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Medio Oriente vive procesos electorales paralelos

Palestinos e israelíes viven procesos electorales. La corresponsal en Israel, Ana Jerozolimski, describió el camino a los comicios teñido, como todo en esa zona, por el enfrentamiento entre ambos pueblos.

(Emitido a las 8.26)

EMILIANO COTELO:
En medio de los conflictos que todavía los separan y en medio de las discrepancias que no desaparecen, israelíes y palestinos también tienen cosas en común. En estos momentos, lo más relevante es, sin duda, que esos dos pueblos están viviendo procesos apasionantes de elecciones.

En Israel, el 28 de marzo, se elige primer ministro y Parlamento, del lado palestino, el 25 de enero, se elige un nuevo Consejo Legislativo.

¿Qué importancia tienen estas votaciones paralelas? Vamos a conversarlo con nuestra corresponsal en la zona Ana Jerozolimski.

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Ana, en estos dos procesos electorales -el de Israel y el de la Autoridad Nacional Palestina- aparecen unos cuantos problemas. Empecemos por el lado de Israel. El domingo trajo la noticia esta impactante de que el primer ministro, Ariel Sharon, debió ser hospitalizado debido a un accidente vascular leve. ¿Qué ocurre con este hecho¿ ¿En qué medida cambia el espectro político israelí esta internación de Sharon?

ANA JEROZOLIMSKI:
Ante todo te diré que en estos precisos instantes, Sharon está siendo dado de alta. De hecho ya fue dado de alta y ahora está saliendo del hospital universitario de Jerusalén, después de haber agradecido por supuesto a los médicos, de haber dicho que se emocionó de ver cómo la gente se preocupaba por él. Realmente fue la gran noticia de estos días.

A nivel de especulaciones hay, habría que decir que analistas, políticos adversarios y copartidarios de Sharon, en los últimos días, elevaron un tema que nunca fue central en las elecciones en Israel -a diferencia por ejemplo de Estados Unidos o quizás de lo tradicional en algunos países de Europa- la medida en que el público debe saber qué es lo que pasa con el estado de salud de su primer ministro en una época electoral. Algunos decían, más que nada en el Partido Laborista, que seguramente lo que le pasó a Ariel Sharon -aunque quedó claro bastante rápidamente que realmente había sido algo leve y que no deja secuela, según afirmaron los médicos-, va a debilitar al nuevo partido de Sharon, Kadima. Sin embargo, aunque es muy limitado el margen de juicio al respecto, si juzgamos por los nuevos sondeos que se publicaron esta mañana en la prensa israelí, los primeros llevados a cabo desde el leve incidente vascular sufrido por Ariel Sharon, eso no es cierto. Hoy se le vaticinan dos escaños más que lo que se le vaticinaba antes de ser internado el domingo de urgencia.

EC – Lo cierto es que sin Sharon su nuevo partido, el Kadima parece que no tiene sentido, que tiene mucha dificultades para existir.

AJ – Sí. En realidad era muy previsible que la gente de Kadima saliera a los micrófonos a decir: "no es verdad, es verdad que Sharon es el más popular". Lo dijo, por ejemplo, Ehud Olmer, que habría tenido que hacerse cargo de la situación si Sharon hubiese estado imposibilitado de desempeñar sus funciones por un tiempo más prolongado y no sólo por unas pocas horas. Este dirigente salió diciendo que es verdad que Sharon es el más popular, pero que el grupo que constituye Kadima -este nuevo partido- es, según él, el de mayor experiencia en la conducción de asuntos de Estado.

Salió otro ministro que también se fue del Likud junto con Sharon para formar Kadima, Meir Shitrit diciendo que "Kadima es verdad que está basado como piedra fundamental en Ariel Sharon pero no es sólo una persona, es un camino". Las palabras suenan todas bien pero sin Ariel Sharon, en mi modesto análisis, Kadima no existe.

EC – ¿Cómo ha venido evolucionando el partido? Creo que sería bueno recordarle a los oyentes qué es Kadima, en la medida en que, por ejemplo, ha logrado concitar no la incorporación pero sí el apoyo de una figura clásica del laborismo como Simón Peres.

AJ – Así es. Recordemos que hace algo menos de un mes, creo que en Navidad se va a cumplir un mes de ese paso, Ariel Sharon anuncia que se va del partido Likud. Había muchos rumores al respecto ya antes por la dinámica interna realmente compleja con la que lidiaba y los rebeldes que habían surgido dentro del partido para complicar la implementación de la retirada de Gaza. Seguían actuando imposibilitándole de hecho una acción efectiva de gobierno. La situación llegó a tal punto que él decidió irse del Likud, anunció que se iba y que formaba un nuevo partido que al principio se dijo se iba a llamar "Responsabilidad nacional" y después se confirmó se llamaría Kadima. Esto es muy bueno para juegos de palabras. Al salir del hospital, Sharon dijo: "yo sigo hacia delante". En hebreo eso se dice "kadima". La traducción de "kadima" quiere decir "hacia delante".

Por citar a un analista en ciencias políticas, un profesor de la Universidad Hebrea al que yo entrevisté, lo que está pasando aquí es visto por los entendidos en la materia, en análisis de situaciones políticas, como un verdadero terremoto. De hecho el primer ministro jefe del partido de gobierno deja ese partido y crea uno nuevo que se convierte en adversario del partido que sigue estando oficialmente en el poder. Todo esto creo yo más que nada fue acelerado por las elecciones en el laborismo que llevaron a que Peres quede de lado y gane el líder sindicalista Amir Peretz, de 53 años. Esto al parecer aceleró todo porque estaba claro que Peretz iba a querer adelantar las elecciones.

EC – ¿Por qué es que las elecciones que tendrían que ser en noviembre van a ser en marzo?

AJ – En noviembre iban a ser. Al final se resolvió adelantarlas al 28 de marzo. Yo mencionaba este elemento de las elecciones laboristas. Cuando ganó Amir Peretz derrotando a Simon Peres lo cual fue un drama con muchos aspectos, pero relacionado a las elecciones estaba claro de antemano que algo iba a moverse en cuanto a la fecha porque Amir Peretz ya había dicho explícitamente durante la campaña electoral que él quería sacar a los ministros laboristas del gobierno de Ariel Sharon. Recordemos que estamos hablando de una alianza entre el partido de Sharon, en ese momento el Likud, y el Partido Laborista como miembros de una misma coalición de gobierno. Peretz dijo de antemano que los ministros laboristas iban a salir y que él quería adelantar las elecciones.

Empezó un proceso político del que ya antes había hablado, pero siendo Amir Peretz el nuevo jefe laborista, evidentemente había que llegar a un acuerdo. Él y Ariel Sharon llegaron a un acuerdo. Peretz dijo primero que dando cierto margen cierto plazo de tiempo que la fecha exacta la podía determinar Sharon. Se llegó pues a la decisión del 28 de marzo y todo empezó a moverse realmente con una sensación de remolino que envuelve a muchos. Empezó una serie de movimientos muy interesantes de cambios, de abandono de un partido en dirección al Kadima de Sharon. Ni que hablar, como mencionaste antes, la decisión de Simon Peres de irse fue quizás lo más dramático.

EC – ¿Cómo está la situación del lado palestino? Es una campaña también muy intensa. ¿Cómo las estás viendo?

AJ –Sí, muy intensa y muy compleja. El público palestino es un público muy político, con mucha conciencia política, se discute mucho el tema. En los últimos años hubo una mayor apertura. Sin duda. Independientemente de las críticas respecto a las campañas electorales palestinas y ciertos hechos que no deberían suceder si fuera una sociedad totalmente democrática -como los disparos de enmascarados hacia la sede de la Comisión Electoral Central y otros incidentes muy serios que se registraron la semana pasada- en comparación con casi todos los países del mundo árabe sin duda son las elecciones más libres y democráticas. Lo dicen los propios políticos israelíes que están en cargos oficiales.

Paralelamente a esa conciencia política desarrollada que hace que las campañas electorales sean muy interesantes, hay fenómenos preocupantes. Lo central es la escisión, la división interna en el partido Al Fatah y el tema de la participación del grupo integrista islámico Hamas que es muy polemizado no sólo en Israel, también en occidente. Pero más que nada cuando hablamos de preocupación, el hecho de que hay esa división de Al Fatah también se manifiesta en la aparición, o en el funcionamiento en las calles de forma negativa de grupos armados, enmascarados, que chocan entre sí. Yo recién mencioné este incidente Emiliano de disparos a la Comisión Electoral Central en la franja de Gaza. Por ejemplo, no dejaron que se presente más gente para ver si está en el padrón electoral, si pueden postularse como candidatos... Hay realmente una gran complejidad.

EC – Y a propósito de la participación de Hamás en los comicios, ¿qué es lo que puede implicar? Por ejemplo, ¿de algún modo Israel puede intervenir por ese hecho? ¿Cómo juega la relación entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina en un asunto como este que tiene que ver con el proceso electoral palestino?

AJ – Ante todo te diré que la posición oficial israelí fue presentada en forma bastante confusa en las últimas semanas. Una mañana el canciller Silvan Salom -que perdió anoche en las internas del Likud, ganó Netanyahu- salía diciendo que bajo ningún concepto Israel iba a aceptar que Hamas participara en las elecciones porque es una organización terrorista que no renuncia a la violencia y sigue portando armas. A los dos días salía el ministro de Defensa, Saúl Mofaz, a decir que había que ver qué era lo que iba a pasar con Hamas, quizás se diera un cambio, si renunciaba a la violencia no se podía decir que no. O sea que la presentación oficial de la posición israelí fue hecha en forma bastante desordenada.

Abro un paréntesis. Mofaz se fue del Likud. Era candidato a jefe del Likud y después de decir que iba a salvar al partido se pasó al partido de Sharon. Cierro paréntesis.

Yo oí personalmente, en una rueda de prensa a la que asistí con Ariel Sharon el 1º de diciembre, cuando uno de mis colegas le preguntó sobre el tema precisamente de Hamas, el dijo: "no es que vamos a prohibir, no vamos a salir a detener a los candidatos de Hamas. Pero no piensen que porque participan de las elecciones si llega un miembro de Hamas buscado por sospecha de atentados a uno de los puestos carreteros de control del Ejército, se lo va a dejar pasar porque diga ‘yo estoy participando de las elecciones’. Si es un miembro de Hamas que está siendo buscado va a ser detenido". O sea, digamos, una posición contra Hamas en forma relativamente pasiva. No salir a propósito a detenerlos pero tampoco facilitarles en nada la situación.

EC – En este contexto entonces de dos procesos electorales corriendo paralelamente, ¿cómo está la relación Israel – Autoridad Nacional Palestina?

AJ – A nivel oficial te diré que hay contactos, inclusive el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Abu Mazen llamó ayer a Ariel Sharon a desearle pronta recuperación. Otros ministros palestinos también se manifestaron en este tono. Aunque en Gaza miembros de Hamas y de los Mártires de Al-Aksa salieron a bailar y a festejar cuando se enteraron que Sharon estaba enfermo, hay contactos, hay coordinación.

La posición oficial israelí sigue siendo crítica para con Abu Mazen diciendo que no toma las medidas que prometió tomar para frenar el terrorismo.

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Transcripción: Mariana Cencio
Edición: Mauricio Erramuspe