Entrevista con el filósofo español Josep Ramoneda.

"No le debemos nada a ETA"

El filósofo español Josep Ramoneda afirmó que el alto al fuego permanente de ETA llegó porque la organización estaba asfixiada. "Cada vez le era más difícil conseguir el más elemental de los objetivos: sobrevivir", afirmó. Ahora se requiere tranquilidad y seguridad para lograr el desarme sin concesiones. "Los que tengan el síndrome de Estocolmo lo pagarán en las urnas", sentenció.

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
"Oportunidad inédita", tituló su editorial el diario El País de Madrid. "Un texto y un contexto que inspiran más preocupación que esperanza", dijo, por su parte, el diario El Mundo. En tanto, La Vanguardia habló del "Principio del fin".

Así reflejaron los principales diarios españoles el alto al fuego permanente anunciado por ETA. ETA dio a conocer su oferta el miércoles pasado a través de un comunicado publicado por el diario vasco Gara. Ayer, el grupo armado separatista vasco emitió un segundo remitido en el que pide "diálogo, negociación y acuerdo".

A simple vista parece un paso histórico, pero... ¿qué hay detrás de esta decisión? ¿Cuáles son las perspectivas? Para averiguarlo nos trasladamos a Barcelona, donde se encuentra el filósofo y periodista Josep Ramoneda.

El profesor Ramoneda es columnista del diario El País de España y de la Cadena Ser.

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Profesor Ramoneda, el anuncio de ETA todavía está muy fresco y el cese al fuego en realidad entró en vigor hoy.

JOSEP RAMONEDA:
Sí, hace ahora algo más de 12 horas.

EC - ¿Cuál es su primera impresión sobre esta novedad?

JR - Es una novedad muy esperanzadora porque se da una serie de circunstancias que no se daba en otras treguas de la organización terrorista ETA. Aquí en España, como es lógico, hay cierta prudencia, cierta cautela, porque hemos tenido ya varias frustraciones en este tema. Pero es cierto que esta vez se dan unas circunstancias nuevas.

EC - En su columna de ayer en el diario El País de Madrid usted dice que la palabra "permanente" es la que más dará que hablar del comunicado en el que ETA declara el alto al fuego. ¿A qué hace referencia con esa precisión sobre la palabra "permanente"?

JR - Exactamente, la primera novedad es que los términos utilizados son nuevos; "alto al fuego permanente", hasta ahora ETA había hablado de treguas. Una tregua es por definición provisional, un alto al fuego puede ser provisional o no provisional, y si se le añade el adjetivo "permanente", probablemente es menos que definitivo pero más que indefinido, por lo tanto aquí hay un primer elemento significativo.

El segundo elemento significativo viene también del propio comunicado. El estilo del comunicado no tiene nada que ver con el estilo, generalmente farragoso y muy ideológico, de los comunicados de ETA. Este es un comunicado que se podría llamar diplomático, lo cual hace pensar –y hay razones e informaciones para creerlo así– que es un comunicado pactado, es decir que no es ETA que irrumpe en la escena sino que ha sido pactado con personas con instrucciones del gobierno español. Esto es un segundo elemento muy importante.

Un tercer elemento muy importante es que esta tregua no es fruto de un pacto entre el nacionalismo vasco, entre ETA y el Partido Nacionalista Vasco, por ejemplo, sino que es fruto de un pacto entre el gobierno español y ETA, lo cual es otra novedad importante.

Si a ello añadimos dos cosas más, una el contexto, el internacional y el español. El contexto internacional: desde la irrupción del terrorismo internacional islamista estos terrorismos locales han quedado claramente fuera de juego. ¿Qué sentido tiene hacer hoy un acto terrorista? ¿Qué sentido tiene matar un guardia civil cuando hay gente que mata a 200 personas? Y además, ¿qué legitimidad puede tener una cosa que estas atrocidades han desprestigiado definitivamente?

Esto, más los tres años sin atentados por parte de ETA, más el estado de cada vez mayor desprestigio de la organización terrorista, incluso en la propia sociedad vasca, hace que los españoles vean a ETA en cierto modo como amortizada. Está muy debilitada policial y judicialmente, y esto quiere decir sencillamente que ya no es viable. Y esta es para mí la principal esperanza de que esto funcione.

EC - Usted decía al pasar que el contexto internacional, con el desarrollo que ha tenido el terrorismo islámico protagonizando atentados tan graves, tan sangrientos, puede ser una de las causas que llevan a ETA a dar este paso. Me gustaría que profundizara un poco en esta idea, me llamó la atención.

JR - Yo creo que si no es el factor determinante es uno de los principales. Después del atentado del 11 M en Madrid, ¿qué podía hacer ETA? Si mataba un guardia civil parecía una cosa –dicho esto con todo el respeto para el guardia civil– en cierto modo irrelevante, ¿qué impacto político tiene después de lo del 11 M? Y si hacía una carnicería como la del 11 M cavaba su tumba definitiva, su desprestigio sería aun mayor de lo que es, que ya es muy grande. Por tanto se encontraba sin camino por el que avanzar: hacer un atentado carecía completamente de lógica porque o no conseguía ninguna fuerza intimidadora por ser irrelevante o la colocaba frente al rechazo más absoluto de la ciudadanía.

Y si además esto coincide con un momento en el que por la presión de los gobiernos, primero del Partido Popular (PP) y después del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ETA está muy acorralada, muy debilitada –son muchos más los militantes de ETA detenidos en estos últimos años que los atentados cometidos–, se configura un panorama en el cual no tiene viabilidad posible, ni siquiera de supervivencia. Estos grupos son muy autistas, les cuesta enterarse de la realidad, se crean unas fantasías para sobrevivir muy particulares, pero ahora la propia ETA es ya consciente de que no conseguirá ninguno de sus objetivos por la vía de la violencia. Y no sólo eso, cada vez le era más difícil conseguir el más elemental de los objetivos, que es sobrevivir.

EC - Usted se muestra convencido de que detrás de este comunicado hay un pacto. En estas últimas, entre ayer y hoy, en estas 48 horas, ¿han surgido elementos que permitan identificar esa interpretación?

JR - Sí, sin duda, las informaciones van confirmando contactos que ha habido en distintos lugares de Europa, en Ginebra, en Oslo, en París, en algunas zonas del propio País Vasco, hace tiempo que se sabía que había unos contactos discretos entre Batasuna y el PSOE de Euskadi. Sin duda la principal característica de este proceso es que no ha salido como una seta sino que es el resultado de un trabajo de siete u ocho meses. Y según mis informaciones, hace ya varias semanas que se habían pactado el procedimiento, el comunicado, todas estas cosas, y sólo faltaba que ETA decidiera la fecha para hacerlo público.

EC - De todos modos, habían existido algunos atentados, atentados menores pero ETA no desaparecía por completo de la escena.

JR - ETA lleva casi tres años sin producir víctimas; lo que sí ha hecho son diversos atentados, avisando con tiempo para evitar que se produjeran víctimas, evitando deliberadamente que se produjeran víctimas.

EC - ¿Cómo había que entender esas acciones?

JR - Pues esto formaba parte de la idea de demostrarles a los suyos que si abandonan las armas no es por debilidad sino porque quieren, y que si quisieran podrían seguir haciendo atentados. Cosa que es cierta, finalmente hacer un atentado, desgraciadamente, es una de las cosas más sencillas del mundo, basta un par de personas para hacerlo.

EC - La confirmación o la sospecha muy fundada de que existió esa negociación entre el gobierno y ETA, ¿cómo ha caído en los partidos políticos españoles?

JR - En este momento lo que prevalece es la esperanza de la ciudadanía de que esta tregua sea de verdad, que vaya hacia adelante y no haya un retroceso como otras veces. La Cadena SER ha emitido hoy la primera encuesta: el 80 por ciento de los españoles cree que Zapatero está obligado a explorar el diálogo con ETA. Por tanto no hay pocas dudas, incluso de la repercusión electoral; evidentemente es en caliente y esto tendrá muchas variaciones, pero de pronto el PSOE se encuentra con 9 puntos de ventaja sobre el PP, por tanto directamente la mayoría absoluta. Es lógico, en España es la gran esperanza y sería una extraordinaria noticia para todo el mundo que esta vez sí, esta vez fuera la buena.

EC - Pero siempre ha sido algo muy controvertido que se negocie, que un gobierno democrático negocie con una organización terrorista responsable, nada menos, que de 800 o más muertes.

JR - Aquí lo que se ha hecho es sencillamente negociar que ETA haga un comunicado que anuncie el fin de la violencia, sin contrapartida ninguna, y que después de este comunicado se hablará de otras cosas.

EC - ¿Pero el gobierno podría estar dispuesto a efectuar algún tipo de concesiones políticas, por ejemplo respecto del nuevo estatuto de autonomía del País Vasco?

JR - No, aquí habrá dos procedimientos claramente diferenciados. Habrá un procedimiento con ETA –en el mismo comunicado de ETA se apunta claramente esto–, ETA ha aceptado el principio de que cualquier negociación de tipo político pasa al Parlamento vasco y a los representantes civiles de los distintos sectores del País Vasco, ETA en este debate no está para nada. Eso por un lado.

Por el otro lado, ETA tendrá que hablar con el gobierno de la deposición de las armas y en su momento de procesos primero de aproximación de los presos a las cárceles de Euskadi y en un futuro –hablo de años– de empezar a facilitar la salida de algunos presos, que será lenta y larga. Entre otras cosas, la Constitución española prohíbe tajantemente una medida de gracia general; puede haber indultos individuales pero no medidas de gracia generales. Este es el marco.

¿En qué se concreta este marco? La primera cosa que viene es el proceso en el que el gobierno verifica que el alto al fuego es real y que realmente ETA deja de actuar, tanto en atentados como en extorsiones y en agitación callejera. Una vez verificado esto, el gobierno está autorizado a entrar en un diálogo. En el momento en que se entre en ese diálogo creo que la primera fase serán las vías de legalización de Batasuna.

EC - ¿Cuál es la situación actual de ese partido hoy?

JR - Batasuna está ilegalizada porque no aceptó una de las condiciones que impone la ley de partidos, que es la condena de la violencia y el no tener ningún vínculo orgánico de ningún tipo con un grupo terrorista. Sin modificar la ley de partidos, que seguro un día se cambiará porque quedará obsoleta como ocurre con todas las leyes que se han hecho ad hoc, para un caso concreto, cuando el caso desaparezca la ley desaparecerá. Pero ahora no, eso sí que sería inaceptable, la ley no desaparecerá, Batasuna tendrá que buscar la fórmula para, con este nombre o con otro, poder ser legalizada dentro de la ley de partidos. Esto será probablemente la primera cuestión importante, porque una vez conseguido esto podrá presentarse a las elecciones, estará en el Parlamento, estará en los municipios, y todo esto facilitará que Euskadi entre en un proceso de renovación estatutaria, ya con ETA silenciada y dejando de matar y de existir.

EC - El gesto del abandono de las armas, de la entrega de las armas, que uno recuerda hace muy poco tiempo del caso del IRA en Irlanda, ¿está en el horizonte? ¿Figura como una de las posibilidades?

JR - Sí, pero tardará, todo esto será un proceso largo, lento, y lo más importante en este momento es mantener la calma y ninguna precipitación, que es lo que está haciendo muy bien el gobierno. En este momento hay tres pecados que no se pueden cometer. El primero es el pecado del resentimiento, es decir, a la derecha le ha caído como una ducha de agua fría el alto al fuego de ETA porque descompone toda la estrategia que había organizado, que apostaba a que esta apuesta no le saldría bien a Zapatero. Pues que se olvide del resentimiento pronto y se ponga a trabajar por el fin de la violencia con todo el mundo porque otra cosa la ciudadanía no entendería.

El segundo error que no se tiene que cometer es el síndrome de Estocolmo. A ETA no le debemos nada, por tanto hay que ir con toda tranquilidad sabiendo que se tiene que facilitar que dé todos los pasos sucesivos hasta el abandono absoluto de las armas, con el tiempo que haga falta, pero con la clara conciencia de que es ETA que nos debe a nosotros y no nosotros a ETA. ETA ha querido agotar los tiempos, ha decidido terminar cuando ya estaba totalmente asfixiada y era inviable, probablemente si hubiese terminado cuando las conversaciones de Argel, habría podido tener alguna compensación incluso jurídico-legal; si hubiese terminado cuando Aznar, probablemente se habría resuelto con bastante aceleración el problema de los presos. Ahora no tendrá ninguna de estas cosas, tendrá muy pocas concesiones porque ni el clima internacional, ni el clima de Euskadi, ni el clima de España están por eso. Por tanto tenemos que saberlo y actuar con mucha tranquilidad y mucha seguridad: no debemos nada a ETA.

Y la tercera cuestión que sería lamentable es que alguien cayera en el oportunismo, cosa que ya hizo el lehendakari Ibarretxe ayer al anunciar ya inmediatamente la convocatoria de una mesa de partidos. No hay que correr tanto, los oportunistas, los resentidos y los que tengan síndrome de Estocolmo lo pagarán, y lo pagarán en las urnas.

EC - Hablando de reacciones políticas, termino preguntándole a propósito de planteos que ha hecho el líder del PP, Mariano Rajoy, que reclamó que no se pague un precio político a ETA por dejar de matar, que los terroristas pidan perdón a las víctimas y que el Estado de derecho siga trabajando con todos los medios a su alcance para enfrentar al entramado etarra. ¿Cómo observa esas condiciones?

JR - No es nada que no esté en la declaración, que el PP no quiso votar, que hizo el Parlamento español hace un año, más o menos, en la que establecía los criterios que se había de seguir. Efectivamente, el Parlamento español dice que no se puede dialogar hasta que se verifique que el alto al fuego es definitivo, que no se pueden hacer concesiones políticas a ETA y que el Estado de derecho tiene que seguir su camino y que sólo serán admisibles algunas maneras en su momento de aligerar la situación de los presos. No hace falta que lo repita el PP porque consta en una declaración que obliga al gobierno español, hecha por el Parlamento español hace aproximadamente un año, en la que definía el marco en el que todo este proceso tenía que transcurrir.

EC - ¿Pero un pedido de perdón a las víctimas también está en juego?

JR - Ya llegará esto, ya llegará en su momento, no queramos correr más de la cuenta, no se puede conseguir todo en tres días, ya llegará el momento en que se intentará encontrar las maneras de significar las vías de reconciliación que la sociedad vasca necesita, pero no se  puede conquistar todo en tres días. Esto es un proceso lentísimo, los más optimistas hablan de dos años y los más pesimistas de cinco, o sea que esto durará mucho tiempo y habrá retrocesos y momentos en los que parecerá que todo se pierde, etcétera.

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Edición: Mauricio Erramuspe