Tensión en Medio Oriente tras victoria del Hamas
A la sorpresa de haber ganado en las elecciones legislativas, los dirigentes del Hamas deben sumar ahora el desafío de dejar de ser oposición y pasar a lidiar con los problemas de la vida cotidiana de los palestinos. Mientras tanto, en Israel, en Occidente y en las calles de Gaza y Cisjordania se siguen con atención cada una de las declaraciones de los ganadores. Contacto con Ana Jerozolimski, desde Jerusalén.
(Emitido a las 7.56)
JOSÉ IRAZÁBAL:
El miércoles pasado se hicieron las elecciones en Palestina, el jueves de mañana todos reaccionábamos con sorpresa ante el triunfo de Hamas, algo que no estaba previsto, que no marcaban las encuestas que se habían presentado previamente.
ANDRÉS GIL:
Y a partir de eso un sinfín de reacciones en el ámbito internacional y todo tipo de planteos desde el mundo occidental al gobierno electo palestino para que deponga las armas, reconozca el derecho del Estado de Israel a existir y reabra el camino del diálogo en el marco de lo que establecen las normas de la vida democrática.
JI - Para repasar lo que ha sucedido en las últimas horas, cómo está la situación, dialogamos con Ana Jerozolimsky.
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Ana, ¿dónde estás en este momento?
ANA JEROZOLIMSKY:
Ahora estoy en Jerusalén, acabo de venir de una entrevista con el sheik Mohamed Abu Teir, el número dos de la lista nacional de Hamas, de barba pelirroja, impactante. Una entrevista interesante que nos ayuda a tratar de empezar a comprender qué es lo que depara el futuro.
AG - ¿Cuál es tu evaluación de estos primeros días? ¿Qué es lo que está pasando realmente en el terreno y en el terreno de lo político?
AJ - Quizás, ya que mencioné la entrevista con el sheik Abu Teir, te comento los puntos centrales de lo que nos dijo, ante todo cuando le pregunto, en lo que se refiere a la dinámica israelo-palestina de cara al futuro, considerando la posibilidad de que Hamas esté en el gobierno o sea el gobierno absoluto, él dice: "Podemos formar gobierno solos también si Fatah se mantiene firme en su oposición a sumarse a un gobierno de coalición". No se compromete a aceptar la posibilidad de reconocer a Israel pero tampoco la descarta, dice: "Veamos lo que depara el futuro". Por supuesto, exige primero que Israel se vaya totalmente de Cisjordania, desmantele todos los asentamientos, libere a todos los presos, pero deja abierta la puerta a esa posibilidad. Cuando le pregunté: "Sheik Abu Teir, ¿qué propuesta lanza Hamas ahora?", habló de una tregua a largo plazo, esa posibilidad existe y, más que nada, la chance de ver cómo se puede ver la situación en el terreno.
AG - ¿Por qué Hamas tiene la intención de formar una coalición con Al Fatah?
AJ - Yo sigo citando al sheik Abu Teir aunque es sólo una de las fuentes. Le pregunté en una oportunidad si acaso podría decir lo que dicen todos los analistas, lo que dice la gente en la calle, si puede confirmar mi sensación de que Hamas quería ser un elemento importante que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), concretamente que el partido Fatah tuviera que tenerlo en cuenta, pero no pensaba, e incluso no esperaba, no quería, una victoria tan grande. Me lo confirmó. Se sonrió y confirmó: "Sí, no pensábamos que íbamos a tener tantos escaños en el Parlamento, no era lo que buscábamos". En palabras que no dice explícitamente está claro -lo dice la gente en el terreno, lo dicen diferentes analistas, miembros de Fatah- que Hamas prefiere no formar gobierno solo. No únicamente porque no esperaba una victoria tan rotunda, sinónimo de una gran responsabilidad nacional, una cosa es ser un grupo de oposición y otra es tener la responsabilidad de la vida diaria del pueblo palestino, resolver los problemas de educación, de salud, de bienestar social, de trabajo, son muchos los aspectos con los que tendrá que lidiar, y además creo que hay una plena conciencia de que si están solos en el gobierno puede complicarse mucho el flujo de dinero del exterior -estamos hablando de 1.500 millones de dólares al año de los donantes de la comunidad internacional- y hay muchos desafíos con los que lidiar en la práctica. Hay que pagar los sueldos de 150.000 funcionarios de instituciones de gobierno, entre ellos de 50 a 60.000 efectivos de las Fuerzas de Seguridad. O sea que es una responsabilidad nada sencilla y si Hamas está solo en el gobierno no digo que desde ahora podamos vaticinar que será imposible, pero sería más difícil lograrlo.
AG - ¿Tú dirías que las declaraciones que te hizo hace unos minutos Abu Teir, el número dos de Hamas, están en línea con lo que han sido las últimas declaraciones públicas de otros jefes de Hamas?
AJ - Sí, hay diferentes estilos. El jefe de Hamas en la Franja de Gaza, el número nueve en la lista -Hamas tuvo consideraciones un poco extrañas para poner a cada quien en determinado lugar de la lista; no necesariamente el lugar en la lista se va a traducir en tal o cual ministerio, Abu Teir tampoco quería entrar en detalles de si quiere ser ministro o no, prefiere no serlo-, y también habla de la posibilidad de una tregua. Pero él dice claramente y de forma categórica que ahora no se puede ni pensar en reconocer a Israel, algo que Abu Teir dejó un poco más abierto, con un estilo un tanto diferente.
JI - ¿Cómo se ha parado Israel ante esta nueva situación?
AJ - Hay declaraciones no sé si contradictorias, pero en dos niveles. La posición oficial del gobierno ahora, tal cual la resumió ayer el ministro en funciones Ehud Olmert en la apertura de la sesión semanal del gabinete, es que hay condiciones claras para poder hablar con Hamas, no dice: "Si está Hamas ahí nos damos vuelta y durante años no miramos a la ANP". Olmert dijo: "Si depone las armas, si anula su carta constitutiva en la que hay un llamado explícito a destruir a Israel y se pronuncia públicamente a favor de respetar los acuerdos que firmó la ANP, encabezada primero por Arafat y luego por Abu Mazen, con Israel, hay de qué hablar".
Hablo de dos niveles porque aquí hay condiciones claras -deponer las armas, cancelar la carta constitutiva y reconocer los acuerdos firmados con Israel-, pero por otro lado hay una sensación de que se trata de analizar la situación no sólo sobre la base de fórmulas ya armadas, sino de lo que se vaya desarrollando. El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, dijo ayer, después de reiterar las condiciones que el premier en funciones Olmert había detallado, que desde las elecciones la forma en la que se expresan los portavoces de Hamas ha sido responsable, no es que ganó Hamas y al día siguiente vemos diez atentados en Israel. Evidentemente hay un intento de tratar de dejar puertas abiertas, de tratar de decir "dennos chance, veamos qué pasa, quizás la situación en el terreno pueda cambiar". A eso se refería, en mi opinión, el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, y que él como ministro de Defensa de Israel haya dicho "por ahora se han pronunciado en forma responsable" -refiriéndose además a que tratan de acercar a Fatah, o sea de calmar la situación en el terreno, hablar de unidad palestina-, puede ser una buena señal.
AG - Lo cierto es que ya ha habido incidentes violentos entre los representantes de las diferentes fuerzas políticas palestinas.
AJ - Así es. Esta mañana, cuando pactamos este contacto, les contaba sobre los incidentes que hubo el viernes en el sur de Gaza. Según dijo la Policía palestina -no lo tengo confirmado por otras fuentes-, un grupo de Hamas le hizo una emboscada a una patrulla de la Policía palestina y hubo dos policías heridos. Hubo protestas muy grandes de cientos de miembros de Al Fatah contra la situación creada a raíz de la victoria de Hamas, y esta mañana -después de que habíamos hablado- hubo un incidente grande, que no tuvo repercusiones cruentas en el sentido de muertos y heridos, al menos no que me conste, pero un incidente importante por su significado político, cuando decenas de policías palestinos tomaron control del Parlamento palestino en la ciudad de Gaza, se subieron a los techos, clausuraron las entradas, con ese simbolismo de tomar el control del Parlamento en protesta por la victoria de Hamas. Hubo portavoces de las Fuerzas de Seguridad Palestinas que dijeron que mantienen lealtad únicamente al presidente de la ANP, Abu Mazen, como diciendo: "Que no venga Hamas a tratar de imponernos nada porque es mayoría porque no lo vamos a aceptar". Eso por supuesto es una fuente muy preocupante de tensión. Le pregunté al respecto al sheik Abu Teir y él trató de hablar en tono conciliador, dijo que está seguro de que en Fatah hay gente que respeta los resultados, que es un partido al que le importa el tema palestino al igual que a Hamas, según sus términos, y que hay formas de llegar a un acuerdo.
La situación en estos momentos es muy delicada porque el potencial peligroso no es sólo la posibilidad de que Hamas vaya a tratar de imponer cambios que no concuerden con la paz ni con la posibilidad de los palestinos de vivir con normalidad desde el punto de vista interno -algo que el sheik Abu Teir por ahora desmiente totalmente- o que el gobierno empiece una guerra abierta con Israel, sino del lado de Fatah, donde está la mayor parte de las armas -porque la mayor parte de las Fuerzas de Seguridad Palestinas, unos 60.000 efectivos, apoya en general a Fatah aunque de los datos que publicó la Comisión Electoral Palestina se desprende que aproximadamente la cuarta parte de las Fuerzas de Seguridad había votado por Hamas-, de que no acepte el resultado de las elecciones y eso derive en una situación caótica interna que también podría tener repercusiones para Israel. Cuando a raíz del incidente del viernes un jefe de Hamas dijo que "las armas no tienen que ser utilizadas en el seno del pueblo sino sólo contra la ocupación" -a lo que yo me preguntaba: ¿qué tiene que ver eso? Hamas le hizo una emboscada a policías palestinos, ¿qué tiene que ver Israel con eso?-, salieron los Mártires de Al Aksa, el brazo armado de Al Fatah, a decir que la tregua con Israel se ha terminado. O sea que las cosas se entrelazan y son varios los potenciales preocupantes.
JI - ¿Cuál es la temperatura en la gente, qué dice la gente en la calle de toda esta situación?
AJ - La gente por un lado dice que Fatah se merecía esta derrota, sin duda fue una votación castigo. La gente de Hamas está feliz con el triunfo -mientras los propios líderes admiten, como decía el sheik Abu Teir, que no esperaban tanto, incluso que no querían tanto-; la gente que votó por Hamas o por otras listas dice: "Queríamos castigar a Fatah, pero estamos en shock porque esto es demasiado", tanto no se esperaba. Por otro lado hay quienes dicen: "Vamos a ver si se da una chance a Hamas, si logra cambiar las cosas". En la entrevista con el sheik Abu Tedir había un hombre -Jusep Mansure- de 42 años, cristiano, que dice que conoce al sheik desde hace años, independientemente del tema actual de las elecciones -el sheik, dicho sea de paso, en el pasado era de Fatah, no de Hamas-, que me dijo: "Yo voté por Hamas". Le dije: "Usted, cristiano, ¿por qué votó por Hamas?". "Porque Al Fatah nos robó toda la vida y ahora quiero ver si un sheik, una persona religiosa, va a ir a robar. No concibo que él vaya a robar". Se centraba en el tema de la corrupción de la ANP saliente, por eso trataron de castigar a Fatah dándole una oportunidad a Hamas. Pero fue más de lo que pensaban.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe