Gerhard Schröeder y un escándalo que sacude a Alemania
La vinculación del ex canciller alemán Gerhard Schröeder con un consorcio ruso-germano sacude la opinión pública de aquel país. A poco de dejar el poder, Schröeder asumió un cargo en esa empresa, a la que durante su gestión se le había dado un aval financiero por 1.000 millones de euros para la construcción de un gasoducto entre ambos países. Contacto con Andrés Gil, desde Berlin.
(Emitido a las 8.45)
EMILIANO COTELO:
Un ex jefe de Gobierno asume, pocos meses después de dejar su cargo, como director de un consorcio binacional en la industria energética.
Apenas un día después de asumir el nuevo cargo, trasciende que el gobierno de su país aprobó, bajo su administración, un aval financiero para ese mismo consorcio, por 1.000 millones de euros.
¿Dónde pasó? En Alemania. ¿De quién estamos hablando? Del ex canciller social-demócrata Gerhard Schröeder. ¿Y el consorcio? Un conglomerado ruso-alemán que tendrá a su cargo la construcción y gestión de un gasoducto que facilita la conexión energética entre ambos países.
El caso sacude desde el fin de semana a Alemania; por eso vamos a conocer un poco más, en diálogo con Andrés Gil, nuestro jefe de Producción, desde Berlín.
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Andrés, hoy tenemos poco tiempo, pero parece ser que el tema amerita al menos un primer contacto.
ANDRÉS GIL:
Sin duda, Emiliano, porque el revuelo acá con este escándalo es enorme. Y no sólo en los medios de comunicación, que sin dudas se están ocupando mucho del tema, sino también entre la gente. Es, sin dudas, "el" tema del momento.
EC - Pero repasemos rápidamente: el 22 de noviembre del año pasado, Gerhard Schröeder dejó su cargo de canciller tras perder las elecciones a manos de Angela Merkel. ¿Qué fue lo que pasó ahora?
AG - Desde hace ya semanas se venía hablando de este tema, del cargo que la firma rusa de energía GAZPROM, de propiedad estatal, le había ofrecido al ex canciller alemán; pero este jueves, en Moscú, Schröeder asumió finalmente como nuevo director en un consorcio del cual GAZPROM es el accionista mayoritario y que va a construir un gasoducto que interconecta la red rusa de gas con Alemania a través del Mar Báltico.
EC - ¿Algún dato más de este consorcio?
AG - Su nombre es "North European Gas Pipeline Company", NEGP su sigla, del cual el 51% del paquete accionario es propiedad de la estatal GAZPROM y el restante 49%, en partes iguales, de las alemanas BASF y E.ON, ambas privadas.
EC - ¿Pero se trata de un cargo honorario?
AG - Depende qué entiendas por "honorario"; Schröeder mismo reconoció que va a cobrar de GAZPROM gastos de representación por 250.000 euros al ano.
EC - Bueno, no tan honorario entonces. ¿Y cómo reaccionó la gente?
AG - Ya de arranque no era muy bien vista la decisión de Schröeder de aceptar la propuesta de esta empresa. Pero la cosa realmente se terminó de complicar apenas un día después, el viernes, cuando un banco de fomento estatal, el KFW, anunció que estaba trabajando, junto con otros bancos entre ellos el Deutsche Bank en una oferta de crédito por 1.000 millones de euros justamente para este consorcio, para la construcción de un tramo de la obra, un gasoducto de 917 kilómetros, que une la Siberia y San Petersburgo, en la costa del Báltico.
EC - Pero además se habla de una garantía, un aval, del Estado alemán...
AG - Sí, según ha trascendido, se trata justamente de un préstamo que contaría con la garantía del Estado Alemán; es decir y simplificando si el consorcio no paga sus obligaciones, el Estado alemán debería hacerse cargo.
EC - ¿Hay confirmación oficial de estas versiones?
AG - Si, el Ministerio de Economía reconoció ya que la decisión de ofrecer un aval para este crédito, es decir, de ofrecer una garantía estatal a GAZPROM para ese crédito, fue asumida por una comisión interministerial, pocos días antes de que Schröeder dejara su cargo, concretamente el 24 de octubre de 2005.
EC - Con el agravante de que se trata de un empresa extranjera...
AG - Claro, nunca había pasado que el gobierno alemán ofreciera un aval de este tipo a una empresa extranjera, en este caso, GAZPROM. Generalmente iniciativas de esta naturaleza se aplican sí, pero a inversiones de empresas alemanas. Además es una obra que se va a hacer 100% en territorio ruso, aunque claro está y esto ya fue manejado por el ex ministro de economía alemán, firmante de la decisión tiene su valor estratégico para Alemania.
EC - ¿Y cómo reaccionó el ex canciller? ¿Dijo algo públicamente ya?
AG - Sí, se defendió, aunque su argumentación fue bastante floja. Es decir, por un lado volvió a decir que "no ve nada malo" en su decisión de aceptar el cargo; pero además dijo que a él, como Canciller, nunca se le había informado de la existencia de este aval. Además, agregó que apenas era una propuesta de los bancos y que según le había informado el presidente del Consejo Directivo de GAZPROM, el consorcio finalmente no iba a apelar a este crédito. Si no hay crédito dijo Schröeder entonces tampoco hay garantía, por lo que la discusión carece de sentido. Te imaginarás la reacción de la oposición.
EC - A ver...
AG - Y bueno, si estaban escandalizados con la noticia del viernes, la reacción fue aún peor después de las palabras de Schröeder, a las que calificaron como un escándalo en sí mismo. Es decir, según han dicho, de ninguna manera están dispuestos a aceptar una versión a su entender tan poco creíble de los hechos y ya amenazan con comisiones investigadoras a nivel parlamentario. Varios dirigentes de la oposición dijeron que este caso "apesta" y que Schröder pretende tomar por tontos a todos los alemanes.