Internacionales

Desafíos múltiples para la seguridad en Alemania 2006

La presencia de selecciones como la de Irán, la rivalidad entre hinchadas como la que existe entre polacos y alemanes, antecedentes como los de Munich 1972. Sin duda, este Mundial plantea muchos frentes a los responsables de la seguridad. Andrés Gil comentó los principales problemas a raíz de un enfrentamiento en el que dos neonazis apalearon a un ingeniero negro de origen etíope.

(Emitido a las 10.00)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El domingo de Pascuas trajo un nuevo dolor de cabeza para el gobierno alemán, en especial en el frente de la seguridad interna: dos jóvenes neonazis apalearon a un ingeniero de origen etíope de 37 años.
Este ciudadano alemán, padre de dos hijos, sigue en coma en terapia intensiva, con lesiones cerebrales serias y un pronóstico reservado.

A sólo 50 días del comienzo del Mundial, es evidente que una acción de esta naturaleza no le hace un favor a la imagen de Alemania. Al mismo tiempo obliga a poner mayor atención en el esquema de seguridad, que  se prepara para enfrentar desafíos de naturaleza muy variada. 

Vamos a ver cómo se está viviendo este tema en Alemania. Para ello el diálogo será con Andrés Gil, nuestro jefe de Producción, a quien ubicamos esta mañana en Berlín.

***

Andrés, antes de entrar al tema de fondo, contanos algunos detalles de este hecho que tuvo lugar en la madrugada del sábado para el domingo.
Por ejemplo, ¿dónde sucedio?

ANDRES GIL:
Fue en una estación de tren en Potsdam, una ciudad chica ubicada en la periferia de Berlín, en el estado de Brandenburgo. Dos neonazis – que aparentemente fueron capturados el jueves 20 – de 29 y 30 años, apalearon a este ingeniero de origen etíope, negro, quien se salvó de una paliza peor porque un taxista advirtió la situación y tomó cartas en el asunto.

JI - Seguramente, el tema puntual dé para mucho más e incluso reabra el debate – si es que en algún momento se cerró – de la integración de los extranjeros en Alemania.

AG - Definitivamente es un tema abierto, te diría que es casi el principal tema de discusión hoy día en Alemania, aunque no sólo por este hecho.

JI - Pero tenemos poco tiempo, así que pasemos al tema de la seguridad y el Mundial, que obviamente ahora volvió al primer plano.

AG - Sin duda, porque está claro que el esquema de seguridad enfrenta desafíos de todo tipo y que no todos se pueden combatir con las mismas medidas. Porque algunos tienen que ver con la llegada de extranjeros, pero otros simplemente con la forma en que se van a comportar los propios alemanes, por ejemplo las minorías de extrema derecha o los grupos neonazis, ante la presencia de tantos extranjeros.

JI - Pasemos en limpio, ¿cuáles son las principales preocupaciones?

AG - Justamente sobre este tema estuve conversarndo con una de las principales jerarquías del ministerio de Relaciones Exteriores alemán – que prefirió no ser identificado. Este funcionario – a quien entrevisté esta misma semana – reconoció que existen "riesgos ciertos de terrorismo, de hooliganismo e incluso de hooliganismo xenófobo". De todos modos, dijo que confía plenamente en el esquema de seguridad que se va a montar y que su principal temor está vinculado a "las críticas por el exceso de medidas de seguridad", que van a generar algunas dificultades o trabas   al momento de entrar a Alemania y de movilizarse al interior del país.

JI - Por ejemplo...

AG - Sólo por mencionar alguna medida de carácter nacional, Alemania durante el mes del Mundial va a aplicar controles más estrictos de los previstos en el Tratado de Schengen, que es rige la libre circulación de personas al interior de 15 países de la Unión Europea. De todos modos, esto no es una gran novedad, ya que Portugal hizo lo mismo en la última Eurocopa y ya lo había hecho Francia durante el Mundial de 1998, pese a lo cual – dicho sea de paso – no pudo evitar los actos de violencia que en aquella oportunidad tuvieron como protagonistas a fanáticos alemanes, con aquel recordado caso en Lens que dejó a un policía francés con serias lesiones cerebrales de las que todavía no se recupera.
 
JI - Pero este funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, mencionó el tema del terrorismo, algo no menor si se tiene en cuenta el escenario internacional y el antecedente de Munich en 1972.

AG - Justamente; además no hay que olvidar que, por ejemplo, este año Irán va a participar del Mundial, un dato no menor si se tiene en cuenta  la actual coyuntura geopolítica.

JI - ¿Y la presencia de Irán es un tema en Alemania?

AG - Te cuento un dato nada más: ayer el gobierno alemán anunció que para el Mundial van a estar llegando policías, en total unos 320, de todos los países participantes para apoyar en su tarea a la Policía alemana. En especial de países como Inglaterra, Polonia y Holanda, pero el dato interesante es que, en realidad, van a estar llegando de casi todos los países participantes, a excepción de Irán y de Arabia Saudita.
Así como lo oyen, ni siquiera policías de esos países...

JI - De los países que nombraste que llegan refuerzos y pensando en    los hooligans, me llamó la atención que nombraste a Polonia. Porque Inglaterra y Holanda son ejemplos conocidos, pero Polonia...

AG - Bueno, no debería sorprenderte, porque los fanáticos polacos son los que más preocupan. ¿Por qué? Porque los "barrabravas" alemanes y polacos son rivales y ya ha habido varios casos de peleas entre ambas hinchadas, incluso con algún muerto. La particularidad - y esto es insólito – es que los polacos tienen un "modus operandi" diferente al de otros hooligans. Directamente son de pactar las peleas con las hinchadas rivales, citándose en algún lugar descampado, donde además por supuesto no vale todo. Hay reglas para el "combate", por llamarlo de algún modo. Es una actividad en sí misma que algunos llegan a llamar "tercer tiempo". Bastante primitivo, pero es así. Y de hecho, Alemania y Polonia comparten grupo en el Mundial y parece ser que tienen alguna cuenta pendiente en este plano.

JI - Y al ser un fenómeno diferente al hooliganismo tradicional, al holandés o al inglés, supongo que genera desafíos adicionales.

AG - Sí, porque además en los países de Europa del Este, las autoridades no están tan avanzadas en este frente y no tienen tantos datos sobre sus hinchas violentos como en los países de Europa Occidental. Un problema adicional es que por ejemplo los polacos cuentan con "el apoyo logístico" de los propios polacos que, en cantidades enormes, viven en Alemania. Otro problema: en Alemania, las distancias son relativamente cortas; por poca plata se puede llegar a las ciudades donde se juegan los partidos. Ahí las diferencias con el Mundial de Japón y Corea son notorias.

EC - ¿Y se puede desligar totalmente el fenómeno de los hooligans del de los neonazis o están vinculados?

AG - Sin duda que hay una conexión, quizás no lineal pero la hay al fin. Es decir, las manifestaciones xenófobas son tan comunes al fútbol en Europa como la misma violencia. Y el temor es que los hooligans lleguen incluso a organizarse internacionalmente para desarrollar algunas acciones de tinte xenófobo durante el Mundial, momento en el cual la repercusión posible de este tipo de manifestaciones va a alcanzar su pico máximo. De hecho, justamente hablando de alemanes y polacos, tienen una larga historia de  manifestaciones xenófobas, racistas, vinculadas al fútbol.