El nuevo genocidio africano podría llegar a su fin
En Sudán tres años de guerra civil entre el gobierno y la principal facción rebelde de la zona de Darfur parece llegar a su fin. Un acuerdo de paz firmado el viernes puede acabar con una matanza definida por varias potencias como un genocidio llevado adelante por el gobierno islámico contra el sur poblado por negros cristianos o animistas. En el medio, cuándo no, aparece el petróleo. Comentario de la periodista Elisa Lieber.
(Emitido a las 8.25)
EMILINO COTELO:
Si hablamos de pueblos devastados por saqueos y asesinatos, o de niños desnutridos y miles de desplazados viviendo en centros de refugiados, en seguida nos viene a la mente los conflictos que azotan al continente africano.
¿Pero cuánto sabemos realmente de estos conflictos? Hoy les proponemos detenernos unos minutos y adentrarnos en la tragedia de Darfur, una zona en Sudán de la que mucho se ha hablado en los últimos años.
Justamente, la semana pasada se firmó la paz entre el gobierno y la principal facción rebelde de Darfur y nos parece un momento más que pertinente para hablar con Elisa Lieber sobre este conflicto.
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Elisa, el gobierno de Sudán y la principal facción rebelde de Darfur, el Ejército de Liberación de Sudán, firmaron un acuerdo el viernes pasado en Nigeria para terminar con tres años de lucha en esta región. Este conflicto es casi desconocido por esta zona de América Latina. Si te parece, comencemos por ubicar a Sudán y a Darfur en el mapa.
ELISA LIEBER:
Sudán es el país más grande de Africa con 36 millones de personas. Si uno piensa en el mapa de Africa, Sudán está ubicado más bien al noreste, se extiende debajo de Egipto. Y Darfur, la zona de Sudán de la que vamos a hablar, está ubicada al oeste de Sudán, en la frontera con Chad. ¿Cuál es la particularidad de Darfur? Bueno, en primer lugar, es una región pobre y semidesértica. Además, su población es mayoritariamente negra y de diferentes grupos étnicos locales. En esos dos datos reside el centro del conflicto.
EC A ver, ¿cómo es eso?
EL Los rebeldes de Darfur acusan al gobierno sudanés, dominado por árabes blancos, de favorecer económicamente a las comunidades árabes del norte y de excluir a esta desértica región habitada por numerosas tribus de raza negra.
En 2003, dos grupos rebeldes. El Ejército de Liberación de Sudán y el Movimiento por la Justicia y la Igualdad, se sublevaron y comenzaron a atacar blancos oficiales.
Poco después, milicias árabes pro gobierno, conocidas como Janjaweed, respondieron lanzando ataques contra la población negra. Los Janjaweed son acusados de ejecutar una limpieza étnica. En tres años, murieron unas 200.000 personas y Estados Unidos habla de genocidio. Se le denomina "el nuevo genocidio africano".
EC - ¿Y cuál es la posición del gobierno sudanés a todo esto?
EL Aclaremos que estamos hablando de un gobierno autoritario. Este gobierno de mayoría árabe reconoció en su momento haber movilizado sus fuerzas para contrarrestar los ataques de los sublevados, pero niega cualquier relación con la milicia Janjaweed.
Los refugiados que llegan desde Darfur tienen otra versión. Dicen que fueron testigos de ataques aéreos desde aviones del gobierno, seguidos de hordas de milicianos en caballos y camellos que literalmente arrasan con las ciudades literalmente: violaciones, quemas de casas, secuestros, asesinatos...
Lo que más me impresionó es que la mayoría de la gente muere porque no se anima a salir de sus pueblos. Estamos hablando de una zona desértica y la gente muere de desnutrición porque no les llega comida y no se animan a salir a buscarla por miedo a que los maten en el camino.
EC - Estamos hablando de la muerte de 200.000 personas en tres años...
EL Sí, hay algunas estimaciones que hablan de 350.000, pero la mayoría gira en torno a 200.000 personas. Además de las muertes, también hay otro fenómeno importante, los desplazamientos forzados.
Se estima que más de dos millones de personas huyeron de sus pueblos a campamentos en centros urbanos, donde tampoco hay agua ni alimentos ni medicinas suficientes para tanta gente. Los testigos relatan que las milicias árabes, fieles al gobierno, patrullan los alrededores y matan o violan a los que quieran salir en busca de víveres.
Bueno ahí también la desnutrición es moneda corriente provocando esas imágenes terribles que vemos a diario...
EC - ¿Y cuál es la reacción de la comunidad internacional?
EL La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour, denunció hace poco que la ayuda que llega a los campamentos es cada vez más escasa y no sólo por las trabas del gobierno sudanés, sino también por el descenso de las donaciones. Esto se inscribe en un contexto complicado.
EC - ¿Por qué?
EL - Varios países, entre ellos Estados Unidos, han presionado para que las Naciones Unidas impongan sanciones económicas a Sudán. Pero el Consejo de Seguridad sólo impuso restricciones a los viajes y la congelación de fondos a quienes cometan atrocidades en Sudán.
Se trata de un conflicto olvidado o perdido, que resurge cada tanto...
La ONU también fue criticada porque se negó a calificar la situación en Darfur como un "genocidio". Si lo hubiesen hecho, los países que firmaron la convención de la ONU sobre genocidios estarían obligados a emprender acciones para poner fin a los abusos.
Justamente, la amenaza de sanciones y la presión internacional fue determinante para la firma del acuerdo de paz reciente entre el mayor grupo rebelde y el gobierno de Sudán...
EC Y entonces, pasando al acuerdo de paz en concreto. ¿Qué se firmó?
EL En primer lugar, el acuerdo prevé el desarme de las guerrillas rebeldes y de las milicias pro gubernamentales. El pacto también implica un referéndum para que los seis millones de habitantes de la región de Darfur se pronuncien sobre la división administrativa de esta zona.
Los grupos rebeldes quieren que el gobierno le de a Darfur una parte proporcional de los beneficios de un país en el que los ingresos del petróleo suponen el 74% de las exportaciones. Nuevamente, para variar, tenemos al petróleo en el centro de las discusiones. Justamente, el petróleo también es el foco de otros conflictos en Sudán.
EC Sí, porque venimos escuchando hablar de guerras civiles en Sudán desde hace décadas...
EL Sí, Sudán se vio desgarrado por guerras civiles intermitentes desde el momento en que el país se independizó de Gran Bretaña en 1956.
Los enfrentamientos tienen su origen en décadas de enorme desproporción entre el desarrollo del norte, árabe e islamista, y las comunidades negras del sur, cristianas y animistas.
Una desigualdad alimentada por los gobiernos de Jartum, la capital, que han tratado imponer el modelo de Estado islámico y centralizado en todo el país. La raza negra ha sufrido un permanente sometimiento a la población árabe.
EC Y más allá del tema religioso, ¿cuáles son las otras diferencias?
EL Claro, esta guerra no es sólo un contencioso religioso entre musulmanes y otras creencias, sino también la lucha por el control de los recursos naturales. Y, entre ellos, el petróleo de manera central. En el Norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo, mientras que el sur alberga la zona petrolífera y los yacimientos de níquel y uranio.
El Sur acusa al Norte de ser saqueado en beneficio propio. Lo mismo hace Darfur pese a ser una zona con muy pocas riquezas afirmando que es víctima de la exclusión y del exterminio por parte del gobierno de Jartum.
EC Ahora resta ver si la paz acordada entre las fuerzas de Darfur y el gobierno es duradera o si la tradición de guerras civiles continúa.
EL Sí, ahora la ONU espera la autorización para el ingreso de las fuerzas de paz a la región de Darfur. Por ahora sólo están presentes las fuerzas de paz de la Unión Africana, que son insuficientes. Las operaciones humanitarias tampoco lo son. La operación de ayuda en Darfur es la más grande del mundo pero los fondos se están acabando.