco y en realidad menos amurallada y sitiada de lo que yo pensaba por las crónicas. Hay un dispositivo importante de seguridad, pero es una ciudad grande, con 800.000 habitantes; en el tránsito normal por la ciudad, salvo en determinadas zonas donde está el vallado, la distorsión es relativa. Ayer me pararon el taxi, tuve que bajar, mostrar documentos, pero tampoco es una cosa como la que se pinta a veces, una ciudad en estado de sitio.

EC - ¿Cómo podemos catalogar esta III Cumbre de los Pueblos? ¿Es un episodio más de esta serie de movilizaciones antiglobalización, como más de una vez se las ha denominado?

MP – Sí, está en ese marco. Esta es la tercera, yo la estoy cubriendo para Radio Mundo Real, que es otro de mis trabajos. Las Cumbres de las Américas comienzan en forma paralela al proceso del ALCA, hubo una en Santiago en 1999, otra en Québec en 2001 y esta es la tercera, siempre en forma simultánea o más o menos paralela –ésta está empezando en realidad antes que la de los presidentes–, con la doble idea de expresar quejas o resistencias contra el proceso del ALCA, y a la vez tratar de proponer o trabajar en una serie de ejes temáticos, de otras ideas para la integración latinoamericana o americana.

EC - ¿Se puede decir que es una cumbre "anti Bush"?

MP – Esa es una parte de la cosa, en esta cumbre hay desde gente del oficialismo kirchnerista hasta gente a la que no les sirven ni Bush ni Kirchner ni Chávez, o sea que hay un rango amplio políticamente, pero el común denominador es el rechazo a Bush, que es lo que más se ha destacado. Sobre todo se destaca la marcha que va a haber el viernes, cuando esté terminando la III Cumbre de los Pueblos y esté comenzando la fase central de la Cumbre de las Américas, que ha tenido más notoriedad por la presencia anunciada de Maradona al frente, según dijo. Es lo que la prensa aquí más cubre, pero hay otra cantidad de actividades, como talleres temáticos en seis o siete ejes –educación, energía, temas sindicales, campesinos, salud–, todo otro tipo de actividad que no tiene que ver con que esté o no Bush aquí.

EC – En esa marcha y en las actividades de la contracumbre, según veía, además de Diego Armando Maradona, están previstos otros nombres conocidos, por ejemplo de Cuba Silvio Rodríguez o el atleta Javier Sotomayor, de Uruguay Daniel Viglietti, de Estados Unidos la activista Cindy Sheehan, que se ha opuesto militantemente en los últimos tiempos a la guerra en Irak...

MP – Sí, que hizo una larga vigilia frente al rancho de Bush, cuando Bush estaba de vacaciones, porque perdió un hijo en Irak y pidió una entrevista con él que finalmente no consiguió, pero sí consiguió una gran atención de los medios.

EC – ...y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Chávez será el único mandatario que tendrá un pie en cada una de las dos cumbres.

MP – Eso parece. Chávez va a hablar después de la marcha, que se hará el viernes de mañana –hubo algún cambio de planificación anoche– y confluirá en un estadio donde luego va a haber una parte artística en la tarde temprano.

La presencia de esta gente más famosa claramente cubre también una intención de seguridad de la marcha. En esta actividad es amplio el espectro de gente. Para algunos de los sectores que participan quizás lo importante sea tratar de avanzar sobre las vallas, no se sabe muy bien con qué intención, porque con mucho viento a favor se podrá pasar una cuadra, pero de allí hasta el hotel donde están los presidentes... No se sabe muy bien cuál sería la idea. En todo caso, la presencia de gente muy conocida también contribuye a que la cosa se desarrolle en paz.

EC – Supongo que este es uno de los aspectos más delicados de las actividades de esta contracumbre: cómo contener, cómo controlar esa dispersión tan grande de grupos que están detrás de ella, cómo prevenir que se den episodios violentos que han estado pautando las vidas de los países de la zona en estos últimos días. Acá mismo hemos tenido atentados incendiarios en la madrugada de ayer contra dos cajeros del BankBoston y la sede de la Alianza Uruguay-Estados Unidos; parecen ser protestas anti Bush vinculadas con esta Cumbre de las Américas, hechos que no estamos acostumbrados a presenciar aquí en Uruguay.

MP – Sí. Por aquí por ahora –no te puedo pronosticar qué va a pasar dentro de dos días– el clima es extremadamente pacífico, es una cosa autoorganizada que se desarrolla en un ritmo por el momento más que pacífico casi cansino, más allá del voltaje informativo acerca de esto.

EC - ¿A qué distancia está de la zona de la ciudad donde va a estar concentrada la actividad de la Cumbre de las Américas?

MP – Es una distancia muy considerable, nosotros vamos a estar trabajando en el polideportivo de Mar del Plata, que está a unos 10 minutos en taxi de la zona donde está el vallado, contra la costa.

EC - ¿Hasta allí también llega el operativo de seguridad?

MP – No, en algunas esquinas de repente hay un grupo de diez policías que están de plantón todo el día mirando lo que pasa, y en realidad no pasa mayormente nada, en la zona de la Cumbre de los Pueblos no hay un dispositivo de ese tipo; hay cerca de las vallas, que son relativamente grandes, aunque no enormes, y están los aviones, las lanchas, un grupo de mujeres buzo que ayer estuvo haciendo un patrullaje de las cloacas de Mar del Plata, supongo que inspirados en alguna experiencia previa, quizás uruguaya –el uso por parte del MLN del sistema cloacal–. Y hay unas 60.000 personas en esta área de 250 manzanas, que está vallada, que tienen dificultades para llegar a sus casas, salir a trabajar, hacer compras. Alguna gente se ha ido de la ciudad, aprovechando que no hay clases para los niños, para evitar esta incomodidad.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe