Entrevistas

Kirchner se apoya en el peronismo y busca alianzas

Kirchner se apoya en el peronismo y busca alianzas

El analista político argentino Eduardo van der Kooy no duda que "el gobierno K" tendrá otro período, ya sea con Néstor Kirchner o con su mujer, Cristina Fernández. Este jueves 25, ante una Plaza de Mayo colmada, el presidente renovó su apuesta. Recostado en el peronismo tradicional, Kirchner necesitará alianzas para fortalecer su poder, dijo el analista. El desafío está en ver con qué sectores las concreta.

(Emitido a las 9.13)

(Audio)

"NESTOR KIRCHNER:
Por eso les pido, pueblo argentino, que me ayuden. Yo les pido que me acompañen, les pido que me den fuerza, les pido que me den toda la ‘polenta’ necesaria para poder dar la lucha y la batalla que los argentinos necesitan."

(Fin del audio.)

EMILIANO COTELO:
Algunos sospechaban en lo previo que el acto que tuvo lugar ayer en Buenos Aires por los 196 años de la independencia argentina podía llegar a ser una especie de lanzamiento de la campaña para la reelección de Néstor Kirchner.

Lo cierto es que en el discurso la palabra "reelección" no apareció; apenas si sonó en alguno de los cánticos que entonaron las cerca de 350.000 personas que, dicen, colmaron la Plaza de Mayo.

Kirchner habló apenas 15 minutos, durante los cuales destacó logros de sus tres años de gobierno y llamó a "profundizar el proceso de cambio" en el país, todo ello en medio de apelaciones al patriotismo y los sueños de quienes lo escuchaban.

¿Cómo se lee en Argentina este acto de ayer, que venía cargado de tantas especulaciones? ¿Cuál es el balance de la gestión Kirchner como presidente? ¿Cuál es su futuro político? ¿Puede (y quiere) aspirar a la reelección?

Les proponemos ese análisis en dialogó es con Eduardo van der Kooy, periodista, columnista político del diario Clarín, de Buenos Aires.

***

Señor Van der Kooy, ¿qué opinión general le dejó el discurso de ayer?

EDUARDO VAN DER KOOY:
El discurso en sí mismo no fue de gran contenido. Además siempre hay que hacer una aclaración, un paréntesis, un aparte cuando se trata de un discurso improvisado y no leído por el presidente: el presidente Kirchner no es un buen orador, diría más bien que es un mal orador, por lo cual siempre el contenido se luce mucho más cuando improvisa.

De todos modos, fue un contenido bastante previsible, hizo por lo menos más de un cuarto del mensaje, que fue breve, por otro lado...

EC - ¿Se esperaba que fuera más largo?

E van der K - No, no, él siempre había hablado de que iba a ser de entre 15 y 20 minutos. Pero en general uno cree que un dirigente frente al micrófono y frente a una multitud siempre se tienta y está un tiempo más. Fue un discurso incluso más corto de lo previsto, porque se había dicho que el presidente iba a hablar unos 20 minutos, más o menos, y apenas llegó a los 15.

En cuanto al contenido, dedicó más de un cuarto al balance de su gestión, dedicó otra parte a la convocatoria por un país más plural, que es todavía un boceto, una idea muy en pañales, y después, como no podía ser de otro modo, dejó algunos párrafos de su mensaje para cuestionar a aquellos que lo critican, para advertir sobre determinados intereses "agazapados" –dijo, con un lenguaje muy peronista– que intentan volver.

Estuve un buen rato en el lugar, recorriendo. Uno alguna experiencia en estas cosas tiene, con los años que tiene encima, y la verdad que fue un acto con una caracterización peronista muy fuerte.

EC - Sí, en la columna que escribe hoy en Clarín a propósito del acto de ayer usted dice: "Kirchner pareció rehacer la matriz del peronismo más tradicional". ¿Por qué? ¿Cuáles fueron los datos que fue recogiendo y que le permiten sacar esa conclusión?

E van der K - Varias cosas. Primero lo que fue el acto en sí mismo, la organización, el funcionamiento de lo que nosotros llamamos el aparato político del peronismo, sobre todo del peronismo de la provincia de Buenos Aires. Este es un dato político que deviene del resultado electoral en las legislativas de octubre.

EC - Queda confirmado que liquidó a Eduardo Duhalde.

E van der K - Sin duda. Y la percepción, la mirada en el lugar que tuve fue una presencia del peronismo bonaerense muy fuerte, con un vínculo directo con el presidente, casi sin intermediarios y mucho menos con la intermediación del ex presidente Duhalde.

Por otra parte, indudablemente hubo un poder puesto al servicio de la movilización, en todos los órdenes. Hacía muchísimos años –y convengamos que acá estamos acostumbrados a movilizaciones– que no veía un sistema tan movilizado, con una cantidad de ómnibus que dejaron el micro y el macrocentro prácticamente inundado de vehículos. En términos de aparato con toda esa caracterización peronista, más un detalle sobre la organización, que fue impecable, muy de actos del peronismo bien tradicional, bien pensados. Quizás no tuvo los niveles de euforia que alcanzaron en su momento otros actos del peronismo, sobre todo los de Perón; evidentemente Kirchner no es Perón, no despierta esa sensación, pero desde ese punto de vista hubo gran reconstrucción del peronismo tradicional. Y además de lo político, la presencia sindical muy notable, organizativamente y en militancia, en manifestantes. Ahí tenemos una parte importante de la radiografía del peronismo tradicional.

Y si uno desgrana el mensaje de Kirchner, creo que es la primera vez –me puede fallar la memoria, pero sería una falla mínima– que en un acto público el presidente alude de manera directa a Juan y Eva Perón.

EC - Pero alude para destacar que él no utilizó el balcón que por derecho propio, entiende, les pertenece a esas figuras, las máximas en la historia del peronismo. Fue interesante eso, Kirchner dijo: "Algunos creyeron que yo iba a hablar desde el balcón. De ninguna manera, aquí estoy, hablando a nivel de la calle", en el estrado que se había montado especialmente para el acto. ¿Cómo interpretó usted ese cuidado que puso en tomar esa distancia?

E van der K - No creo que eso haya sido improvisado, pero tiene mucho que ver con las características de la manifestación que tenía delante. Indudablemente en un acto de esas características el presidente no podía omitir una alusión al general Perón y a Evita. Pero ese tipo de alusiones no había formado parte, por lo menos ayer, del bagaje de discurso del presidente Kirchner.

EC - Ese es un detalle importante. ¿Entonces?

E van der K - Esa inclusión tiene que ver con lo que veníamos relatando recién, y con algo que ha sido un giro del presidente después de las elecciones de octubre, en este año de tránsito hacia las elecciones del año próximo y de gestión compleja en términos de frente interno y externo también, el presidente ha decidido recostarse sobre lo más tradicional del peronismo. Por eso decía que las características del acto más el discurso y alguna simbología como la que mencionábamos recién de Perón y Evita, le dieron esa caracterización al acto de ayer.

EC - El presidente se recuesta en lo más tradicional del peronismo, pero al mismo tiempo logra convocar en el estrado, junto a él, nada menos que a las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo. ¿Cómo juega ese dato en el tablero?

E van der K - Ustedes conocen tanto como nosotros los niveles de altísima complejidad histórica que siempre ha tenido el peronismo en su composición y desarrollo. Así como usted me marca esto, nosotros recordamos que en la década de los setenta convivían dentro de un mismo espacio, hasta que terminó en una tragedia, sectores que aludían a una patria socialista y sectores que aludían a una patria peronista. Estaba todo dentro de una misma comarca, supuestamente, hasta que terminó como todos sabemos.

Las comparaciones no son simétricas, no se puede decir que ahora haya internamente en el peronismo los niveles de enfrentamiento que había en los setenta, pero evidentemente el presidente logra, o intenta al menos, una síntesis absolutamente novedosa, que es integrar en un mismo escenario los sectores más tradicionales del peronismo, muchos de los cuales –no en términos individuales, pero en términos de referencia– estuvieron vinculados en otra época con sectores de la derecha.

EC - Cuando Kirchner, en todo caso, viene de la otra ala.

E van der K - Exactamente, y logra integrarlos en un mismo escenario con todos los sectores vinculados con la defensa de los Derechos Humanos, las organizaciones de Madres y Abuelas. Quizás esto, aunque no sea determinante, sea la ingeniería política más delicada que ha logrado armar el presidente en los tres años que lleva en el poder.

EC - Al comenzar Kirchner detalló las condiciones en las que le tocó asumir la Presidencia hace tres años; concretamente se refirió, aunque sin nombrarlo, a la actitud asumida por el entonces ex presidente argentino Carlos Saúl Menem. Lo hizo en estos términos.

(Audio)

"NK - Nos tocó hace tres años asumir la responsabilidad de la conducción de Argentina siendo el presidente menos votado de la historia, porque al que tenía que haber ido en segunda vuelta lo único que le importaba era su destino y no dar la batalla democrática o cuidar el país, y nos dejó, nos dejó con el país en llamas en nuestras manos".

(Fin del audio.)

EC - ¿Cómo se debe interpretar esto? ¿Es sólo un mensaje para alguien como Carlos Menem, que ha dicho públicamente que tiene intenciones de pelear otra vez por la Presidencia, o es más bien un mensaje para el pueblo argentino, en el sentido de que, dada la forma en que Kirchner llegó a la Presidencia y teniendo en cuenta los resultados que él mismo presentó ayer, merece la oportunidad de llegar otra vez, pero en esa ocasión de manera más regular y con un apoyo explícito de la ciudadanía?

E van der K - Me inclino más por la segunda alternativa que por la primera. Contarle algo negativo a la sociedad de Carlos Menem no es ninguna novedad ni asombra a nadie a esta altura del partido. En todo caso, esa referencia tiene que ver con lo que usted decía, y con justificar muchas de las cosas que hizo no necesariamente bien pero en términos de construcción de su poder durante los primeros años, por lo menos durante los primeros dos, hasta las elecciones de octubre del año pasado, cuando pasó de un 22% a un 40% de los votos. Esa referencia también tiene que ver con eso.

EC - ¿Es un hecho que Kirchner va por la reelección?

E van der K - Es una pregunta difícil de contestar de un modo tan tajante. No tengo duda de que este proceso tiene continuidad otros cuatro años, la lógica de las cosas indica que va a ser el propio presidente el que conduzca los próximos cuatro años, pero dejo abierta –a lo mejor por haberlo escuchado a él mismo muchas veces– la posibilidad de que sea otra persona, que si no es su mujer creo que no es nadie. En ese caso, igualmente, cualquiera sea la persona que conduzca los próximos cuatro años, sea el propio presidente o algún delegado, indudablemente el gran elector y la gran referencia de poder va a ser él, lo cual nos plantea todo un dilema a futuro, porque Argentina ya ha vivido experiencias traumáticas respecto de esa disociación entre gobierno y poder.

EC - No hubo en el discurso de Kirchner ninguna referencia a los roces entre Uruguay y Argentina ni al propio tema de las plantas de celulosa acá en Río Negro. Quizás el único tramo que de algún modo podía aludir, entre otras cosas, a este conflicto con Uruguay sea este.

(Audio)

"NK - Queridos hermanos: dicen que yo me peleo mucho, y no es que yo me pelee mucho, es que negocio poco con ciertos intereses. Hay algunos intereses que me quieren ver de rodillas, y yo voy a honrar el juramento ante el pueblo argentino: siempre de pie, siempre luchando, siempre peleando por la patria".

(Fin del audio)

EC - Estaba defendiéndose, justificándose ante lo que ha sido una de las principales críticas, ya no sobre su gobierno desde lo conceptual, sino sobre su forma de gobernar.

E van der K - Sí, indudablemente. De todos modos, yo asocio más ese tramo a algunas cuestiones de peleas internas, no tanto a externas.

EC - Sí, decía que también podía abarcar a Uruguay. Está claro que Kirchner tiene una cantidad de frentes de enfrentamiento, de pelea, abiertos.

E van der K - Sí, por eso, obviamente, tomado en el marco en que lo dijo, uno puede darle una prolongación afuera del país, pero creo que se refería básicamente a la pelea interna, sobre todo al encauzamiento del proceso económico-social. El presidente tiene para este año dos temas excluyentes en el frente interno, que tienen que ver con la inflación y el crecimiento, todo lo demás en su cabeza es secundario. Me parece que la pelea tiene que ver con eso, con una dinámica de confrontación muy fuerte con sectores económicos, con los sectores del campo, que están en abierta discrepancia con la política que está llevando el gobierno en términos de cerrar la exportación de carne o limitarla duramente. Está también vinculado con la pelea con sectores industriales y del empresariado por el tema de costos y precios. Yo creo que la referencia tuvo que ver con todo eso, en ese estilo áspero que tiene el presidente para hablar.

EC - Habló en reiteradas ocasiones de los enemigos, por ejemplo cuando dijo "la lucha cotidiana contra los intereses es muy difícil, y los intereses se pueden agazapar, pero quieren volver a retomar la iniciativa";  "lo que pasa es que negocio poco con ciertos intereses".

¿Cómo entiende que se puede compatibilizar un discurso de ese estilo con lo otro, que fue también muy destacado en su alocución, su apelación a la concertación, una concertación muy amplia?

E van der K - Esa es la gran respuesta que tiene el presidente por delante. Entre las dos partes, entre aquello que uno ha venido constatando durante estos tres años, que es un estilo de gobierno muy personalizado, muy cerrado, un estilo de conducción muy centralizado, y la propuesta de una Argentina más plural o de un gobierno más abierto, hay una brecha grande, y no está desarrollado cómo se cubre esa brecha entre la realidad, que son esos tres años, que es constatable, y la promesa o la enunciación de la idea de un gobierno más abierto. En todo caso, al menos como idea, tiene que ver con algo que uno también viene palpitando. El presidente después de las elecciones de octubre se ha recostado sobre el peronismo tradicional, pero sabe que con esa alianza excluyente no le alcanza o le será mucho más difícil la continuidad suya o por su mujer otros cuatro años más.

Entonces quizás en los próximos meses, en el segundo semestre del año y comienzo del año que viene, veamos el intento de hacer algo de lo que está diciendo ahora en términos de apertura: "Es verdad, tengo al peronismo tradicional, que despierta muchas resistencias, pero tengo también esto otro". Habrá que ver qué es eso otro que dice el presidente.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Foto: Presidencia de la Nación Argentina