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Perú: analista afirma que Humala no está bien posicionado para la segunda vuelta

El sociólogo uruguayo radicado en Perú Romeo Grompone afirmó que el nacionalista Ollanta Humala no obtuvo el mejor piso de votación en la primera vuelta como para encarar un balotaje. Pese a la incertidumbre que reina en cuanto a quién ocupará el segundo lugar, tanto Lourdes Flores como Alan García cuentan con mayores posibilidades de alzarse con el triunfo, estimó.

(Emitido a las 8.27)

EMILINO COTELO:
Ollanta Humala, el candidato nacionalista de izquierda, sigue sin saber quién será su contendiente en la segunda vuelta electoral que se realizará en mayo.

¿Por qué tanta incertidumbre a ya dos días de las elecciones? Porque la conservadora Lourdes Flores y el ex presidente socialdemócrata Alan García tienen una diferencia de menos de un punto porcentual.

¿Cuáles son los escenarios posibles? ¿Cómo se perfila Ollanta Humala para una segunda vuelta ante García o Flores, dependiendo de quién resulte ganador? Para saberlo nos trasladamos a Lima para hablar con el sociólogo Romeo Grompone, uruguayo, investigador del Instituto de Estudios Peruanos y profesor de Posgrado de la Maestría de Ciencia Política de la Universidad Católica de Perú.

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EC – Romeo, no se si a esta hora hay novedades. ¿Cuáles son los últimos datos sobre el escrutinio de las elecciones del domingo?

ROMEO GROMPONE:
Los datos electorales eran del órgano que contabiliza las elecciones. Daba al 80, 82% de votos escrutados, el 24,92% para Alan García, el 24.02% para Lourdes Flores. Y, lo que ya se sabe, alrededor del 30% para Humala. Quiere decir que hay como usted bien dijo, nueve décimas de diferencia, que son más o menos, en términos absolutos, 92.000 votos.

EC – Nueve décimas de diferencia hay entre Lourdes Flores y Alan García.

RG – Sí, claro.

EC – Y eso es lo que está colocando todo ese manto de misterio, de suspenso, sobre cómo se dilucidará la segunda vuelta.

RG – Claro, porque otro gran misterio que yo no lo conozco  pero no lo conoce nadie, es dónde procede es 20%, casi 19, de votos que faltan escrutar. Los que probablemente sean del exterior, en la que hay una mayoría relativa hacia Lourdes Flores, y de los lugares alejados, rurales, donde predomina más bien Alan García. Entonces, todavía sigue un final de suspenso.

EC – Ayer las autoridades de la Oficina Nacional de Procesos Electorales dijeron que los resultados definitivos recién podrían estar listos el viernes. ¿Esto es correcto?

RG – Sí, lo que pasa es que se le agregaría un problema adicional. Yo creo que el problema son las actas observadas, hay un 5% que son más o menos 150.000 votos. Mi impresión es que si uno de los candidatos sobrepasa la diferencia al número de lo que pueden ser las mesas impuganadas, ya se puede tener un resultado razonablemente seguro.

EC – ¿Cuáles han sido las reacciones de los principales candidatos ante este tipo de números que se van conociendo?

RG – Quizás puedan ser presunciones más que reacciones. Y yo tengo la impresión que Humala pensaba sacar en el orden del 36, 37, 40%. O sea no pensaba repetir un efecto tan inesperado como la votación que obtuvo Evo Morales en los días finales de la campaña pero sí una votación mucho más sustantiva. Me da la impresión que la gran derrotada es Lourdes Flores porque empieza por el orden del 36% o cifras parecidas hace dos meses y fue perdiendo sistemáticamente apoyo hasta llegar a esta cifra que se ubica en el orden del 24, 25%.

Mientras que Alan García digamos que ni gana ni pierde, mantiene la misma votación que en las elecciones anteriores del Perú que fueron en el 2001.

EC – Así que entonces usted decía que Ollanta Humala no logra la votación que seguramente soñaba...

RG – Que le daba una expectativa de ganar en segunda vuelta.

EC – Claro. Por otro lado Lourdes Flores vota mucho peor de lo que en principio mostró las encuestas, después fue descendiendo.

RG – Claro, fue descendiendo casi un punto por semana, en los últimos dos meses.

EC – Con las salvedades que obviamente tenemos que hacer, porque los números son números no definitivos, ¿usted puede trazar algunas perspectivas de cara a la segunda vuelta?

RG – Me puedo equivocar por la razón que dije, que no se de dónde vienen las actas que faltan, pero me da la impresión de que aparentemente el APRA tendría mayor posibilidades. Pero no está descontado tampoco lo de Lourdes Flores. Me da la impresión de que cualquiera de estos candidatos ganaría en una segunda vuelta frente a Ollanta Humala.

Ollanta Humala necesitaba un piso de apoyo mayor, por lo menos el 38 o el 40 porque es muy difícil para un candidato con sus particularidades que no sólo es, como usted dice, orientado a la izquierda, sino con una prédica nacionalista y ciertos rasgos de discurso autoritario, reclutar votos por otro lado, como los que se necesita para ganar una segunda vuelta, es muy difícil.

EC – ¿Es un hombre muy controvertido?

RG – Es un hombre muy controvertido. Tiene adhesiones fuertes, adhesiones fuertes sobre todo en zonas postergadas del país. Si usted ve una de las lecciones de lo que ha ocurrido en las elecciones peruanas, son las profundas diferencias sociales y esas diferencias sociales motivan el voto. Es decir que Ollanta recluta entre las personas más pobres, las que fueron más convulsionadas por la violencia y que se ubican fundamentalmente en las Sierra Central y en la Sierra Sur de Perú, aquella que es fronteriza con Bolivia y con Chile que siempre fue, históricamente, una zona que estuvo buscando y buscando un nuevo candidato. Votó en una época por Fujimori, votó luego por Toledo y ahora está votando por Ollanta. Son sectores que se sienten postergados y que buscan siempre un candidato por fuera del sistema.

EC – Pero usted decía recién que ante cualquiera de los otros dos rivales, tanto si quien pasa a la segunda vuelta es Lourdes Flores como si quien pasa es Alan García, en principio, su impresión es que Ollanta Humala saldría derrotado.

RG – Sí porque Ollanta Humala desarrolló un discurso fuertemente confrontacional y en buena parte dirigida contra la clase política.

Pongamos dos escenarios, brevemente. Si gana Alan García, el sector de Lourdes Flores, que es un sector social cristiano yo diría más de derecha de lo que son los  partidos demócratas cristianos tradicionales de donde proviene originariamente como una escisión, votarían por el mal menor, que es para ellos Alan García con el cual, además, podrían celebrar determinados tipos de acuerdos.

En el caso de que gane Lourdes Flores la cosa sería más compleja. El APRA es el único partido relativamente fuerte en el Perú, pero no tiene como otros partidos, una capacidad de endose fuerte. Es decir, no necesariamente todos los apristas porque el liderazgo dé una dirección de voto, le van a hacer caso verdad. Y en el caso del Apra su votación es socialmente mucho más dispersa, va desde sectores medios hasta sectores de bajos ingresos.

En ese caso habría un núcleo duro que votaría por Lourdes Flores me parece y otro sector que según su procedencia social votaría o por Ollanta o por Flores. Pero me da la impresión que aún en ese caso Ollanta Humala le sería imposible crecer a un casi 20%.

EC – Para ir terminando este comentario hoy Grompone, démosle a estas interpretaciones y a estas especulaciones el contexto temático. ¿Qué es lo que ha estado en juego en esta campaña electoral peruana? ¿Qué es lo que se define eligiendo a uno u otro candidato?

RG – Lo que está ocurriendo es como en Bolivia, como en Ecuador, como en el conjunto de la región, pero más acentuado en algunos casos en Perú, menos violento quizás pero más común, es que el gobierno de Toledo es un gobierno que se caracteriza por dos cosas: un crecimiento económico relativamente sostenido del orden del 6% anual, sin que la gente sintiera que eso tuviera efectos distributivos. Entonces eso provoca una sensación de malestar. Y también sintieron con respecto al gobierno de Toledo, en una política muy personalizada como la peruana, una sensación de falta de liderazgo. Eso hace de que una persona que establezca dos cosas a la vez, un principio autoritario –"yo voy a resolver las cosas a mi manera con una lógica expeditiva y distribuyo"-, o sea que resuelva al mismo tiempo el igualitarismo y de la inclusión, podría tener una vigencia importante. En ese sentido eso explica la votación que en principio aparecía como inesperada de Humala. Pero son cosas que están pasando de distinta manera en el conjunto de la región andina, sobre todo en Bolivia.

EC – Y en particular, ¿cómo se explica el regreso de Alan García después de lo controvertida que fue su gestión?

RG – Hay una cosa que sí debe llamar la atención, que es que aún cuando en el año 1990 cuando el Perú tenía índices muy altos de hiperinflación y además una violencia política que parecía incontrolable y pierde las elecciones, aún así tuvo el 20% de los votos. O sea que hay una votación de García que siempre fue importante. Segundo que García es un político muy hábil y supo al final,  casi diría que primero un poco despistado caminando a tientas y luego definiéndose mejor, asumir una posición de arbitraje. O sea: "yo no soy ni el candidato de los ricos de los sectores de poder que presuntamente gobernaron el país y que generaron esta injusticia ni tampoco soy el que voy a llevar al país al abismo y a la intolerancia". Entonces esa ubicación en una especie de arbitraje de centro izquierda le dio una posición bastante cómoda para moverse que no la tenía Lourdes Flores. Ella es una política conservadora que intentó hacer una política de centro pero que no la sabía hacer. No la sabía hacer casi diría que por sus propios reflejos políticos. La gente no le terminó creyendo a Lourdes Flores en su preocupación por decir "yo voy a hacer políticas sociales, yo me voy a preocupar por la distribución y por crear empleos".

Entonces, el que digamos puede moverse en varios escenarios a la vez es Alan García.

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Edición: Mauricio Erramuspe