Bolivia: analista afirma que tras la nacionalización, el panorama no es "desalentador"
Para el sociólogo boliviano César Rojas sorprendió la rapidez de la nacionalización de los hidrocarburos pero no la medida. El gobierno de Evo Morales busca ingresos que, en 2007, podrían alcanzar los 750 millones de dólares. La incertumbre está en la reacción de las multinacionales. "Las primeras noticias dicen que habría otras empresas dispuestas a invertir en Bolivia, de manera que el panorama no resulta desalentador", dijo Rojas.
(Emitido a las 8.29)
EMILIANO COTELO:
A tres meses de su asunción como presidente de Bolivia, Evo Morales cumplió esta semana con su promesa electoral y anunció la nacionalización de los hidrocarburos.
(Audio)
"EVO MORALES:
Y la propiedad de los hidrocarburos, del gas natural, que pasan a partir de este momento a manos del Estado boliviano, bajo el control del pueblo boliviano, es la solución a los problemas económicos, a los problemas sociales de nuestro país".
(Fin del audio)
EC - Evo Morales aprovechó la celebración del Día de los Trabajadores para dar a conocer la medida y firmar un decreto que ya despertó reacciones muy airadas de las compañías gasíferas que operan en Bolivia, entre ellas la brasileña Petrobras y la española-argentina Repsol YPF.
¿Qué consecuencias traerá la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos?
En busca de respuesta a esta pregunta, vamos a conversar con el sociólogo boliviano César Rojas, que es gerente sociopolítico de la Fundación Unir Bolivia, una organización que según su propia definición- se propone contribuir a la construcción de una cultura democrática, inclusiva y deliberativa.
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Rojas, ¿cómo fue recibido en Bolivia el anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos? Recordemos que es un país que cuenta con la segunda mayor reserva de gas en América Latina.
CÉSAR ROJAS:
Hubo una cierta perplejidad en la ciudadanía boliviana en cuanto a la medida, no porque se haya implementado, porque ya el MAS había propuesto llevar adelante la nacionalización de los hidrocarburos, sino por la prontitud. No se esperaba que dentro de estos casi tres meses y medio de gobierno ya se tuviera un decreto con estas características.
EC - Antes de adentrarnos en las consecuencias de este anuncio, si le parece, podemos repasar brevemente cuáles son las bases de este decreto que firmó el presidente Morales el lunes pasado, porque es bastante complejo.
Según esta norma, el Estado recupera la propiedad, la posesión y el control total y absoluto de los yacimientos de hidrocarburos y fija un plazo de 180 días para que las empresas extranjeras que operan en este sector firmen los nuevos contratos que las ligarán con el Estado.
En el ínterin, en esos seis meses, estas compañías deberán entregar todo el petróleo y gas que extraigan a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Esta empresa les retribuirá por sus servicios con el 18% del valor de la producción en el caso de los campos mayores. Estamos hablando de una fórmula de 82% para el Estado y 18% para las empresas explotadoras de gran tamaño.
¿Qué pasa con las empresas que tienen una producción menor? ¿Cómo es en ese caso la distribución?
CR - Una diferenciación que ya se había hecho con anticipación en el debate sobre los hidrocarburos es que no podían tener el mismo tratamiento los megacampos gasíferos y los campos menores, de tal manera que se anticipaba que ambos deberían sufrir un tratamiento diferencial. Y esto es lo que se ha llevado adelante en el decreto, los megacampos van a tener un tratamiento de 82-18, como tú explicabas, y los otros campos, en función de una auditoría, tendrían un tratamiento diferente, probablemente con una relación de 70 a 30 o incluso de 50 a 50, de manera de no desincentivar la inversión y permitir que sigan produciendo.
EC - ¿Cómo era esta relación, cómo era la distribución de estos porcentajes anteriormente? Porque este es un viejo debate en Bolivia, ¿no?
CR - Sí, durante el gobierno de Sánchez de Losada se llevó adelante la capitalización, casi podríamos decir que estamos dando vuelta la fórmula. En principio los beneficios para Bolivia eran de un 18%, luego, después de varios años y ya en un proceso de conflictividad en el país durante el gobierno ya de Carlos Mesa, en el año 2005, se llevó adelante un proceso muy fuerte, muy enconado, para poder entrar en una relación mucho más equitativa estamos hablando de un 50 a 50; finalmente se aprobó esa ley que es la que está funcionando como marco para el decreto que actualmente está en vigencia.
De manera que el proceso ha sido de máxima apertura hacia las petroleras, con beneficios muy grandes. Luego se entró a un período corto desde 2005 hasta la fecha de una relación más equitativa y ahora tenemos una fórmula de 82-18, que pone las ventajas y los beneficios para los bolivianos y unos beneficios bastante menores para las petroleras.
EC - ¿Y cómo se concretará la estatización final? ¿Cómo se les compensarán a las compañías extranjeras las inversiones ya realizadas?
CR - Eso será en función de las auditorías que se van a hacer en estos seis meses, ahí se determinarán los montos que vayan a compensar de alguna forma a las empresas petroleras.
EC - En definitiva se les va a pagar a quienes accedan a quedarse en el nuevo marco con gas, no se les va a pagar en efectivo por las inversiones ya realizadas.
CR - No, las empresas que estén de acuerdo con las nuevas reglas de juego seguirán llevando el negocio adelante, pero con esta nueva fórmula del 82-18. No queda todavía claro qué sucedería con las empresas que decidieran retirarse del país; probablemente se busque alguna otra forma de compensación. Las primeras noticias que empiezan a surgir dicen que habría otras empresas, no solamente las que han sido afectadas, incluso americanas, que estarían dispuestas a invertir en Bolivia y a operar con las nuevas reglas de juego, de manera que el panorama no resulta desalentador.
EC - Por eso quería preguntarle qué cabe aguardar en estos seis meses en cuanto a respuesta por parte de las empresas. Una fórmula como esta del 82-18, ¿es viable?
CR - Es una fórmula que en todo caso no estamos inaugurando en el país. Se suele trabajar en otros países con una fórmula incluso de 90-10. En el caso de Venezuela y de Cuba se tienen fórmulas similares con las empresas que están trabajando en el campo petrolífero.
EC - ¿Qué pasa con lo que se disponen a hacer las principales empresas extranjeras? Hay un caso delicado, que es el de Petrobras, el gobierno brasileño reaccionó con alarma ante la nacionalización.
CR - Sí, tú comprenderás que a nadie le gusta que le suban los impuestos, a todos nos agrada que los impuestos disminuyan. En principio las empresas han reaccionado con cautela, no hay una declaración oficial, aunque se estima que la medida ha ido más allá de sus expectativas. Esto se ha conocido de manera extraoficial, no era un decreto que esperaban tuviera esta dureza, sin embargo no tenemos todavía una comunicación oficial, y en todo caso la expectativa ahora que el gobierno ya ha descubierto sus cartas y se sabe qué línea va a seguir, lo que resta saber es cuál va a ser la reacción de las empresas al respecto.
EC - Le preguntaba si la fórmula 82-18 es viable porque casualmente autoridades de Petrobras señalaron que la decisión que tomó el gobierno boliviano "torna económicamente inviables las operaciones" de esa firma. Hay que ubicar el caso de Petrobras, que tiene inversiones por 1.500 millones de dólares en Bolivia, y además el 51% del gas que se consume en Brasil llega de Bolivia.
CR - Sí, sobre el tema de las utilidades en el país han circulado demasiados datos, se decía que cuando se propuso la fórmula del 50-50 las empresas iban a estar en pérdida, sin embargo esto no ha sucedido. Uno de los grandes problemas que existen sobre el debate de los hidrocarburos en el país es carecer de datos, de una fuente confiable que pueda difundir algunos datos que estén al margen de la pugna, del debate ideológico y político. De tal manera que detrás de cada cifra siempre suele haber intereses, visiones y posiciones. Nos vamos a ir aclarando sobre el tema en la medida en que ellos den un comunicado ya oficial y veamos si van a continuar en la exportación del gas en Bolivia o se van a retirar, tal vez iniciando algunos juicios o arbitrajes internacionales, todavía no lo sabemos. Ese va a ser el parámetro para poder evaluar si las empresas tienen o no ganancias.
Lo que se sabe es que este es un negocio multimillonario, que las ventajas son enormes y además, con las reservas que tiene el país y la futura ampliación de mercados, es un negocio no sólo rentable en el presente sino con enormes perspectivas para el futuro. Porque algo que también hay que decir es que en la medida que las empresas jueguen dentro de estas reglas, los mercados se pueden ampliar y puede haber volúmenes de exportación mucho más grandes si hay interesados.
EC - ¿Por qué sería esto? ¿Por qué estas reglas favorecerían un crecimiento de la exploración?
CR - Porque hasta ahora se veía que el negocio era inequitativo, que quienes ganaban eran las trasnacionales y quienes perdíamos éramos los bolivianos, de manera que había un reparo a ampliar los márgenes de exportación. En este caso, que claramente se ve que el pueblo de Bolivia va a ser beneficiado, o en todo caso el Estado va a tener mayores recursos, la actitud hacia la exportación es mucho mayor. Incluso se puede pensar en entrar en negociaciones con Chile, con quienes estábamos cerrados a entablar un acuerdo sobre este punto.
EC - El gobierno espera obtener ganancias importantes con esta medida, se habla de más de 750 millones de dólares sólo en 2007, pero otra pregunta que surge es cómo logrará el Estado boliviano mantener y ampliar los niveles de inversión para que el sector no se vuelva obsoleto. De alguna manera esto tiene que ver con su respuesta anterior, pero me gustaría preguntárselo específicamente.
CR - La evaluación que se hace, por ejemplo se habla de que Paraguay estaría interesado en volúmenes un poco menores que Brasil para adquirir gas, de manera que los mercados están ahí, son mercados más bien emergentes, con mayor necesidad de un energético limpio. Creo que las posibilidades están abiertas, pero en todo caso tenemos que ver cuál va a ser la actitud de las petroleras. Yo creo que ellas van a evaluar los volúmenes de inversión que han tenido, pero también las dimensiones del negocio en una perspectiva que por lo menos da para los siguientes 50 años de explotación. De manera que esto estará también en la balanza de su relación de costos/beneficios.
EC - ¿Pero la expectativa es que las inversiones sigan corriendo por cuenta de las empresas básicamente extranjeras?
CR - Veremos cómo van adelante las negociaciones. En principio podemos pensar que ellos pueden seguir con el tema de inversiones. En el caso de Bolivia tenemos ya reservas probadas, hay estudios que certifican la existencia de volúmenes importantísimos en el país. Entonces no hay que hacer explotación en el sentido de "vamos a ver si descubrimos pozos", los pozos están descubiertos, hay unas reservas probadas que dan para un negocio de unos 50 años.
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Edición: Mauricio Erramuspe