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Milosevic, la muerte confusa del carnicero de Los Balcanes

Más allá de las dudas respecto a su muerte y la frustración de buena parte de la comunidad internacional porque no haya podido terminar su trabajo el Tribunal Penal Internacional, Slobodan Milosevic puede llegar a dejar un inesperado legado. Más allá de los crímenes contra la Humanidad de los que era acusado y lo confuso de deceso, las chicanas con las que logró prolongar el juicio ponen dudas en el funcionamiento de un sistema de justicia internacional. Comentario de Elisa Lieber.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
¿Fue un infarto cardíaco, un asesinato o un suicidio? Un halo de incertidumbre rodea la muerte del ex mandatario yugoslavo Slobodan Milosevic, conocido como el carnicero de Los Balcanes.

El sábado pasado, el cuerpo de Milosevic fue encontrado sin vida en una prisión de La Haya, donde estaba recluido desde hace cinco años mientras era juzgado por el Tribunal de Crímenes de Guerra. Un tribunal internacional que ahora también es puesto en tela de juicio.

Los detractores de Milosevic lamentan que el ex mandatario se muriera sin recibir un castigo. Sus seguidores lloran a su ídolo. Un escenario nuevo se configuró después de la muerte del ex mandatario yugoslavo. Un escenario que podría transformar al victimario en víctima. Un escenario del que estaremos hablando en los próximos minutos con Elisa Lieber.

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Elisa, el hijo del ex mandatario yugolsavo, Marko Milosevic, llegó ayer a Holanda para reclamar el cuerpo de su padre, que –según los partes oficiales- murió el sábado pasado de un infarto al corazón. La primera discusión que surgió es dónde serían enterrados los restos de Milosevic.

ELISA LIEBER:
Sí, las opciones eran que sea enterrado en Rusia o en Serbia y Montenegro. El temor era que la esposa de Milosevic fuera capturada si se trasladaba a Serbia. Mirjana Markovic es señalada como la autora intelectual de las atrocidades cometidas por su esposo y se fugó de Serbia a Rusia en 2003 después del inicio de un proceso por presunta malversación de fondos estatales. Pero, ayer, el tribunal en cuestión levantó la orden de captura para permitirle a Markovic asistir al entierro de su esposo donde quiera que sea.

Entonces, Milosevic será enterrado en Belgrado, aunque no recibirá honores de jefe de Estado. Al menos -y por ahora- se resolvió el lugar del entierro que seguramente se transformará en una gran manifestación política de los seguidores de Milosevic.

EC - Si te parece, antes de adentrarnos en los entretelones de la muerte de Milosevic, vamos a aclarar de qué se lo acusaba; porqué estaba preso desde junio del 2001. Carla del Ponte, la fiscal del Tribunal de Crímenes de La Haya para la ex Yugoslavia, afirmó que lamentaba mucho la muerte de Slobodan Milosevic porque la misma "priva a las víctimas de la justicia que necesitan y mercen". También agregó que "en la acusación confirmada en el 2001, Milosevic recibió 66 cargos por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes internacionales, cometidos en Croacia, Bosnia Herzegovina y Kosovo entre el 91 y el 99". Del Ponte añadió que "los crímenes afectaron a cientos de miles de víctimas en toda la ex Yusgoslavia".

EL – Durante esa conferencia de prensa en la que hizo una especie de despedida del caso Milosevic, Del Ponte se mostró destrozada. Hay una frase que me pareció bastante representativa de la situación que vive Del Ponte. La fiscal dijo que Milosevic se les adelantó, que apagó la luz primero... Y que ahora tiene la moral hecha trizas.  No es para menos, Del Ponte había luchado durante los últimos cinco años para condenar a Milosevic a cadena perpetua por una serie de crímenes que le valieron el apodo del "carnicero de Los Balcanes"...

EC – Una serie de crímenes que comenzaron en los 90.

EL – Sí, en los noventa comienza la desintegración de Yugoslavia, bajo el lema "allá donde hay un solo serbio está Serbía". Milosevic exacerbó el nacionalismo serbio y emprendió una limpieza étnica que le costó la vida a 250.000 personas, dejó miles de desaparecidos y mostró al mundo campos de concetración del estilo de la Segunda Guerra Mundial.

EC – Entre los crímenes más atroces, Milosevic fue acusado de ordenar la matanza de unos 5.000 bosnios musulmanes y bosnios croatas en 1995. Ese hecho fue conocido como la masacre de Srebrenica. Una masacre que Milosevic siempre negó. Decía que nadie puede haber creído que está nación haya organizado un genocidio, que Belgrado o él mismo lo hayan organizado.

EL – Esta declaración recuerda una descripción sobre Milosevic realizada por Zimmerman, un ex embajador de Estados Unidos en Belgrado, que dijo que "nunca conoció a nadie que mintiera con tanta sangre fría" como Milosevic.

Justamente, estos supuestos desmentidos de Milosevic, esta astucia del ex mandatario yugoslavo, complicaron muchísimo el avance de este juicio y terminaron poniendo en entredicho el rol de este Tribunal Penal Internacional.

¿Por qué? Porque se suponía que este juicio sería una prueba de lo que podía ser un sistema de justicia internacional pero terminó siendo un fracaso, sobre todo por la extensión del juicio. Por la muerte de Milosevic sin que se haya dictado un veredicto.

Y, ahora, después de esta muerte, surgen otros cuestionamientos sobre el contexto extraño que rodeó esta muerte.

EC - ¿A qué haces referencia con un contexto extraño?

EL – En realidad, hablo de un contexto un poco raro porque la muerte de Milosevic sucedió unos pocos días después del suicidio en una celda de Milan Mabic, un testigo importante de este juicio. Y hace pocos días también se habló de la posible entrega al Tribunal de La Haya del general Ratko Mladic, un protagonista poco célebre de la guerra en Bosnia.

Todo esto no hace más que echar leña al fuego...

EC – Y a todo esto se suma otra controversia, las causas de la muerte de Milosevic...

EL – Oficialmente, Milosevic se murió a los 64 años de un ataque cardíaco. Pero, el hijo de Milosevic ya dijo que su padre fue asesinado en su celda. ¿En qué se basa para hacer estas acusaciones?  Un toxicólogo holandés, Donald Uges, afirmó que se hallaron rastros de fármacos no prescritos en la sangre de Milosevic. Y sus comentarios multiplicaron las especulaciones sobre las causas de la muerte del ex presidente.

Por un lado, los allegados de Milosevic dicen que alguien le suministró estos fármacos usados para el tratamiento de la lepra y la tuberculosis, que pueden anular el efecto del medicamento que tomaba para controlar la presión sanguínea. Y eso terminó provocándole el infarto.

EC – Elisa, pero esto también tiene otra lectura.

EL – Sí, hacia ahí iba. Porque tanto el toxicólogo holandés como Del Ponte dicen que Milosevic tomó la medicina incorrecta a propósito, para suicidarse o para empeorar su estado de salud y que así lo trasladaran a Moscú, donde tiene un fuerte apoyo gubernamental y vive su esposa.

Y, para añadir más condimentos a este teleteatro, se divulgó una carta de Milosevic, escrita un día antes de su muerte y dirgida al ministro de Relaciones Exteriores ruso. En ese mensaje reiteraba su pedido de recibir tratamiento en Rusia.

EC - ¿En algún momento se manejó esta posibilidad?

EL – No, el Tribunal se había negado a enviarlo a Rusia por temor a que nunca regresará a prisión. Ahora bien, tanto el Tribunal como la familia de Milosevic van a realizar autopsias independientes para despejar las dudas sobre la muerte del ex presidente.

Pero más allá de todas estas acusaciones, la pregunta que surge es cómo llegaron estos fármacos para la tuberculosis a una cárcel de máxima seguridad de la ONU. ¿Cómo se controla a estos presos?

En suma y para ir cerrando, Milosevic no sólo se murió sin darle el gusto a sus opositores de recibir un castigo, sino que también su muerte podría terminar poniendo en el banquillo de los acusados al Tribunal Penal Internacional. Hasta su muerte parece ser macabra.