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Francia recupera la calma y analiza soluciones

Al tiempo que recupera la calma, con menor número de disturbios, Francia piensa en soluciones para el descontento existente en las zonas donde residen descendientes de inmigrantes. El trabajo es uno de los principales reclamos. Contacto con el corresponsal en París, Rafael Mandressi.

(Emitido a las 7.55)

EMILIANO COTELO:
El gobierno francés celebra hoy una reunión en la que está previsto se apruebe un proyecto de ley que permita la ampliación del estado de emergencia a tres meses. Así lo anticipó durante el fin de semana el portavoz del gobierno, Jean François Copé. Por otro lado, el presidente francés, Jacques Chirac, hará en esta jornada una presentación televisada sobre toda esta ola de disturbios que afecta al país desde el pasado 27.

Estamos en contacto con Rafael Mandressi, colaborador de En Perspectiva en París.

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Rafael, ¿cómo se vive en Francia toda esta crisis, ahora que pasó este fin de semana donde todo indica que la violencia se atenuó, no desapareció, pero las cifras de vehículos quemados fueron más bajas que en días anteriores, si bien se produjo un traslado entre ciudades francesas de esta ola de descontentos?

RAFAEL MANDRESSI:
Ha ido amainando con el paso de los días, desde hace ya tres o cuatro días los episodios son de dimensiones bastante menores de lo que fueron durante los primeros 10 o 15 días de estos disturbios, y por otro lado han dejado de tener lugar en la región de París y básicamente se concentran en algunas ciudades de provincia.

Te diría que más allá de los lugares donde pueda haber algún tipo de problemas, donde naturalmente hay preocupación, la sensación generalizada con respecto al tema se resume básicamente en la pregunta: después de la violencia, ¿qué? Es decir: ¿qué hacer de aquí en adelante para intentar comprender primero y atacar después las razones que llevaron a este tipo de episodios?

EC - En cuanto a este proceso que se vivió en los últimos días con la disminución de la gravedad de los incidentes, ¿hay alguna interpretación sobre cuál es la causa, cómo se logró eso?

RM - Hay varias interpretaciones. Por supuesto, la interpretación del gobierno es que el estado de urgencia y el toque de queda jugaron un papel decisivo; hay otras interpretaciones que tienen que ver con el propio desgaste de esta reacción, de este tipo de movimientos de violencia, fundamentalmente por la ausencia de nuevos motivos que los alimenten. En la medida que no se trató en ningún caso –esto es un hecho– de actos que respondan a organización, a un tipo de determinación premeditada, en la medida en que se trata de una reacción frente a un episodio y se acaban los episodios que le dieron origen, la propia reacción va remitiendo. Las dos explicaciones seguramente son adecuadas, pero lo fundamental es que recordó ciertos problemas que no han sido resueltos, que vienen de larga data y que en la medida que no se resuelvan van a seguir constituyendo una amenaza en cuanto a la repetición posible de estos fenómenos.

EC - ¿Qué caminos se están proyectando para una solución, no de fondo, pero que vaya más allá de lo coyuntural?

RM - No hay demasiadas iniciativas nuevas en ese sentido. Evidentemente, la principal medida sería intentar por un lado acciones que tiendan a la efectiva integración de estas poblaciones que viven en situación de relativa marginalidad respecto de la sociedad francesa y eso necesita mucho dinero. De hecho ayer mismo el propio Duran Barros, de la Unión Europea, ofreció dinero de los fondos europeos para contribuir con los planes que Francia quiera poner en práctica en esta dirección. No hay iniciativas concretas en cuanto a qué hacer efectivamente. Hay algunos planes en curso pero no por el momento no han surgido proyectos concretos en esta dirección; tal vez sean anunciados en los próximos días junto con la propuesta de prolongar el estado de urgencia, que no se comprende muy bien a qué responde, tres meses de estado de urgencia cuando los hechos están prácticamente desapareciendo, no tendría demasiado sentido. Y por otro lado hay que esperar que el presidente Chirac, que ha estado especialmente ausente de la opinión pública en todos estos días, haga algún anuncio concreto, aunque no es de esperarse que sea nada novedoso. Esta situación ha demostrado, entre otras cosas, el debilitamiento político de la presidencia.

EC - Tú decías que hay fondos de la Unión Europea para apoyar las medidas que el gobierno francés decida llevar adelante para atacar este problema social. ¿Cuáles pueden ser las medidas, más allá de planes de urgencia? Parecería que la demanda de fondo es por trabajo.

RM - El principal tema es el desempleo, que en algunas zonas es realmente masivo, en particular entre los jóvenes de entre 16 y 25 años, a veces hay tasas de desempleo que llegan al 50 por ciento.

EC - ¿Y eso cómo puede resolverse con medidas desde el gobierno?

RM - Creando empleos, cosa que es relativamente usual en las políticas francesas en materia de empleo en los últimos años. Con distintos tipos de nombres y de modalidades desde el gobierno se crean empleos que muchas veces son perfectamente artificiales, financiados con fondos del Estado, en este caso tal vez con algunos fondos que puedan venir de la Unión Europea. Pero no se trata de modificaciones en la estructura del mercado de empleo sino de creaciones voluntaristas de empleo en particular dirigidos a ciertas poblaciones y en general hacia los jóvenes que no sólo en las zonas periféricas sino en general en todo el país son quienes más sufren los problemas de la falta de trabajo. En el conjunto de la población la tasa de desempleo está en el 9 por ciento, pero en algunos sectores puede llegar hasta 50 por ciento.

EC - Queda por saberse si esos empleos creados desde el Estado son una solución duradera.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe