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Asume el Parlamento palestino con mayoría del Hamas

El sábado asume el nuevo parlamento palestino que contará con la mayoría del Hamas. El movimiento extremista continúa con sus posturas radicales en contra de Israel pero, al mismo, dice a través de su líderes que no descarta el diálogo. Crónica de la corresponsal en Medio Oriente, Ana Jerozolimski, sobre el clima en esa zona.

(Emitido a las 8.28)

EMILIANO COTELO:
Este sábado se hará historia en la Autoridad Nacional Palestina (ANP): el nuevo Consejo Legislativo, o sea el Parlamento palestino, prestará juramento después de haber sido electo en los comicios del 25 de enero. Será, como ya sabemos desde hace unas semanas, un Parlamento en el que por primera vez estará representado el grupo integrista islámico Hamas, pero no simplemente representado: tendrá amplísima mayoría, 76 de los 132 escaños y tan sólo 45 serán para Fatah, el partido que ha sido gobierno hasta ahora durante más de una década.

¿Cómo se llega a esta fecha? ¿Cuáles son las últimas novedades? ¿Cuáles son las expectativas? Vamos a conversarlo con nuestra corresponsal en la zona, Ana Jerozolimski.

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Ana, ¿cómo se espera este acontecimiento del sábado en Palestina? En las elecciones se hablaba de "fiesta democrática". ¿Alguien sigue hablando hoy en esos términos?

ANA JEROZOLIMSKY:
No, en realidad no se habla en esos términos. No porque alguien haya dudado en las últimas semanas del hecho de que fueron elecciones libres y abiertas –lo fueron y nadie está discutiendo el hecho de que Hamas ganó por amplia mayoría en esas elecciones y no por fraude–, pero son tantas las tensiones que surgieron desde entonces, tantas las discrepancias que, si bien se sigue en general adoptando un tono conciliador en el plano político interno palestino, hay muchas discusiones, incluso muchas acusaciones entre el grupo Hamas y el presidente Abu Mazen. Éste casi no se pronunció hablando explícitamente sobre esos temas pero ha tomado algunas actitudes que han exasperado a Hamas. Por ejemplo, al reunirse ayer en la última sesión el Parlamento saliente en Ramallah, algunos de los recién electos diputados de Hamas –que por supuesto no estaban en ese Parlamento– se hicieron presentes para presenciar la sesión, sabiendo que dentro de poco ellos estarán en esos escaños.

En la última sesión, Abu Mazen promovió una serie de leyes que Hamas ha calificado como un "golpe de Estado blanco", no violento pero que consideran inaceptable. De hecho ha garantizado la promulgación de una ley que permite la formación de un Consejo Especial de nueve jueces que va a intervenir cuando en el nuevo Parlamento haya discrepancias entre el presidente y el Parlamento mismo. Esos jueces son nombrados sin la aprobación del Parlamento y Hamas dice que eso es algo que quizás entre en el marco de la ley, no se puede decir que se haya violado alguna ley al hacer algo así, pero que tiene mal aroma, por decirlo delicadamente.

EC – Ese tipo de tensiones entre Hamas y Fatah era de esperarse teniendo en cuenta el terremoto político que se dio en las urnas en la ANP. Estos roces que se están dando en las últimas horas y que tú mencionabas, ¿pueden ser el preludio de algo peor? ¿Puede terminar habiendo enfrentamiento armado entre esas partes?

AJ – Cuando hablamos en relación a las elecciones casi como anécdota mencionamos hechos que vimos de enmascarados que llegaban, depositaban su arma a la entrada del colegio electoral, votaban, salían y la recogían... No se puede descartar un estallido violento pero está claro que incluso en medio de esas fuertes tensiones los palestinos no quieren en absoluto llegar a una guerra civil. Que haya grupos radicales o facciones de algunos grupos que están dispuestos a lo peor o a llegar a cualquier extremo para imponer su posición es un hecho, sí, pero a nivel general ni Hamas ni la ANP quieren llegar a una guerra civil. De todos modos, cuando surge ese tipo de tensiones –y está el ejemplo que di ahora, de la nueva ley del Parlamento saliente– hay miembros de Hamas que dicen: "Recuerden lo que pasó en Argelia hace 15 años cuando se impidió que se concretaran los resultados de las elecciones que en aquel momento les habían dado a los integristas islámicos la victoria y a través de un golpe militar se impidió que fuera concretada en la práctica; después vino una guerra civil con miles de víctimas".

EC – Acá pasa a jugar un papel importante lo que ocurra con los servicios de seguridad palestinos, ¿quién controlará los servicios de seguridad palestinos? Hoy nos llegaba una información indicando que Hamas estaba recogiendo armas de militantes palestinos en algunas zonas de la Franja de Gaza. ¿Cómo hay que entender esa noticia?

AJ – Cuando leí el titular, que apareció esta mañana en el sitio de Internet del diario Haaretz y luego otros medios se hicieron eco de ella, pensé que estaba leyendo mal, porque recordemos que la Hoja de Ruta, el plan de paz que parece muerto hoy, tiene como primera exigencia desmantelar la infraestructura armada de los grupos radicales y el tema de recoger armas en manos indebidas es algo que Israel siempre exigió.

La primera impresión era: ¿cómo? ¿Hamas está implementando eso? Era contra Hamas, principalmente, y otros grupos, que estaba redactado ese inciso de la Hoja de Ruta. Al parecer, según me dicen palestinos en Gaza con los que me contacté a raíz de esta noticia, se trata más que nada de un tema que tiene que ver con la lucha de poder interna.

Lo de los servicios de seguridad es clave, ya hubo tensiones, abiertas manifestaciones al respecto de miembros del Fatah. Por ejemplo uno de los hombres fuertes de Gaza, que logró entrar al Parlamento en nombre de Fatah y era en el pasado jefe de uno de los servicios de seguridad clave en la Franja de Gaza, el servicio de seguridad preventivo, dijo que está claro que los servicios de seguridad en manos de la ANP actual no van a renunciar a ese control y –lo que es más urgente en ese sentido– que los propios jefes de los servicios de seguridad actuales ya le dijeron a Hamas que no van a acatar órdenes de Hamas. Pero Hamas dice, con razón desde su punto de vista, que si van a estar al frente del gobierno tienen que tener ellos el control de los servicios de seguridad, que no son exclusividad del presidente sino del gobierno mismo, porque hay distribución de poderes desde la época en la que comenzaron las reformas, cuando todavía estaba Yasser Arafat.

EC – A todo esto, ¿qué dice Israel? El primer ministro en funciones, Ehud Olmert, ¿está dejando la puerta abierta a un eventual diálogo con Hamas o se mantiene en una posición de rechazo total?

AJ – Depende de qué interpretemos por dejar la puerta abierta. Porque si decimos que él dice "pase lo que pase, nunca queremos verles la cara a los de Hamas", es una cosa, pero él en lo que se mantiene terminante y categórico es en la serie de condiciones que Hamas tiene que cumplir para que se pueda hablar. Dice que lo que va a contar va a ser lo que haga Hamas en los hechos. Según él, si Hamas cancela la carta constitutiva en la que se llama a la destrucción de Israel, si desmantela su infraestructura armada, si reconoce públicamente los acuerdos que la ANP saliente firmó con Israel y renuncia a la violencia, en ese caso se puede hablar. Pero Israel presenta eso en términos de metamorfosis total, cambio dramático de base, que no se concibe por ahora que Hamas vaya a realizar. Olmert de todos modos dice claramente: sin esos cambios no hay de qué hablar.

EC – Y en cuanto a esas condiciones, en cuanto a la posibilidad de que Hamas cambie sus posturas tradicionales, ¿qué ocurre? ¿Qué respuestas, qué señales llegan desde Hamas? Porque lo que uno encuentra en principio son matices diferentes, algo dicen los líderes que están en el exterior y otra cosa dicen los líderes de Hamas en Gaza. ¿Se ha podido sacar alguna conclusión?

AJ – Tenés mucha razón en mencionar este aspecto, porque puede confundir si uno sigue sin conocer todos los matices de adentro. Por ejemplo las declaraciones, algún día, de Khaled Mashal, el llamado jefe del Departamento Político de Hamas, que dice: "Esta organización es totalmente pragmática, ¿qué problema hay con que se sienten ahora a hablar?". No dice que van a reconocer a Israel, pero no descarta la posibilidad de que eventualmente haya algo. Dice: "Podemos encontrar la forma de negociar". Por supuesto, se mantiene firme en las exigencias a Israel –que haya retirada total de Cisjordania, para él territorio ocupado es también Jerusalén Oriental, que para Israel es parte de su capital soberana; el tema de vuelta de los refugiados, o sea una serie de condiciones que Israel ahora por supuesto no va a aceptar–, pero no cierra totalmente la puerta a la posibilidad de hablar sobre lo que se llama la frontera del 67. Él usa menos en los discursos hacia afuera la terminología que yo oí personalmente de líderes de Hamas hace pocas semanas.

Mohamad Abu Teir, el número dos en la lista nacional meses atrás de Mohamad Azar en la Franja de Gaza, habla también de lo que es hoy el territorio de Israel como territorio ocupado. Pero si escuchamos al que yo cité ahora, Mohamad Azar –no en las declaraciones que me formuló a mí en julio en su casa en Gaza, sino hace pocos días en la radio palestina–, la impresión es totalmente diferente, él dice: "Entramos al gobierno para garantizar que los resabios de Oslo desaparezcan totalmente".

EC - ¿Entonces?

AJ – Es un problema, porque él dice que el brazo armado de Hamas va a fortalecerse y recibir más armas. Y habla incluso de educación para la resistencia, un término que no aclaró demasiado pero que resulta preocupante. Hay que ver en el terreno qué es lo que Hamas hace cuando sea gobierno.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe